Daredevil #378

daredevil378De niño, el hijo de Jack Batallador Murdock quedó ciego a causa de un trágico accidente. Ahora, cuando el sistema legal no resulta suficiente, el abogado Matt Murdock adopta su identidad secreta y se convierte en… Daredevil

#378 – Onda expansiva
Por Bergil


Fecha de publicación: Mes 95 – 3/06


-Compañeros senadores y compañeras senadoras –inició su alocución Alphonse Kasetszer-, tomo en el día de hoy la palabra para presentar una moción que afectará profundamente a todos los neoyorquinos y todas las neoyorquinas. Es obrando en el interés de ellos y de ellas que hablo hoy aquí.

“El Estado de Nueva York fue una de las trece colonias originarias que dieron lugar a los Estados Unidos de América. No hicimos como otros territorios, que esperaron a que estuviera aprobada la Constitución1, sino que estuvimos en primera línea desde el principio, porque los representantes2 del Estado de Nueva York pensaron que era lo mejor para los neoyorquinos y las neoyorquinas.

“Durante más de dos siglos hemos permanecido como miembro leal de la Unión, aportando nuestro esfuerzo para el engrandecimiento del país. Pero todo llega a su fin, compañeros senadores y compañeras senadoras. Ha llegado la hora de que el Estado de Nueva York camine solo, rompiendo los lazos que le atan a los otros cuarenta y nueve estados.

“Y es por ello que, actuando en defensa del interés de todos los neoyorquinos y las neoyorquinas, propongo formalmente que se acepte a trámite una moción por la que tenga lugar la secesión del Estado de Nueva York de la Unión. No quiero que mis compañeros y compañeras senadores y senadoras piensen que obro a la ligera o movido por otros intereses que no sean los del pueblo de este gran Estado. De hecho, la moción viene respaldada por el porcentaje necesario de miembros de esta augusta cámara, y confío en que sea aprobada. Muchas gracias”


En la tribuna de prensa, Ben Urich emitió un largo silbido, al tiempo que pensaba “Y yo que creía que ésta iba a ser una jornada aburrida…”


En casa de Liz Allen, Foggy seguía perdiendo una partida tras otra frente a Norman, por lo que no se enteró de nada.


En el aeropuerto Logan, de Boston, Matt empezó automáticamente a repasar las normas aplicables al caso. La Constitución de los Estados Unidos era fácil, tenía sólo siete artículos y un par de docenas de enmiendas3, y hasta donde podía recordar en ninguna de ellas se mencionaba la posibilidad de que un Estado se separara de la Unión. No estaba tan seguro de lo que decía la constitución del Estado de Nueva York. Aunque era más extensa4, tampoco hacía ninguna mención sobre el particular (“Lógico,” pensó Matt, “¿a quién demonios se le ocurriría salirse una vez ha entrado?”). Y luego estaba la Jurisprudencia del Tribunal Supremo, tendría que consultarla… Pero solo una vez en la historia se había planteado la secesión de la Unión, y todos sabían muy bien cómo terminó aquello5

En ese momento, el sonido de su móvil le sacó de sus pensamientos.


En Los Ángeles, y debido a la diferencia horaria, Liz Allen estaba en mitad de la reunión de negocios que la había llevado a la Costa Oeste, cuando una de las secretarias entró en la sala de juntas:

-Perdonen que les interrumpa, señores, pero creo que deberían ver esto… –dijo, al tiempo que pulsaba un mando a distancia que hizo deslizarse un panel de la pared del fondo, dejando al descubierto una gran pantalla de televisión.


En el Reino Unido, el Sun6 lanzó inmediatamente una edición especial, con un llamativo titular a toda página: Los Estados Unidos se desunen. Y en tipografía sólo ligeramente menor Quizá sea tiempo de ir pensando en recuperar las colonias.


En el Pravda de Minsk7, el titular era La decadencia capitalista acaba con el tirano imperialista. Todo ello en caracteres cirílicos, por supuesto…


Cuando Matt llegó a las oficinas de Nelson & Murdock, se dirigió directamente al despacho de su socio. Aun antes de abrir la puerta, su sentido de radar le había dicho que el mismo se encontraba vacío, por lo que, tras llamar infructuosamente para mantener las apariencias, se dirigió a la secretaria de Foggy:

-Perdone, Anna, ¿sabe donde está el señor Nelson?

-Se tomó el día libre, señor Murdock, ¿no lo recuerda?

-Ah, sí. Claro, Anna, perdone –dijo Matt, dirigiéndose a su propio despacho para llamar a Foggy a su móvil. Cuando descolgó, escuchó un suspiro de alivio-. ¿Qué pasa, Foggy? – preguntó.

-Caramba, Matt, me acabas de librar de perder a un videojuego por quincuagésima vez… creo, no estoy muy seguro, al fin y al cabo soy de letras…

-Foggy, ¿no has visto la tele?

-Pues no, la verdad. Es que he estado con Normie todo el rato, desde que Liz se marchó, y la mejor manera de tenerle tranquilo es jugando con la maldita consola, así que…

-Foggy, creo que es mejor que te vengas para las oficinas. Ya sé que te has pedido el día libre, pero…

-¿Y qué hago con Normie, Matt? Que Liz ha confiado en mí… Dios sabrá por qué… y no quiero defraudarla, la verdad…

-Qué le vamos a hacer… –dijo Matt con un suspiro-. Tráetelo para acá, anda. Pero que sea rapidito, que la cosa tiene tela…

-De acuerdo, Matt, en media hora estoy allí. Pero vete pensando en cómo vamos a entretener al crío…

-No te preocupes, algo se me ocurrirá…

-Vale, pues. Hasta ahora, Matt.

-Hasta ahora, Foggy.


-Vale, pues. Hasta ahora Matt-dijo Foggy, y tras escuchar la respuesta de su socio colgó el teléfono y volvió al salón-. Oye, Norman… –dijo al niño, que permanecía con los ojos fijos en la pantalla de la televisión.

-¿Sí, Foggy? ¿Qué quieres? –dijo Norman, sin apartar los ojos de la pantalla y poniendo más y más metros de por medio con el siguiente coche en la carrera.

-Verás, Norman, me acaba de llamar Matt, mi socio… y por lo visto necesita que vaya para allá inmediatamente. Así que, como tu madre me dijo que me ocupara de ti, anda, coge el abrigo y acompáñame, ¿Vale?

-Bueno, vale –respondió Norman. Decididamente, se lo estaría pasando mucho mejor con el tío Peter y su mujer… A ver si mamá volvía pronto de California…


Foggy tuvo suerte, y el transporte se le dio inusualmente bien, así que en veintitrés minutos estaba entrando en las oficinas de Nelson & Murdock. Subió hasta la planta donde Matt y él tenían los despachos, y se dirigió al de su socio, con Norman siempre pegado a sus talones.

-Vale, Matt, ya estoy aquí. ¿Qué es lo que quieres?

-Hola Foggy. Hola, Norman. Lo primero es lo primero, socio. ¿Me acompañas un momento, Norman?

-Claro

Matt llevó al chaval hasta las mesas donde trabajaban las secretarias. Allí habían instalado un ordenador portátil.

-Oye, Norman, yo no he jugado a este juego, pero me han dicho que te podría interesar. ¿Lo conoces?

Che-mi-cal Ty-coon… No, no lo conozco. ¿De qué va?

-Por lo que me han dicho, eres el presidente de una pequeña empresa petroquímica, y tienes que dirigirla hasta convertirla en una gran multinacional. ¿Te interesa?

-Pero… ¿no hay carreras, ni disparos, ni…? ¡Hey, un momento! –exclamó, con un brillo en los ojos-. ¡Es como lo que hace mamá! ¿Verdad que lo es?

-Exactamente, Norman. Es como lo que hace mamá –dijo Matt con una sonrisa-. ¿Quieres intentarlo?

-¡Claro que sí! –dijo Norman, sentándose en el asiento y agarrando el ratón.

-De acuerdo. Vamos, Foggy. Vosotras –siseó en dirección a las secretarias, haciendo el gesto de llevarse los dedos índice y corazón de la mano derecha a los ojos, y luego haciendo el mismo gesto en dirección a Norman, ya completamente abstraído-, no me perdáis de vista al niño, ¿eh?

-De acuerdo, señor Murdock.

-Perfecto. Foggy…


Una vez estuvieron a solas en el despacho de Matt, Foggy exclamó asombrado:

-¡Joroba, Matt, no te suponía tan al día en materia de videojuegos! Ni en un millón de años se me habría ocurrido algo así…

-Ni a mí, Foggy, ni a mí…

-¿Entonces…?

-Entonces, fui a ver a las secretarias y les pregunté qué clase de juego, a poder ser no demasiado ruidoso, podría entretener a un chaval de unos diez años. Me preguntaron que a qué se dedicaban sus padres, se lo dije y me mencionaron este juego. Bajamos a comprarlo, lo instalamos y cinco minutos después llegabais vosotros.

-Matt, viejo tramposo… por un momento me habías engañado… Bueno, vamos al forúnculo, digo al grano. ¿Para qué me has hecho venir?

-Foggy, Dios te bendiga, debes ser el único neoyorquino mayor de edad que no sabe lo que ha pasado esta mañana.

-Pero ¿QUÉ es lo que ha pasado?

-Pues que se ha presentado una moción en el Senado estatal…

-Vale, ¿y?

-… y que en esa moción se insta al Senado a proclamar la secesión del estado de Nueva York.

-¿La secesión? ¿La secesión de dónde?

-De la Unión, Foggy, de la Unión. Que quieren quitarle una estrella a la bandera, vamos8

-Vale, Matt, ya lo entiendo. Lo que no acabo de entender es por qué me has llamado tan deprisa… ¿En qué nos afecta eso a nosotros? Somos penalistas, algo civilistas, quizá… pero en ningún caso constitucionalistas…

-¡Qué me vas a contar! Pero es que hay una cosa más que todavía no te he contado…

-¿El qué? –preguntó Foggy, temiéndose la respuesta.

-Pues verás…

Y Matt comenzó su relato.


“Verás, Foggy, estaba en…”

En ese momento, Matt se interrumpió un instante. Su amigo no sabía que había ido a Boston a ver a su madre biológica, y tampoco había necesidad de contárselo. Así que decidió modificar ligeramente los hechos.

“… en la calle, dando una vuelta, cuando capté el sonido de la televisión del bar por delante del que pasaba. Estaban dando la noticia de la moción, y por puro acto reflejo me puse a pensar en si semejante disparate tendría alguna base jurídica o se trataba simplemente del desvarío de un grupo de orates.”

“En ese momento, sonó mi móvil. Era Blake Tower9. Me dijo que se estaba creando un grupo de abogados para ver cómo enfrentar este problema, y que le gustaría que estuviéramos en él. Le dije lo mismo que me acabas de decir tú: que nos movíamos sobre todo en el ámbito del Derecho Penal, y tangencialmente en el del Civil; que en ningún caso nos habíamos metido en el campo del Derecho Constitucional, y que lo que pudiéramos saber de la carrera lo tendríamos bastante olvidado… Cualquier excusa que se te pudiera ocurrir darle, yo se la di.

“No se dio por vencido. Dijo que, a lo largo de todos estos años, había aprendido a respetarnos. Que siempre le dábamos un enfoque novedoso a los asuntos, y que nunca nos dábamos por vencidos10. Que iba a tratarse de un grupo multidisciplinar, ya que una contingencia tan inesperada requería ser enfrentada de un modo completamente nuevo a la vez que riguroso…

“En fin, Foggy, que lo único que pude decirle para que dejara de atosigarme fue que lo consultaría contigo. Cuando me colgó, vine para aquí tan rápido como pude. Anna me recordó que te habías cogido el día libre para cuidar de Norman, así que te llamé a tu casa. Y el resto ya lo sabes”


Cuando Matt terminó de hablar, se produjo un silencio, que fue finalmente roto por Foggy.

-Matt…

-¿Sí, Foggy?

-Tengo dos preguntas que hacerte.

-¿Cuáles, socio?

-¿Cuándo empezamos? Y ¿quiénes son los demás miembros del equipo?


Esa noche, en un lujoso ático del edificio Dakota, una sombra se deslizó sigilosa hasta la caja fuerte. Con dedos expertos giró la rueda hasta que todos los discos estuvieron en posición. Presionó el picaporte hacia abajo, abrió la puerta y exhaló un suspiro de satisfacción cuando vio que el contenido era el que esperaba. Lo introdujo en una bolsa que llevaba pendiente del hombro y salió por donde había entrado.

Todo ello, en menos de dos minutos.


Próximo número: Sabremos algo más sobre el equipo de abogados, sobre las reacciones a la moción de secesión, sobre la estrategia de los secesionistas y sobre los robos. Hasta el mes que viene.


1.- Se refiere a Vermont, que no ingresó en la Unión hasta 1.791. De hecho, fue el primer estado de la Unión no perteneciente a las trece colonias originarias.

2.- No, Alphonse no se ha olvidado de las representantes. Es políticamente correcto, pero no imbécil (al menos, no del todo). No estuve allí, pero me jugaría la cabeza de Carlos a que a finales del siglo XVIII, ninguna de las trece colonias envió representantes del sexo femenino a la convención de Filadelfia…

3.- En concreto, y hasta la fecha, veintiséis. Aunque las diez primeras se aprobaron de modo simultáneo a la Constitución, y son conocidas como el Bill of Rights.

4.- Tiene veinte artículos, pero con muchos más apartados que los de la Constitución de los Estados Unidos.

5.- Pues terminó en la Guerra Civil (o de Secesión) de los Estados Unidos (1.861-1.865), cuando once estados del Sur (Mississipi, Florida, Alabama, Georgia, Louisiana, Virginia –excepto la parte occidental, que permaneció fiel a la Unión y que en 1.863 se constituyó en nuevo estado, llamado precisamente Virginia Occidental-, Carolina del Norte, Carolina del Sur, Tejas, Arkansas y Tennesee), esclavistas (aunque algunos estados de mayoría esclavista, como Missouri, permanecieron en la Unión), se unieron en los Estados Confederados de América. El Norte (la legalidad preexistente, por así decirlo) no aceptó tal secesión, claro, y estalló la guerra.

6.- Es un diario sensacionalista.

7.- Capital de Bielorrusia. De todas las ex repúblicas soviéticas, ésta es la única que no es, además, ex soviética. Que allí siguen en pie las estatuas de Lenin, el régimen de partido único y todo lo demás, vamos.

8.- En la bandera norteamericana, las trece rayas horizontales (siete rojas y seis blancas) representan las trece colonias fundadoras, mientras que las cincuenta estrellas blancas sobre fondo azul representan los cincuenta estados. Es la parte de la bandera que ha ido cambiando conforme se iban incorporando nuevos estados.

9.- Fiscal general de Nueva York en el mundo Marvel y, claro, en el mundo Marveltopía.

10.- Coincidiendo con Tower, y para los que piensen que el único abogado válido en la firma es Matt, Wilson Fisk dijo en el nº 227 de la colección, refiriéndose a Foggy: Es un juicio notable por la actuación de Franklin Nelson, cuya defensa precisa e imaginativa me inclina a contratarlo para nuestra organización.


En cuanto a las cartas, ha llegado el comentario de José Cano:

“Otra serie que resucita. Se agradece mucho el resumen cuando ha habido un parón así (me lo apuntaré para FX), porque hay cosas que se acaban olvidando.”

Toma, y a mí… ¿por qué te crees que incluyo los resúmenes? ;-{Þ>

“Je, la escena de Foggy y Liz me ha encantado, tan ¿cotidiana? Lo mejor de Foggy es lo normal que resulta.”

En todas mis series intento que las cosas se desarrollen de modo, digamos, natural. Lo que pasa es que, reconozcámoslo, con seres espaciales o dioses mitológicos no es fácil que se produzca esa cotidianeidad que mencionas. Pero espera a los próximos números y verás…

“¿Al Kasetszer existia previamente o representa a alguien o algo? Me suena pero no sé de qué.”

Alkasetszer es un antiácido, un medicamento. Por eso le puse ese nombre al personaje. O sea, que me lo he inventado yo solito.

“Alaaa… Nueva York se independiza de la Unión… ¿a cuántas colecciones puede afectar eso? Diox, toma universo compartido puesto a prueba.”

Para que afectara, hay que esperar a que Nueva York se independice. Además, la acción se va a desarrollar sobre todo en el ámbito jurídico.

“Lo que no sé es como repercute esto directamente sobre Matt y compañía.”

En este número ya has tenido alguna indicación. En los siguientes, más…

Además, gracias a los que eligieron el número anterior como el mejor de la semana en que fue publicado.

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