Escuadrón Supremo #03

Escuadron Supremo #03Hiperión, extraño visitante de otro planeta. Princesa Poder, la mujer más poderosa de la Tierra. Zumbador, el hombre más rápido del mundo. Dr. Espectro, portador del poder más increíble del universo. Alondra Celeste, luchadora aérea contra el crimen. Resplandor Lunar, maestra de las artes místicas, Molde, Alambre… Mas allá de nuestra Tierra, hay Otra Tierra, en la que ellos son la única defensa de la verdad y la justicia.

#3 – Crisis en otro tiempo
Por Doctor Cómic y Javi OPio G


Fecha de publicación: Mes 3 – 7/98


Él es Hiperión, un héroe del siglo XX, criado en un mundo que no es el suyo, que ha vuelto de una dimensión que no es la suya, y que se encuentra atrapado en un tiempo que no es el suyo. Da que pensar, ¿eh? Pero Hiperión no puede pararse a pensar en eso, porque se encuentra prisionero del Centurión Escarlata, uno de los peores y mar recurrentes enemigos del Escuadrón Supremo, el grupo al que pertenece Hipe. «Si no fuera por la argonita«, piensa, «ya habría destruido esta ciudadela de arriba abajo» decía debilitado por ese isótopo, lo único que puede dañarle, y que en estos momentos le tiene tan débil como un bebe. Apenas tiene fuerzas para hablar cuando el Centurión vino a visitarle y le enseño el paradero de sus amigos y compañeros del Ex-Escuadrón Supremo. «Stan y Arcana están en los años 40 junto a la mítica Agencia Dorada. Alambre y Molde están en el Salvaje Oeste. Alondra esta en la Edad Media. Joe esta en el Antiguo Egipto. Y Zarda, ah, Zarda» suspiraba Hiperión recordando a su amor, Zarda atrapada viendo como el antiguo continente de Atlantis se hunde. «Me pregunto como estará ahora«, penso, mientras el pequeño pedazo de Argonita le seguía debilitando.


-CAPITÁN HORA & SUEÑO JUSTICIERO-

La multitud rodea totalmente a Princesa Poder y a Galen, que se encuentran en una situación muy difícil. La explosión silenciosa que de repente sucede enfrente de sus narices, los pilla por sorpresa, dejando tras de sí a dos agentes dorados estupefactos. Tanto el Capitán Hora como Sueño Justiciero sabían lo que se iban a encontrar al llegar allí: la versión futura de su compañera de la Agencia Dorada, la Princesa Poder. Pero la sorpresa sigue siendo muy grande. A sus espaldas, Atlantis sigue destruyéndose, los edificios caen, la gente huye, los cadáveres se hacen cada vez más numerosos. Los temblores son cada vez más fuertes y frecuentes.

– ¡Oh dios mío! – exclama la sorprendida Zarda distanciando su atención de Galen -. ¡Hora! ¡Sueño! ¿Cómo es posible? – el Capitán Hora es quizás el héroe que tiene más problemas. Debido a una extraña enfermedad, desarrolló una medicina para tratarse, ya que no existía nada respecto a su padecimiento. Pero el suero resultante de sus experimentos, nombre científico Rex, le aportaba cualidades sobrehumanas durante un corto período de tiempo, aproximadamente una hora. El reloj de manecillas en su pecho es su firma característica. Por otro lado, Sueño Justiciero es un misterio. A través de diferentes artefactos situados por todo su cuerpo, camuflados como amuletos o no, es capaz de expulsar un gas somnífero muy potente. Los criminales caen a sus pies de la forma más pacífica. Envuelto en la oscuridad de su capa y capucha de un azul muy oscuro, si se viese su cara, se desvelaría una máscara anti-gas, demostrando ser un humano sin poderes también.

– ¡Princesa! Santo Dios… – la sorpresa marca la cara del Capitán -. ¿Es esto realmente Atlantis?

– Sí, y me temo que como no hagamos algo, pronto se unirá al resto de la historia – dice la Princesa redirigiendo su atención hacia el hechicero -. Galen, es tu turno… nosotros solos no podremos hacerlo. Debes demostrarnos que siempre hay esperanza. Demostrar a tu gente que no hay que rendirse – pero nada más que silencio procede de Galen. Zarda lo suelta con cara de desprecio, desciende y se vuelve hacia sus antiguos compañeros -. Ha pasado mucho tiempo desde la última vez para mí, chicos. Es un placer teneros de vuelta, pero ahora nos toca retrasar el desastre todo lo posible.

– De acuerdo, pero en cualquier momento nos llevarán de vuelta a nuestro tiempo – indica Sueño Justiciero – Mientras, es nuestro deber hacer algo por éstas gentes – y los valientes héroes se ponen en marcha, pero Galen realiza giro de muñeca, y en un momento, y tras otro destello de luz, los extranjeros ya no están. Galen se eleva sobre el gentío, y se posa sobre la cumbre más alta que todavía sigue en pie. Mira la inmensidad del desastre, con su capa majestuosa ondulando al viento que procede de su espalda. Ante él, la grandeza de una civilización da paso a la desesperación de la extinción. Las palabras de la Princesa retumban en su mente, hay verdad en sus afirmaciones. No importa el pecado, ésta catástrofe no tenía que haber llegado hasta aquí. Y el único y verdadero mago de Atlantis se dispone a lanzar una última y desesperada contramedida.


-DR. ILUSIÓN & OCASO-

Dr. Ilusión obtiene sus poderes de un prisma que le permite generar rayos, luces y estructuras lumínicas sólidas. Dicho prisma lo consiguió de una especie de meteorito que encendió el cielo, y que por casualidad encontró. Su uniforme demuestra todos los colores del arco iris, en distintas disposiciones. Por otro lado, Ocaso fue médico, hasta que un accidente le invirtió la vista: La luz se convirtió en sombras, y las sombras en luz. Así, sumido en sombras, y movido por oscuros motivos, es el perfecto luchador nocturno, ayudado por su cinturón multiusos. No le hace especial gracia el encontrarse en medio del desierto, con un sol inmenso y a plena potencia encima suyo. Mientras Ilusión vuela, ha generado un vehículo para mover a Ocaso a la misma velocidad que él, una especie de carretilla. Hace poco que llegaron, y nada más llegar se encontraron con un gran cráter en la arena, suponiendo que allí había aterrizado su «presa«. Pero de eso hace ya mucho tiempo. Gracias a una pirámide-guía, proporcionada por el Profesor Imán de su época, se mueven por las interminables dunas del desierto.

– Es para volverse loco, ¿eh, Ocaso?

– Ciertamente. No había otro destino al que enviarme – refunfuña.

– ¿Y que te parece lo del tal «Escuadrón Supremo«? Vienen del futuro… no, no, son del futuro pero vienen de uno alternativo y quieren regresar al verdadero… no sé que pensar.

– Ahora no es momento. Fíjate delante.

– ¡Santo cielo! – el asombro se asoma por la cara del Dr. Ilusión. Un agujero en medio del cielo aparece de repente delante de ellos -. ¿C-como es p-posible? Parece como si hubiesen entrado en… ¿en medio del cielo? – los dos héroes se detienen, y la carretilla se disuelve. Ocaso, gracias a sus gafas especiales, es capaz de ver de día. Se acerca más hacia la extraña anomalía. Se para y empieza a caminar hacia un lado mientras sigue fijando su mirada en el fenómeno. Ilusión se quedó en su sitio, frío por el descubrimiento.

– Ilusión, acércate un poco – y lo hace -. ¿Qué te parece? Parece una especie de espejo. Podría ser una especie de…

– … De pirámide de cristal. ¿Será un espejismo? – pero un estruendo proviene del interior, impulsando a los héroes a entrar. Ilusión coge a Ocaso y se encaminan al interior de la estructura camuflada. Al entrar, descubre una imagen épica: el ser conocido como Panteón flotando en el aire, pegando terribles puñetazos que amenazan con destruir el muro de energía que Espectro esta formando, y a sus espaldas tiene a Gato de Ra, intentando herirle. En el suelo, está Buna, muy débil, apoyándose en su trono casi de rodillas. Espectro se da cuenta de la llegada y reconoce a los dos héroes de su infancia.

– Umf… ¿Cómo es posible? Ayudadme… – suplica el desbordado héroe. Sin pensarlo dos veces, Ilusión suelta a Ocaso en el suelo, que corre hacia Buna, y se lanza en picado contra Panteón, envuelto en un misil de energía. Panteón deja el ataque contra su presa y se dispone a disolver la forma energética del Dr. Ilusión, pero éste impacta contra él, derribándolo, dándole tiempo al Dr. Espectro a crear un domo de energía sobre Buna y Ocaso, y dirigiéndose nuevamente a Panteón. Este se estrella contra una pared, que se le derrumba encima. Ilusión se acerca cuidadosamente, cuando una explosión libera a Panteón de los escombros. La locura le ciega, su pupila se encoge, y se lanza entre un grito inhumano arremetiendo contra Ilusión, que le detiene con un gran guante de boxeo. Mientras, el Dr. Espectro se acerca a Panteón pensando en la situación, y piensa:

– Increíble, ¡es casi tan fuerte como Hipe! – pero Panteón de repente le lanza un gran cascote de la pirámide a su contrincante, Ilusión, que en vez de crear un escudo para defenderse de él, lo esquiva por muy poco.

– ¿Por qué lo ha… ¡Claro! Por algún motivo el prisma del Doctor Ilusión es inútil contra el granito, y desde luego esto esta hecho con granito. Lo que se aprende con los cómics. Tengo que ayudarle – pensaba cuando se dispuso a atraer la atención de Panteón. Este lanza otro bloque de piedra contra el escudo de Espectro, pero a él no le hace efecto. Así que levanta un pilar de la pared y lo lanza contra el desprevenido Gato de Ra. Ilusión se da cuenta, y se lanza a protegerlo volando a la velocidad del pensamiento.

Desgraciadamente, el pilar le da a él, destruyendo su escudo de energía y lanzándolo contra el suelo. Espectro se dirige hacia el para comprobar si se encuentra bien, mientras Panteón dirige su atención hacia Buna y Ocaso. Avanza imparable, Ocaso lo ve pero no puede hacer gran cosa contra tal enemigo. Casi cuando está en el trono, Ocaso lanza una de sus bombas de noche, dejando a Panteón en medio de la oscuridad. Ocaso huye ayudando a Buna a correr, pues está muy débil. Cuando Panteón sale de la niebla, que disipa con un soplo, se encuentra con el Gato de Ra, clavándole las garras en los ojos a Panteón, que empieza a retorcerse de dolor. Espectro comprueba que Ilusión aun respira, y con un gran martillo de energía, clava a Panteón en el suelo, que se encuentra delirando. Los héroes se reúnen.

– ¡No me lo puedo creer! – exclama emocionado el Dr. Espectro -. ¡El Dr. Ilusión y Ocaso! ¡Guau! ¿Y el resto de la Agencia Dorada?

– Rescatando al resto de tus amigos – dice Ocaso -. Bueno, parece que nos hemos librado de… ¿quién era ése? – y una tremenda explosión hace temblar el suelo. Panteón había empezado a vibrar hasta crear un pequeño terremoto controlado con el que escapar. Espectro cubre a todos con un paraguas energético de la lluvia de cascotes, mientras la figura de Panteón avanza por la nube de polvo hasta ser completamente nítida. Pero…

– ¡Panteón Oscuro! – exclama otra figura que entra en escena.

– ¿Quién me llama así? – grita el villano, volviendo su vista hacia la figura.

– Ahora eres malvado. Por eso te llamo así – dice el mago conocido como Mazahs.

– ¡TÚ! Debiste quedarte en las dunas.

– El uso de la violencia provoca cambios cósmicos. Yo, en el desierto, lo noté y volví a detenerte.

– ¡Nada puede destruirme, ni tú! – dice el malvado. Y la figura de Mazahs empieza a brillar con más fuerza, extendiendo una especie de aura hacia una claridad casi infinita.

– No puedo, ni quitarte los poderes que te di. ¡Pero te expulsaré de la Tierra! – la luz alcanza a un Panteón Oscuro indefenso -. ¡¡VETE, PANTEÓN OSCURO!! ¡¡VE A OTRA DIMENSIÓN EN LA ESTRELLA MÁS LEJANA!!

– Me voy anciano, ¡pero volveré para vengarme! – la figura del malvado se hace cada vez más dispersa, hasta que desaparece del todo, pero antes lanza su última afirmación -. ¡¡PANTEÓN OSCURO VOLVERÁ!! – y se va dejando el silencio. Mazahs cae rendido ante el gran esfuerzo. Gato se acerca y le ayuda a levantarse.

– La amenaza ha sido neutralizada. La mera presencia de Panteón… Oscuro me debilitaba. Pero ya estoy listo para hacer mi deber – el hechicero levanta la mano, y los extranjeros desaparecen en un estallido silencioso de luz. Buna se acerca a Gato de Ra y Mazahs -. Gracias, hechicero. Empezaba a pensar que no ibas a aparecer.

– Sí, bueno, ya me conoces. Llego tarde, pero llego. Los años no pasan en balde.

– Cierto, Mazahs. Cierto. Yo ya estoy muy cansado, ahora descansaré. Y en el momento adecuado, mi relevo se alzará de las cenizas de una nueva era… una atómica – el mago conocido como Buna sonríe. Y una presencia igual, que vigila el tránsito temporal, reconoce la afirmación de su doble y le devuelve la sonrisa.


-ÁGUILA AMERICANA & LADY ALONDRA-

Guiados por otra pirámide mística del Profesor Imán, la pareja se mueve por cielos que les son extraños y a la vez maravillosos. Águila Americana era un ingeniero que construyó sus alas con un mineral experimental antigravedad. Su traje recuerda al de Águila Azul, del presente del escuadrón, y no por nada, ya que es su padre. Conservador y cabezota, es un fuerte pilar de la Agencia Dorada. Lady Alondra se convirtió en heroína para demostrar que las mujeres eran tan valientes y eficaces como podían serlo los hombres, y lo demostró. Sin poderes de ningún tipo, combate el crimen en cualquier manifestación, con vestiduras simulando al pájaro que le da nombre. Cogida en brazos por Águila Americana, sobrevuelan bosques inmensos, cuyas copas desafían el cielo que pertenece a los pájaros. La pirámide brilla cada vez con más intensidad. Pero en esos momentos de paz antes de la tormenta, Lady Alondra piensa en otras cosas.

– ¿Sabias que cuando acabe esta misión podremos pedir unas pequeñas vacaciones? – comenta con dulce voz la mujer.

– Algo había oído. Pero no sé si deberíamos – Águila no quita la mirada del camino que siguen -. Tenemos un deber para con la gente normal. No sé si sería justo… podría pasar cualquier cosa y además esta la Guerra…

– Te preocupas por nada – Alondra empieza a acariciar la cara del héroe suavemente -. Además, si no nos preocupamos por nosotros, no podremos hacerlo bien por los demás – y de repente, un caballo alado les adelanta a impresionante velocidad. Águila incrementa la velocidad, para descubrir tras una cumbre el legendario lugar conocido como… – ¡¡Camelot!! – los dos héroes se acercan volando, sólo para descubrir la épica batalla contra Diablo, el demonio. Casi todos los Caballeros de la Mesa Redonda habían caído, quedando sólo el conocido como Sir Justicia y Alondra Celeste.

– ¡Oh Dios mío! – exclama asombrado Águila Americana -. ¡¿Ése de ahí no es Sir Justicia?!

Diablo ataca con columnas de fuego procedentes de su boca a todo lo que se le pone por delante. Su objetivo es llegar hasta Merlín y su protegido, pero Alondra Celeste con su grito sónico detiene gran parte de los ataques. Justicia, hasta ahora sin su caballo, se había encargado de aislar la zona de inocentes, pero ahora se mete en acción, atacando al ser demoníaco con su espada mágica de ébano. Al llegar los dos agentes dorados, aprovechan la ventaja para distraer a Diablo, que recibe un fuerte impacto sónico, y aún así evita ser empalado en la espada mágica dando una voltereta en el aire. Águila ataca al Diablo con su maza. La distracción la aprovecha Lady Alondra para lanzar una patada hacia el cuello del ser, pero éste se da cuenta y le coge la pierna, lanzando a la heroína por los aires. Águila no lo piensa y se lanza volando a cogerla. Mientras, Alondra Celeste saca partido y atrapa al demonio con su grito sónico.

hUmAnA aRdErÁs,
Ni LaS hOrDaS dEl CiElO dEtEnDrÁn Mi IrA
aSí MoRiRáS,
QuEdAnDo Mi VeNgAnZa MuY cOnSuMiDa

– vocifera Diablo quedando atrapado en el ataque sónico de Alondra Celeste. Sir Justicia, casi como de si un ritual se tratase, levanta la espada lentamente… ¡Y la clava sin contemplaciones en el ser infernal! El silencio toma su lugar después de todas las fanfarronadas de Diablo, y Merlín sale corriendo de su escondite, junto con el extraño personaje. Se sitúa al lado del cuerpo inmóvil de Diablo, levanta los brazos, conjura, y tras un extraño juego de luces sólo queda la forma de…

– John Gore, quedas de nuevo completo – dice Merlin. La cara de John no refleja emoción precisamente. Más bien todo lo contrario -. Diablo no volverá a ser un problema – Merlin dirige su atención ahora hacia los extranjeros, ya que Águila y Lady Alondra acaban de aterrizar -. Gracias, extraños. Sin vuestra ayuda, nos habría resultado imposible detener a Diablo. Noto que no sois de aquí. Si me acompañáis, os devolveré a vuestro lugar correcto.

Alondra Celeste, Águila Americana y Lady Alondra siguen a Merlin por extraños y muy antiguos pasillos de Camelot. Los desplazados temporalmente no se quitan el ojo de encima, suponiendo los unos acerca de los otros.

– Ya sé que Águila Americana es el padre de Águila Azul – piensa Alondra Celeste para sí misma -. Pero Lady Alondra también me suena. ¿Podría acaso ser la madre… de Águila Azul? – ya llegan al laboratorio de Merlin. Se sitúan dentro de un círculo místico, mientras Merlin busca en su libro de hechizos. Lady Alondra se agarra a Águila Americana, que hace lo mismo con su compañera. Alondra Celeste se da cuenta, y la revelación se descubre ante ella. Pero Merlin lanza un conjuro, y tras una columna de energía, los héroes desaparecen.


-ZUMBADOR & MERCURIO & ESTRELLA FUGAZ-

La soledad es mucho menor si hay alguien con quien compartirla. Algo muy cierto que están comprobando Mercurio y Zumbador, corriendo por áridos terrenos del viejo oeste, levantando increíbles ventiscas a su paso. La velocidad no es solamente su poder, su característica… es una bendición para ellos, una fuente de la eterna juventud podrías considerarlo. Están jugando, el uno con el otro, como niños. Eso sí, niños superveloces. Estrella Fugaz, en cambio, surca los cielos azules e inmensos, sintiendo también libertad, aunque diferente. Antes de convertirse en héroe, era un astrónomo aficionado, que encontró una misteriosa vara que podía canalizar energía estelar de muchas formas. Construyó unos brazaletes para poder controlar más aún la vara de increíble poder. Su traje azul, su estrella en el pecho, su capa del firmamento son características. Por otro lado, Mercurio, que tan feliz compite con Zumbador, fue expuesto a una extraña niebla en la montaña obteniendo sus poderes. Con un casco del que salen dos rayos, y con un bastón caduceo en el pecho, es la representación de la justicia más rápida. Estrella Fugaz es el portador de la pirámide guía del Prof. Imán, que de repente empieza a brillar con inusitada fuerza al llegar a un almacén.

– ¡¡Zumbador!! ¡¡Mercurio!! – grita Estrella -. Dios, ni que fueran niños – y mientras se posa en el suelo suavemente, los nombrados hacen acto de presencia -. Menos mal. Veréis, según la guía, nuestros objetivos están ahí dentro. Pero no se lo que nos vamos a encontrar. Sed cautelosos, vamos a entrar andando, no vaya a ser que… que pase cualquier cosa no prevista. ¿De acuerdo? – afirmación general.

Los héroes entran por la puerta principal, y cual es su sorpresa al encontrarse la ridícula situación: todos los presentes metidos en un bucle, en el que están siendo apuntados por otros, que a su vez están siendo apuntados por otros, y así. ¿Reírse? ¿No reírse? Hummmm. Los vaqueros se quedan de piedra al ver a personas con tan estrafalarios atuendos. La tensión se corta en el aire como si de mantequilla se tratase. Pero los velocistas, procesando la situación más rápido que los demás, corren a quitarles las pistolas a los vaqueros, que no se dan ni cuenta hasta que ya no las tienen. Acto seguido, y en forma de compensación, se lían a puñetazos con los que tienen al lado, intentando abrirse paso hasta una salida o un escondite. Estrella Fugaz se queda paralizado ante lo absurdo de la situación. Se echa una mano a la cara pensando «Dios mío». Pero se lanza al aire, y desde allí lanza una pequeña descarga de energía a los vaqueros, quedando inconscientes en el suelo. Cenagal, por su parte, había intentado escabullirse, pero de repente, unos alambres surgen del aire, y le hacen tropezar, y Alambre, con la mano recubierta de alambres, le propina el golpe de gracia. Los héroes se reúnen, atando a Cenagal para que no pudiese escapar, y soltando a los vaqueros lejos los unos de los otros por diferentes lugares del desierto cercano.

– No puedo creer lo que he visto – dice Mercurio -. ¡Que decepción! Nunca volveré a mirar las películas de John Wayne de la misma manera.

– Tranquilo – dice pausadamente Alambre mientras se quita el polvo -. Lo que ha pasado aquí ha sido fruto de una… una… como decirlo, de una mala coincidencia. Espero que no se repita, y sinceramente no lo creo.

Los héroes se pasan horas y horas esperando que les devuelvan a su propio tiempo, pero nada pasa. Debe haber algún problema, piensan unos. Maldito Imán con su magia de feria, piensan otros. Y no se dan cuenta de la aparición de unos hombres con extrañas armaduras que se materializan detrás de ellos y los dejan inconscientes en un instante, sin mediar palabra. No hay amenazas, ni avisos, ni mensajes de ningún tipo. Cada poder es anulado específicamente, dejando tras de sí sólo una gran oscuridad que se torna escarlata.


-AGENCIA DORADA & ESCUADRÓN SUPREMO-
– Preludio al Final-

Silencio. Sólo silencio. Puro, inmaculado, eterno parece. Después de la corta batalla, la sede de la Agencia Dorada está sembrada de cascotes de todos lo tamaños repartidos por todo el lugar. Y el silencio que parece fuera de lugar, casi un intruso, pero bien recibido. Las señales de la lucha se notan claramente: los ataques del genio a la bestia Titanus, los rayos congelantes de Escarcha, las cartas-daga de Payaso. Increíble que después de todo lo que ha pasado, pueda el silencio calmar tanto odio que por allí ha pasado. Pequeñas ráfagas de viento entran por el gran agujero en una de las paredes del recinto. Frío nocturno y cielos escarlatas asoman. Y el silencio, sin más, empieza a desgarrarse, a gritar, mutando en zumbido, acompañado por estelas de luces casi celestiales. Ningún ojo humano está viendo el espectáculo, y es una pena, porque la grandiosidad, la belleza, es capaz de emocionar. Columnas de luces se forman, y se disipan, dejando tras de sí una preciosa carga. Los héroes que han resultado triunfantes en sus misiones han vuelto al punto de partida: Capitán Hora y Sueño Justiciero vuelven con Princesa Poder, aunque su intención original era quedarse más tiempo para ayudar en Atlantis, cosa que Galen no permitió; Dr. Ilusión y Ocaso vuelven con el Dr. Espectro, después de conocer la amenaza de Panteón Oscuro en el antiguo Egipto; Lady Alondra y Águila Americana vuelven con Alondra Celeste tras enfrentarse a la furia de Diablo, y haber conocido a los míticos Caballeros de la Mesa Redonda. La confusión es clara en algunos de ellos.

– ¡Cielo Santo! – exclama el Capitán Hora -. ¿Princesa? ¿Sueño? ¿¿Y Atlantis??

– Ése maldito Galen… – la Princesa aprieta el puño derecho con fuerza -. ¡Nos trajo de vuelta antes de que pudiéramos hacer algo en Atlantis! ¿Y ahora donde estamos?

– ¡Estamos en casa! – dice alegremente Lady Alondra -. ¡Al fin! P-pero… ¿que ha pasado?

– Esto es inconfundible – Dr. Ilusión desencaja una carta-daga de Payaso que estaba incrustada en la pared y la muestra a sus compañeros -. ¡La Agencia del Mal! – unos aplausos resuenan por todo el recinto. Aplausos y ecos de risas débiles. Los héroes se disponen en círculo, en actitud defensiva. Los aplausos siguen y se hacen más fuertes, hasta que la figura aparece tras una gran estatua que está rota en pedacitos por todo el suelo.

– ¡Muy bien! ¡Excelente! – la figura aparece, la figura de ¡Germán Furia! -. ¿Has pensado en hacerte detective? Me han dicho que esa profesión tiene futuro.

– ¡TÚ! – grita Águila Americana – ¿Todavía sigues con ésos perdedores? Pensé que como la rata que eres, huirías del barco antes de que se hundiese del todo.

– Bueno, el Titanic se fue a pique por menos… – Germán hace un movimiento de muñeca y la Agencia del Mal ataca de repente por todos lados -… ¡SORPRESA! – dijimos que ningún ojo humano había visto el maravilloso espectáculo de la cronoportación, y es cierto… ¡No dijimos nada de ojos meta-humanos! La bestia Titanus se lanza a la batalla entre unos gruñidos aterradores, pero el Dr. Espectro se pone en su camino.

– ¿Quién me iba a decir que lucharía contra la mítica bestia Titanus? – la ilusión se refleja en su cara -. Si alguien me lo hubiera dicho de pequeño…

El Amo de la Música se dispone a derribar a Lady Alondra y Águila Americana con uno de sus aparatos musicales, pero Alondra Celeste se interpone entre él y su objetivo, convirtiéndose en un duelo a la nota más aguda e intensa. El Amo aumenta la fuerza, y así lo hace también Alondra. El choque de energías se hace cada vez más visible. Por otro lado, Zarda desvía todos los rayos congelantes de Escarcha con su escudo, e intenta dirigirlos hacia otros villanos, pero el movimiento no ayuda. Ocaso hace acto de presencia por detrás de Titanus, y le lanza a la cara una de sus bombas de noche. El monstruo se retuerce, mientras una gran dedo índice de energía le derrumba, y una gran pluma le hace cosquillas en los pies («Siempre quise hacer esto» piensa Joe). Para cuando la bomba se disuelve con los resoplidos de la risa de Titanus, unas grandes planchas de energía se forman por los lados de la cabeza de la bestia, ¡aplastando con fuerza en los oídos a la cabeza de Titanus, que cae inconsciente! Mientras, Princesa Poder había conseguido aprisionar a Escarcha con uno de sus rayos contra la pared, y lo había dejado inconsciente de un puñetazo («Mandíbula de cristal, que típico» piensa Zarda). Payaso había estado fuera de juego desde un principio, ya que el Doctor Ilusión la había aprisionado con unos grilletes y una mordaza energéticos, y le había dicho al oído: «Lo siento, guapa«. Una sonrisa de chiquilla enamorada cruza la cara de la villana, aunque con la mordaza no se le ve. Entre Águila Americana y Lady habían distraído al Hombre Definitivo lo suficiente para que Sueño Justiciero lo pusiera a dormir con sus artilugios. Alondra Celeste gana en duelo con el Amo de la Música, que cae redondo al suelo. Todos los héroes se reúnen y se van acercando cada vez más al único que sigue en pie, Germán Furia.

– Je, je… éstos nuevos amiguitos vuestros son muy buenos – dice el villano -. Pero dejemos las presentaciones para más tarde – y de repente, Control Mental surge con un gran aparato que le recorre todo el cuerpo, con conexiones en diferentes sitios del cuerpo, y que parece tener el núcleo central en la cabeza del villano, en forma de casco. Una extraña luz empieza a brotar, y poco a poco, todos los héroes caen irremediablemente -. Nada como una máquina que cortocircuita la energía mental de seres inferiores para ganar, ¿eh, Control? Bueno, despierta al resto de esta banda de patanes, y llevémonos la carga, que no hay tiempo que perder.

-Acto Final-

Futuro. Extraño concepto. ¿Existe? ¿No existe? ¿Cuándo es «futuro«? Después de ahora. Después del siguiente segundo. Detrás de cada segundo, como si de una esquina retorcida se tratase, se encuentra lo desconocido. Pero, ¿podemos considerar el futuro como un lugar físico, accesible? Pregúntaselo a cualquiera de la Agencia Dorada o del Escuadrón Supremo, y si no estuviese totalmente inmovilizado, agotado, sin poderes y drogado, seguramente te diría que sí. Por lo menos no están en el presente que ellos conocen. Hiperión ha observado como traían a sus amigos y a las leyendas del pasado a la enorme sala que les sirve de prisión, y no ha podido hacer nada al respecto. Allí están todos: Princesa Poder, Zumbador, Doctor Espectro, Alondra Celeste, Molde, Alambre, Mercurio, Doctor Ilusión, Aguila Americana, Sueño Justiciero, Capitán Hora, Estrella Fugaz, Jimmy Lightning, Ocaso, Mr. Astonishing y Lady Alondra. A muchos no los conoce, pero da igual. Y por otro lado están los magos, con las piernas cruzadas y en posición meditabunda. Están en el éxtasis místico, envueltos en un aura carmesí impenetrable hasta el momento. Hiperión está debilitado por la materia que se conoce como argonita, y que el Centurión controla para mantener al mayor de los héroes a raya. El Centurión Escarlata aparece desde las sombras, acompañado de unos cuantos esbirros y de sus cómplices en el plan: Cenagal, ya vestido con atuendos correctos, Germán Furia, vestido también para la ocasión, el Hombre Definitivo, Control Mental, ya sin el aparato que cortocircuita la energía mental, y Titanus, increíblemente tranquilo (evidentemente dominado por Control Mental, igual que siempre). Todos se encuentran en el sótano del palacio del Centurión.

– Dios, necesito comprarme una cámara Polaroid para conservar momentos de familia como éste – dice el Centurión. Acto seguido se lleva una mano a la cara, a acariciarse la barbilla, como meditando sobre el asunto -. Claro que, para eso, debería conquistar el siglo XX. ¡Oh! – se da una palmadita en la frente – ¡Pero que despistado soy! Tsk, tsk. ¡Si es justo lo que iba a hacer! Que casualidad. ¿No os parece una idea simplemente… – levanta la mano derecha cerrada en puño, la abre, y una esfera que lleva empieza a brillar mostrando la imagen de las tropas del Centurión -… ¡brillante!?

– E-e-sss… e-estáss… l-loo-locoo – titubea Hiperión muy débilmente.

– Pues claro que lo estoy. ¿O acaso después de tantos años de relación no te habías dado cuenta? – el centurión coge la cara de Hipe con su mano izquierda, y aprieta levemente – ¡Vamos, Hipe! No te derrumbes ahora… no es propio de ti. Queda muy poco para el final, para mi glorioso y triunfante final. Después de todo, llevo esperando siglos este momento… ¿O quizá solo unos días? Milagros del viaje en el tiempo.

– Ejem… ejem… – interrumpe Cenagal lo más delicadamente posible -. Ya sabemos que sus… «conferencias» son increííííblemente interesantes, pero me parece que éste no es el momento más adecuado.

– Oh, cierto… es que cuando empiezo no paro. Aunque hubiera quedado más dramático si hubiese sido en voz alta. De todas formas, no es lo que quería decir – el Centurión empieza a pasearse por todo lo largo del lugar, pasando por delante de todos lo héroes, que en mayor o menor grado están despiertos – Veréis, ya nos hemos enfrentado muchas veces. Más de las que deberían haber sido, porque si os dais cuenta, (ahora no porque estáis pero que muy drogados), en el futuro, que es un mundo sumamente avanzado, me apoderé del poder muy fácilmente. Así que, ¿cómo es posible que gente de muchos siglos atrás sea capaz de resistirme? Estaba jugando… os ponía a prueba, en entornos difíciles, contra peligros increíbles, pero siempre ganabais. Erais buenos. Y yo me divertía, que era el objetivo. Hasta que Lightner os expulsó. La historia era muy clara, y así venía. Mi oportunidad de acabarlo todo de un modo más o menos a mi gusto, se me estaba poniendo a tiro. Y así lo hice. Los dichos son muy buenas frases que suelen sobrevivir a cualquier situación porque son expresiones fuertes, verdaderas, y mi clave siempre ha sido una: «Divide y vencerás«. Muy cierto, ya lo podéis comprobar – Germán Furia se reprime un bostezo. El Centurión se da la vuelta extrañado para mirar quién era, pero lo pilla tarde. Todos están rectos – Al grano, ya que algunos deben volver a casa pronto. Como decía, divididos fue fácil haceros caer. Yo organicé a la Agencia del Mal para que emboscara a la Agencia Dorada. Yo mandé a Cenagal al viejo oeste meses antes de que llegara alguien para asegurarme la victoria (aunque todos sabemos que no ha pasado así, en fin). La historia es un torrente muy fuerte, y los detalles se pierden con los siglos. No podía adivinarlo todo, pero con colaboradores es muy fácil, ¿verdad chicos?

– D-defii-defini …. definitivoo – dice débilmente Astonishing – ¿C-cómo pue… puedess seguir a… a seme-semejante locoo?

– Me da igual que el Centurión conquiste la Tierra – dice tranquilamente el Hombre Definitivo -. Mientras yo pueda seguir con mis experimentos, claro.

– A mí eso me da igual – dice el inmortal Germán Furia -. A mí me han prometido PODER – el resto de villanos está de acuerdo con una u otra afirmación.

– Pero todo llega a su fin – el Centurión Escarlata se acerca a una de las paredes del recinto, que reacciona ante la llegada del monarca, y se reconfigura construyendo un panel de control, con un gran botón rojo coronando la estructura -. Como supondréis, éste graaan botón rojo es algo importante. En cuanto lo presione, se iniciará la invasión del siglo XX y, oh-maravilla-de-maravillas, ¡no podéis hacer nada por evitarlo! – pero los grilletes individuales que sujetan a Mercurio, Zumbador , Estrella Fugaz, Molde y Alambre se abren (tanto los de manos, pies, tronco, cabeza, pectorales, espalda, etc. La seguridad en el futuro es muy completa). Los tres últimos caen al suelo rendidos, pero los dos primeros, aún aturdidos, desaparecen de la vista de los villanos, que extrañados, empiezan a adoptar diferentes posiciones de defensa. Control Mental y Cenagal caen inconscientes al suelo, tras una ráfaga de viento, que se materializa como los corredores, exhaustos ya que aún no se han recuperado del todo de la tortura. Dos esbirros del Centurión, en las sombras, siguen desconectando los grilletes, y los héroes, poco a poco, se van liberando. El último es Hiperión, que se queda apoyado en uno de ellos. Le quita el casco sólo para descubrir a Pantera, de la Agencia Dorada. Acto seguido, cae inconsciente. El Centurión se pone nervioso.

– ¡Inútiles! – se dirige a los villanos que quedan de pie. El Hombre Definitivo se había agachado a reanimar a Control Mental, sin ningún éxito hasta el momento. Germán se había aferrado a su pistola en su cinturón – ¡Haced algo contra ellos! – los dos esbirros que habían soltado a los héroes se terminan de quitar las armaduras para descubrirse como el ya mencionado Pantera y Electrón, que empiezan a luchar contra los esbirros del Centurión. Titanus, al no estar bajo la influencia de Control Mental, empieza a sembrar el caos por la sala, que como medida de compensación, empieza a lanzar pequeñas descargas aturdidoras de energía a la bestia, que no hacen más que enfurecerla. Alondra Celeste, apoyada en Lady Alondra, lanza su grito de forma modulada contra el monstruo, que empieza a calmarse, como seducido por la melodía increíble de Alondra Celeste. Princesa Poder se lanza por detrás de la bestia, propinándole un golpe tal en el cuello, que tira a la bestia al suelo de forma contundente. Germán Furia se estaba arrinconando cada vez más, alejándose de la lucha, siempre con su pistola en mano. Y detrás suyo, la pared se empieza a reconfigurar de nuevo, formándose un agujero de un conducto. Germán se da cuenta y se aleja de un brinco del mismo susto. Del agujero sale una figura encapuchada, que se descubre… ¡como él mismo! ¡Su versión futura!

– Venga, dame la mano – dice el Germán futuro, con todo el ruido de fondo se hace escuchar por su versión pasada -. Hazme caso. Ya sabes que no tienes a nadie más en todo el mundo sino a ti mismo. Lo sabemos. Yo sé lo que va a pasar, lo he vivido. ¿Entiendes? – las dos versiones de Germán Furia escapan por el agujero, que desaparece al reconfigurarse de nuevo la pared sin dejar rastro de ambos y del agujero. Nadie se da cuenta.

Mientras tanto, el Hombre Definitivo había traspasado su consciencia hacia otro cuerpo evolucionado, el de ¡¡¿ un escorpión gigante ?!! Coge con una pinza a Ocaso y con la otra a un muy débil Capitán Hora, ya que su hora de poder se acabó hace mucho, y su enfermedad empieza a atacar también. Ocaso lanza una bomba de noche a la cara del bicho, que sin poder ver nada, empieza a atacar con su cola envenenada por todos lados. Los héroes intentan esquivar los ataques, y también atacan. Aprovechando la debilidad de Definitivo, tanto el Dr. Ilusión como el Dr. Espectro construyen una jaula energética gigantesca en la que encerrar al bicho. Entre tanto, Hiperión ya más recuperado sin la influencia de la argonita que estaba en sus grilletes, libra a Ocaso y Hora de las tenazas del escorpión, y Zarda pilla al monstruo por la cola. Lady Alondra y Mr. Astonishing se acercan a socorrer a los dos héroes que caen sin sentido al suelo después del apretón de las tenazas. Hiperión se aleja, Zarda empieza a dar vueltas al Hombre Definitivo por los aires, y se lo lanza a Hiperión, que lo detiene de un gran y fulminante puñetazo. El Centurión no se había quedado quieto, y había manipulado la consola de control, ampliando las dimensiones de la sala y activando un sistema de elevación, que había situado la habitación en la azotea del palacio. Los últimos toques de la invasión habían quedado finalizados, hasta que finalmente) aprieta el botón. El palacio empieza a temblar, y un gran agujero abre el cielo. Las nubes convergen hacia él, y una luz eminentemente escarlata brota de él. Las legiones del Centurión se dirigen a él como mosquitos, por cientos y cientos. Estrella Fugaz actúa rápidamente, y lanza una potente descarga hacia el villano, pero un campo de fuerza le rodea, devolviéndole el ataque. Todos los héroes presencian la acción, y algunos acuden a ayudar a Estrella que había sido impulsado hasta estrellarse con la lejana pared a sus espaldas.

– ¿¿No os parece simplemente celestial?? – la locura del Centurión llega a sus cotas más altas, mientras mira a los héroes y señala al apocalipsis que se desata en las alturas -. ¡Ya os lo dije! ¡No podéis hacer nada! ¿¿Qué podríais hacer vosotros, que tenéis hasta un esperanzado pero inútil joven en vuestras filas?? – dice el villano refiriéndose a Jimmy Lightning – ¡¡ES RIDÍCULO!!

– ¡¡YA BASTA!! – grita con toda su furia el joven – ¡¡ESTOY HARTO DE QUE NADIE ME TOME EN SERIO!! ¡¡¡SOY UNO DE LOS MÁS PODEROSOS DE AQUÍ Y VOY A DEMOSTRARLO!!! ¡¡¡O-GD!!! – el genio toma forma tras un estallido de luz, pero no le da ni tiempo a decir una palabra – Genio, ¡¡DESTRUYE EL PALACIO DEL CENTURIÓN!!

El genio obedece, y el palacio del Centurión, con todas sus connotaciones, desaparece tras una nube de pequeñas luces que son absorbidas por el vórtice temporal creado en el cielo. Los héroes y el villano se encuentran en el suelo de la calle, y aún así, la sonrisa no se borra de la cara del Centurión Escarlata.

– ¡DA IGUAL! ¡¡YA TODO DA IGUAL!! – las gotas de sudor cruzan la cara obsesiva del demente monarca – ¡¡VUESTRO TIEMPO ME PERTENECE!! ¡¡EL ÚLTIMO RETO HA ACABADO… Y HE GANADO!!! – pero las tropas del Centurión empiezan a salir del túnel igual que entraron. Cientos y cientos de tropas salen del agujero sin haber cumplido su objetivo

– P-pero… ¡¡¡¿¿CÓMO ES POSIBLE Q-QUE…??!!! – la sorpresa se demuestra en las caras de todos los héroes -. Ya sé… ¡¡son ésos malditos hechiceros de feria!! ¡IMÁN! ¡RESPLANDOR LUNAR! Malditos seáis… es verdad, ¡¡no conseguimos atravesar sus malditas defensas místicas!! – cierto. Los magos crearon un bucle temporal, de tal forma que el vórtice temporal creado por el Centurión no hacía más que enlazar con él mismo, devolviendo las tropas al mismo punto de partida. Las cosas suceden muy rápidamente, y a algunos les cuesta asimilarlas fluidamente. Tal no es el caso de Zumbador, que reúne todo lo que tiene y se lanza contra el Centurión ante la atónita mirada de todos. Vibra a través del campo de fuerza, y en el transcurso de un latido noquea al Centurión con un microshock. La armadura del villano empieza a lanzar chispas, tiembla y empieza a explotar por diferentes sitios. Pero también se acciona el mecanismo cronoportador, que hace desaparecer al Centurión Escarlata hacia el misterio.

La tranquilidad se adueña de la situación. Todo ha acabado al fin, y las auras carmesí de los magos empiezan a extenderse, hasta que columnas de energía envuelven a todos hacia la paz del hogar. Un final feliz para casi todos (¡¡Te podemos asegurar, lector, que los villanos que han aparecido en éste número no están nada contentos con el final!!).

-Despedida-

Los años 40 son una etapa realmente curiosa de la historia. Y así lo están comprobando los miembros del Escuadrón Supremo, que entre asombro por lo que contemplan y confusión por lo ocurrido en las últimas horas, están ayudando a los miembros de la legendaria Agencia Dorada a arreglar los desperfectos causados por la batalla con la, tristemente también legendaria, Agencia del Mal. Mientras trabajan reconstruyendo el lugar, los héroes de ambos grupos hablan entre ellos, felicitándose, dando consejos, etc. Pero algunos comentarios se los guardan para ellos mismos.

– No conozco a casi nadie aquí – piensa Hiperión piensa levanta grandes cascotes, y los aparta para poder reconstruir el muro derrumbado de nuevo -. Pero su trabajo es legendario, su gloria no ha sucumbido a los embates del tiempo, son auténticos héroes… por los cuales se miden los de nuestro presente.

– Parece imposible estar de nuevo con ellos después de tanto tiempo – piensa melancólica Zarda, alias Princesa Poder – Muchos de ellos desaparecieron, otros murieron… de la mayoría no se sabe nada en la actualidad. Lo dimos todo por un mundo que se caía en pedazos, y logramos evitar catástrofes mayores. Es un regalo el poder verlos de nuevo.

– Me parece realmente increíble el estar con la… ¡¡con la Agencia Dorada!! – piensa un realmente impresionado Joe Ledger, alias Doctor Espectro – Los héroes y heroínas de mi infancia. Es todo un honor el haber luchado «codo con codo» con ellos.

– Lady Alondra es la madre de mi querido y difunto Águila Azul – se dice a si misma Linda Lewis, alias Alondra Celeste -. El futuro se va desvelando. Si ahora les revelase ciertos acontecimientos venideros, conseguiría evitar ciertas catástrofes. Pero, ¿debo hacerlo? No, esto no está en mi mano. Es suficiente con saber que Lady Alondra es su madre. Y aún así quedan muchas cuestiones en el aire. Pero me queda el consuelo de haber conocido a ése gran rubiales.. digo, de haber conocido a ése gran tipo que es Sir Justicia. ¡El muy machista! Y Lightning me esta mirando mucho. ¡Tranquilo Jimmy, que llegaras a ser un gran héroe!

– Molde piensa que cuartel dorado es bonito – el ser conocido como Molde hasta pensando lo hace en tercera persona – Pena que Agencia Mala estropeara lugar bonito. A Molde no le gusta Cenagal, ¿donde estará ahora?

– Dios, me duele la espalda – se queja mentalmente Alambre mientras carga con un gran trozo de una estatua rota -. Si ya sabía yo que debía haber dejado lo de ser héroe a la primera, pero es que soy un blandengue, ya me lo decía mi madre. Además de tener que ayudar a éstos vejestorios antes de volver a casita. Por lo menos me he desengañado de las maravillas del viejo oeste. ¡Que pena!

Mientras las tareas de reconstrucción acaban, Hiperión lanza una pregunta al aire.

– Pantera, Electrón – dice el héroe – ¿Cómo conseguisteis infiltraros en la guardia personal del Centurión Escarlata?

– Verás, – dice tranquilamente Electrón, que deja su tarea de soldar por un momento – Pantera y yo estábamos caminando todo lo silenciosamente que podíamos por las calles futuristas esas de marras. Era muy extraño que nadie nos hubiera detectado, y de repente y sin más, unas manos surgieron de la nada, más exactamente de las sombras, y nos cogieron a ambos sin que nos diésemos cuenta, como si fuésemos novatos – Electrón mira a Jimmy -. Sin ofender, hijo.

– Cuando nos despertamos – continúa Pantera, que deja su labor de limpiar el sitio de cascotes menores – estábamos en un gran salón, tecnificado al máximo: Cables por aquí, cables por allá, monitores por todos lados… Estábamos inmovilizados por unos grilletes comunes que nos ponían espalda con espalda, y al igual que antes, nuestros captores surgieron de las sombras. Nos explicaron la situación. Eran los descendientes de los héroes de nuestro siglo, nuestros descendientes, que se estaban confabulando en la sombra contra el tiránico poder del Centurión, nos proporcionaron el medio de infiltrarnos. Y el resto es historia. Nos contaron más cosas, pero éste no es momento para contarlas.

Las horas pasan, y al final, el trabajo termina. La sede de la Agencia Dorada queda como nueva, y la entidad sólo conocida como Fantasma Gris aparece, primero como débil neblina para después tomar forma humana encapuchada. Y habla a los héroes ahí reunidos.

– Escuadrón Supremo – su voz retumba no sólo en el lugar y en las mentes de los presentes, sino en sus mismas almas – Gracias por ayudar a la Agencia Dorada en una de sus horas más oscuras. Pero vuestra mera presencia aquí constituye una amenaza para las leyes de la naturaleza. Debéis volver a vuestro propio tiempo – y así, las dos agrupaciones de héroes terminan de despedirse. Fantasma Gris levanta los brazos, y un portal temporal se abre. Todos los escuadrones no lo dudan y lo cruzan. Zarda es la única que lanza una última y triste mirada a sus antiguos compañeros. Más allá del límite, lo desconocido.


-Epílogo-

Al poco tiempo, el Profesor Imán se alejo a su Sanctorum privado. Allí, invoco un portal, y de él surgió un anciano rostro… el rostro de Buna.

– Lo has conseguido -dijo el anciano hechicero. – Has cumplido la profecía, y has ayudado a mi viejo amigo a regresar a casa. Eres un digno sucesor, Clark.

– Muchas gracias, maestro. Pero dime, ¿regresara por fin el Escuadrón Supremo a casa?

– Eso es algo que sabrás… con el tiempo – dijo misteriosamente Buna, para desvanecerse como había llegado.


PROXIMO NÚMERO: ¡No es una alucinación! ¡No es una historia imaginaria! ¡El Escuadrón Supremo vuelve finalmente a casa! Pero… ¿qué misterios les esperan allí?


CARTAS A OTRA-TIERRA

Bueno, como el número anterior salió con algo de retraso, no hemos tenido tiempo para recibir ninguna carta respecto al #2. Así que mejor esperamos a ver si el mes que viene hay alguna carta para el «Concurso Supremo«, donde, recordamos, debéis intentar adivinar el máximo de referencias y homenajes a nuestra Distinguida Competencia que encontréis. Si no hay cartas, ya diremos la lista de homenajes nosotros. Hasta entonces, os esperamos aquí, en la misma Noctur-hora, en el mismo Noctur-canal.

Doctor Cómic

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