Hombre de Hierro #340

hombredehierro340Hace años el inventor y genio tecnológico Anthony Stark creó una armadura para salvar su vida y combatir el crimen. Ahora y tras su muerte, el criminal Barón Zemo ha usurpado su nombre y tecnología para llevar a cabo sus maléficos planes. ¡Stan Lee presenta al nuevo y mortal… HOMBRE DE HIERRO!

#340 – Corre
Por Aleix Gabarre
Portada de Angela


Fecha de publicación: Mes 44 – 12/01


LA HISTORIA HASTA HOY:

Aprovechándose de la muerte del joven Tony Stark a manos de Onslaught, el Barón Zemo, con la ayuda del Arreglador ha suplantado la identidad del vengador dorado, engañando a todos los compañeros de Stark, incluido James Rhodes. Tras un ataque a la recién recuperada Stark Internacional, Zemo convenció a Rhodes para crear Soluciones Stark, un equipo pensado para atacar a los supervillanos antes de que estos den el primer paso. Tras combatir a un desprevenido Láser y derrumbar un edificio persiguiendo a los nuevos Amos del Mal, Jim Rhodes empieza a tener serias dudas sobre lo que pasa en Stark Internacional. En el mismo momento que Jim decide investigar que se cuece en la empresa, la Viuda Negra aprovecha una fiesta organizada por «Tony» para jugar al gato y al ratón con él. La Viuda parece irse satisfecha del encuentro, pero Jim es descubierto por el Arreglador, justo en el instante en que empezaba a encajar las piezas clave del asunto.


Corre. Corre hasta que tus pulmones revienten y entonces haz un ultimo esfuerzo. Arrástrate si es necesario, túmbate y rueda por el suelo, déjate caer en las bajadas. Haz lo que sea necesario, pero nunca dejes de moverte. Nunca pares, nunca descanses. No hay reposo posible hasta el final, no hay tregua hasta que llegues. Entonces sí, entonces será el momento de caer al suelo exhausto, de pasar días en la cama sin hacer nada. Pero no aún. No hasta llegar. No mientras ellos sigan allí. No mientras el infierno corra detrás de ti.


Stark Internacional. Antes.

– Pf, maldita zorrilla rusa, mas le vale que no volvamos a encontrarnos…

– ¡Hola jefe! ¿No hace una noche estupenda?

– Vaya… ¿Siempre tardas tan poco en emborracharte Ebersol?

– snif, no es el alcohol, jefe, es la adrenalina. He pillado un negrales metiendo el hocico donde no debía y bueno… me he visto obligado a encerrarle en el cuarto oscuro por mal chico.

– Oh, vaya… en fin, supongo que era inevitable tarde o temprano. Sí, vamos a tener que resolver este asunto de manera inmediata. Tengo que admitirlo, Ebersol, he disfrutado riéndome en las narices de ese orangután, pero ahora no es tiempo de risas, tenemos trabajo muy importante que debe ocupar toda nuestra atención.

– Eh, vale. Mire, yo estoy demasiado contento ahora mismo para del fin del mundo como lo conocemos y tal. Además, hay por aquí una rubia muy interesante a la que no quiero perder de vista. Si me disculpa…

– Criaturas… en fin, supongo que podemos dar por acabado el día. Ve a divertirte, y por cierto…

– ¿Eh? Oh, gracias, snif. ¡Nos vemos!

– sigh. Ah, hola senador, ¿cómo se encuentra su esposa?


Recuerdo cuando estar dentro de la armadura era como hacer surf en un tsunami, o puenting en el Gran Cañón. Ahora es arrastrar el cadáver de un elefante por el Everest. Las baterías funcionaron en estado de emergencia ocho minutos. Luego ya no. He perdido la cuenta del tiempo que llevo corriendo con este peso encima. Maldito bastardo, voy a disfrutar partiéndote los brazos.


Stark Internacional. Planta -4 ½ . Antes.

– Si notas que empiezas a hacer cosas raras no te preocupes, es la armadura. Verás ese chisme del que te hablé antes, el inhibidor, está programado para situarse en la jerarquía más alta del sistema y vetar todas las instrucciones que reciba incompatibles con sus directrices, o sea, las mías. Si fueras un genio de la electrónica como yo quizás podrías contraprogramarlo, pero claro, ¿no lo eres verdad? No, mas bien eres un idiota palurdo que ha metido la pata hasta el fondo. En fin, ¿por dónde iba? Ah, sí, le llamo inhibidor porque la primera orden siempre es la de apagar las baterías, pero puede hacer mucho más. Como moverse. ¡Saluda con la manita!

– Eres un desgraciado asqueroso, reza para que no te coja

– ¿Cogérme? ¡Pero si el que te tiene pillado soy yo, amigo! A ver como me pides perdón. Oh, gracias, no tenías que ponerte de rodillas… bueno, espera, sí que tenías.

– Disfruta mientras dure Arreglador, vas a borrar esa sonrisa estúpida muy pronto.

– Es «El Arreglador», chocolate. «El Arreglador», no «el mecánico incompetente cabezahueca metepatas».

– Vas a pagar por esto en cuando Tony…

– ¡Ja ja ja ja! ¡Tony lleva meses muerto, imbécil!

-¿Qu…

– ¡Eres un capullo enorme! Y yo que pensaba que nos habías enganchado… espera a que el Barón oiga esto…

– Pero… pero…

– Me aburres, apágate un rato. Te cerraría los conductos de aire pero tengo una fiesta arriba. ¡Hasta luego!


No puedo más, voy a tener un ataque como siga corriendo. Tengo que quitarme esto del pecho inmediatamente. ¿Hay alguien? No… ¡si! Mierda, ahí están. Mierda. Vamos, fuera, fuera… maldito trasto mecánico! No, mierda, corre, corre, sigue corriendo. Tienes que llegar a la Mansión. Corre.


Stark Internacional. Planta -4 ½.

Jim no movió un músculo, ni siquiera pensó, durante unos minutos. Simplemente, su cuerpo aún estaba asimilando todo lo que le havia venido encima. Prisionero del Arreglador, Tony muerto. Tony muerto.

-No.

Salió del trance. Lo primero era recuperar el control de la armadura. Luego, atrapar al Arreglador.

«Armadura»

———-

«Iniciar arranque de emergencia. Código Alpha-Prima-Rojo-9658»

———-

Aquello no estaba resultando en absoluto. Si lo que el Arreglador afirmaba era cierto, disponía de un control absoluto de la coraza. Más de 175 kilos de rígido metal inmóvil. Demasiado.

– Espera un momento… Jim, inútil,¡¿ por qué no piensas con la cabeza?! No es el hardware lo que falla, es el soft! La armadura tiene toda la energía del mundo, es la maldita orden de esa rata lo que la inmoviliza! Si encontrara una manera de sobrecargarla, todos los comandos se anularían! «Claro que eso dejaría la armadura sin energías»

– Mieeeeeerda…


Juegan conmigo. Lo sé. Me muevo como una tortuga enferma, y a pesar de ello no me atrapan. Casi puedo oír sus risas. Reíd, imbéciles. Seguid riendo. Vuestros insultos alimentan la rabia que me mueve.


-¡grrrrrrr….!

-¡nnnhhhhhhhh….!

-¡¡NNNNHHHHHH…!!

Lenta, dolorosamente, el metal se tambaleaba. Rodhes, inmóvil, trataba de empujar con todas sus fuerzas hacia delante, hacia la ley de la gravedad que situaría su armadura a la misma altura que la única salida de corriente que sus ojos habían podido localizar. A dos metros de él.

-nnnnhhhh….

Sin poder torcer su cuerpo, la única opción posible era cargar los hombros hacia atrás y hacia delante, con tanta fuerza como le fuera posible. Su máximo peso en un gimnasio no superaba los 120 kilos. Con articulaciones.

-nnnnnNNNNNNHHHHH…!!!

¿Cuanto tiempo había pasado? Imposible de calcular. Sentía la piel de sus hombros hirviendo, los músculos de su pecho, tensados, parecían querer salir de su tórax. No eran los únicos.

Al fin, un movimiento, una leve inclinación. Las puntas de sus pies no tocaban por entero con el suelo. O eso parecía, el esfuerzo estaba dejándolo insensible.

-NNNNNNNNHHHHHHHH….!!!

-NNNNNNNNHHHHHH….!!!

-NNNNNNNNNNNNHHHHH…!

Ahora. Ahora, AHORA!

*KRONG*


Calle 12? 20? ¿Dónde…? ¿Qué acabo de cruzar? ¿Qué…? Todo me da vueltas… no, no, otra vez no, otra…

*¡¡sschhKOW!!*

-Hey, casi le doy esta vez!

Gracias, bastardo, empezaba a marearme.


-uh…?

Lo parecía, pero no estaba soñando. Podría haber sido el impacto al caer a peso muerto contra el suelo, podría haber sido el esfuerzo, la confusión… tanto daba; la profunda desorientación que sentía solo significaba una cosa: había perdido la conciencia. Y sin referencia externa alguna, no había manera de saber cuanto tiempo había estado así.

Se estaba fallando a sí mismo. Pocas cosas le enfurecían más que aquello.

Una de ellas se encontraba cuatro pisos y medio por encima suyo, disfrutando de una fiesta.

Forzando la mirada, Rodhes encontró una toma de energía.

«Ahora solo necesito convencer a la armadura de que no tiene baterías y sobrecargar el sistema». «¿Armadura?»

———-

– Bueno, Jimbo, vamos allá otra vez.

Una toma de energía. Dos metros. Un brazo. Poco más de un metro. Aproximadamente, 50 kilos de metal. 50 kilos en un solo brazo.

-Vamos, vamos, VAMOS!


-Aquí James Rhodes, llamando a los Vengadores, ¿Capi? ¿Thor? ¿¡ALGUIEN!?

*¡¡sschhKOW!!*

*¡¡sschhKOW!!*

*¡¡sschhKOW!!*

Por favor…


Las buenas noticias eran que el brazo había quedado ligeramente por encima del suelo. Las malas eran que, para llegar a la toma de energía, debía separarlo completamente del torso.

Cinco minutos de esfuerzo, tres dedos de separación. Cuatro años mas de esfuerzo, cinco dedos. Dos siglos de esfuerzo más, dos manos. Tres mil millones de años después, noventa grados de inclinación.

«Venga, pequeña, vamos. Nota la energía, vamos, vamos…» No tienes energía, no puedes moverte, no respondes, no puedes tener energía si no respondes, vamos, vamos pequeña… La notas? Está ahí, te llama… toda esa energía libre para que te alimentes de ella… está ahí, a tu alcance, vamos…»

-VAMOS, MALDITA SEA!!

Primero se oyó un crack, luego las luces se apagaron.

Luego, una luz se encendió.

«Armadura?»

MODELO SS3 OPERATIVO

– Gracias a Dios… estatus?

SISTEMAS CENTRALES, FUNCIONALES EN UN 100%. SISTEMAS PERIFÉRICOS, FUNCIONALES EN UN 30%.

-Energía…?

ENERGÍA RESTANTE: 4% RECARGO DE BATERÍAS RECOMENDADO.


*¡¡sschhKOW!!*

-Corre, negro!

*¡¡sschhKOW!!*

-Corre!!

*¡¡sschhKOW!!*

Corre. Corre. Corre.


– Es por eso que una revisión urgente de los criterios de admisión para refugiados del tercer mundo sería altamente recomendable. Necesaria, me atrevería a decir.

– Si, claro, entiendo su punto de vista, señor Stark. Pero, ¿no es un tanto extremo sospechar que todo extranjero sea un terrorista potencial?

– Mejor sospechar de terrorismo potencial que lamentar el terrorismo real cuando es ya demasiado tarde, no cree, senador? Claro que los controles no serían necesarios para todos los inmigrantes. En la zona sub-sahariana, por ejemplo…

La orquesta dejó de tocar, y las conversaciones se apagaron paulatinamente. Algunos, rápidos, se llevaron la mano a los bolsillos buscando fuego. Stark Internacional estaba a oscuras.

-Por favor, no se preocupen! Las luces de emergencia se encenderán en breves segundos! Sigan disfrutando de la fiesta! Ven? Ya está. Vamos, arriba esas copas!! Me disculpa un momento, senador? Voy a ver que es lo que ha pasado.

-Claro, claro…

«Ebersol, inútil. Voy a decorar mi sala de trofeos con tu piel como sea lo que me imagino»


Necesito llegar a la Mansión. Es necesario, no por mí, o por mis heridas, mi sangre, o mis escasas energías. Es absolutamente imperativo que llegue a la Mansión, o nadie lo sabrá nunca. Soy el único ser vivo capaz de echar todos sus planes por los suelos, el único que puede hacer volar su castillo de naipes. Si muero ahora, nadie lo sabrá, nadie podrá pararlos. Debo llegar. Es necesario.


– De verdad, no es necesario preocuparse jefe. Ya le he dicho que todo está bajo control.

– Si Ebersol? Entonces puedes explicar porque no podemos bajar a la planta -4?

– Yo… debe haber saturado los sistemas. Algo muy burdo, típico de alguien con su cerebro minúsculo. Nada que no pueda resolver en…

*Hey, inútil. Al habla su ex prisionero favorito. Soluciones Stark le desea un feliz aterrizaje sin frenos piso abajo, cortesía de Repulsores Stark tm, los únicos capaces de cortar cables de ascensor en un minuto. Buen viaje, idiota*

– Oh, mier…

ENERGÍA RESTANTE: 2% RECARGO DE BATERÍAS RECOMENDADO.

– Vale Rhodes, ya te has divertido, ahora sal de aquí pitando.


-Sal de donde te escondes, rata! Venga, fuera!

Calma. Descansa, toma aire. Tres. Dos. Uno

*¡¡sschhKOW!!*

*¡¡sschhKOW!!*

-Ja, ja! Corre, gallina!

-Basta. Ya nos hemos divertido lo suficiente. Acabemos con esto de una vez y volvamos..

-Si señor, será un placer, señor.


Stark Internacional.

Algunos metros por encima de lo que segundos antes era el ascensor privado de Anthony Stark, dos figuras metalizadas, suspendidas en el aire, contemplan la obra de un simple mecánico de helicópteros.

-Vale, vale, no digo que no me haya cogido por sorpresa, pero la verdad, Barón, esperar a que bajáramos, forzar las puertas del ascensor y cortar los cables no es precisamente una estrategia digna de…

-¿¡Quieres callarte de una vez?! Ya estoy más que harto de tus excusas baratas, Ebersol! Ese mono no ha hecho mas que traernos complicaciones desde el primer día y tu, en lugar de centrarte en tu trabajo, te has dedicado a provocarle. Debería acabar con los dos ahora mismo! ¿Te crees que estamos jugando, Ebersol? ¿Es esto un juego para ti, una nueva oportunidad de demostrar lo muy inteligente que eres, eh?

-Señor… yo…

-Tu vas a callar de una maldita vez y me vas a traer su cuerpo humeando, ¡¿está claro?!

-Señor…

Y en ese momento, las alarmas contra incendios atronaron a lo largo y ancho de la empresa, seguidas, un instante después, por el humillante agua de los aspersores.

-QUIERO LA CABEZA DE JAMES RHODES.

Varios pisos por encima suyo, los invitados se agolpaban caóticamente hacia las salidas de emergencia, colapsando todos los accesos. Fuera, entre satisfecho y agotado, Jim, contemplaba los resultados de su plan de emergencia. No estaba mal para ser algo improvisado, seguro que eso mantendría ocupado al Arreglador una temporada.

ENERGÍA RESTANTE: 1%. LIMITANDO RECURSOS A FUNCIONES DE EMERGENCIA

-Mierda, con eso no voy a llegar a ninguna parte. Al diablo con todo; pon toda la distancia que puedas de esos bastardos y llega como puedas hasta la Mansión de los Vengadores, Jimbo. Esto te viene demasiado grande ahora mismo.

NO DISPONE DE ENERGÍA SUFICIENTE PARA ACTIVAR LOS SISTEMAS DE PROPULSIÓN AEREA. POR FAVOR, RECARGE LAS BATERIAS.

-Jodeeeer…. Armadura, cargar toda la energía disponible a sistemas de propulsión.

NO DISPONE DE ENERGÍA SUFICIENTE PARA ACTIVAR LOS SISTEMAS DE PROPULSIÓN AEREA. POR FAVOR—

-Mierda, armadura, ¡ahora no! Código Alpha-Prima-Rojo-9658, toda la energía a los sistemas de propulsión, ya!

En un primer momento, Jim pensó que aquello no iba a ser suficiente, pero de manera casi milagrosa, los propulsores obedecieron su orden y empezaron a desplazar, primero en un fuerte arranque, luego decayendo en su empuje, la maltrecha armadura.

«No debería perder los nervios de esa manera. Es inútil enfadarse con una computadora. Solo…». La falta de aire interrumpió sus pensamientos. En efecto, la armadura había desplazado todos sus recursos a propulsión, sistemas de mantenimiento vital incluidos.

En el momento que Jim dejó caer el casco al suelo recobró, además del aire, el sentido del oído. Justo a tiempo para escuchar el estruendo que llenaba el aire a sus espaldas. Cortando a través de todo lo que se encontraba su paso, tres armaduras de Soluciones Stark emergían del edificio, sin inmutarse en lo más mínimo por el destrozo que dejaban tras suyo. Enormes pedazos de hormigón, hierro y vidrio se derrumbaban sobre la multitud aterida, aplastando por igual seres humanos, automóviles y asfalto. Imposible contar los heridos, aún menos posible ayudarlos. Rhodes apretó puños y dientes mientras trataba de alejar los gritos de las victimas de su cabeza y seguir adelante. Entre lágrimas de rabia giró su cabeza una vez mas…

… y vio a tres máquinas, cada una con el poder de arrasar varias ciudades, quietas, mirando en su dirección. El rostro de Jim se contrajo de horror. Aquellos monstruos no tenían ninguna intención de capturarle otra vez, estaban dispuestos a todo para matarle.

ENERGÍA RESTANTE: 1%. POR FAVOR, RECARGUE LAS BATERÍAS.

ENERGÍA RESTANTE: 1%. POR FAVOR, RECARGUE LAS BATERÍAS.

ENERGÍA RESTAN—-

«No…»


Corre. Corre hasta que tus pulmones revienten y entonces haz un ultimo esfuerzo. Arrástrate si es necesario, túmbate y rueda por el suelo, déjate caer en las bajadas. Haz lo que sea necesario, pero nunca dejes de moverte. Nunca pares, nunca descanses. No hay reposo posible hasta el final, no hay tregua hasta que llegues. Entonces sí, entonces será el momento de caer al suelo exhausto, de pasar días en la cama sin hacer nada. Pero no aún. No hasta llegar. No mientras ellos sigan allí. No mientras el infierno corra detrás de ti.


– Basta de tonterías- Zemo alarga su mano y el láser concentrado de su armadura corta la pierna semidesnuda de Rhodes, que se desploma.

Ominosos, los tres ángeles de la muerte bajan de los cielos y rodean el cuerpo maltrecho del héroe. Nadie dice una palabra; están esperando la orden.

– Imagino que en algún punto de tu árbol genealógico, algún europeo debería copular con tu bisabuela y engendró un bastardo medio puro- sisea el Barón. Su pie derecho se levanta ligeramente y gira el torso de Rhodes, tal y como un estudioso pasaría las páginas de un libro, con precisión, casi con amor- De lo contrario no veo la manera de explicar este repentino ataque de valentía en alguien de tu raza. ¿De verdad pensaste por un momento que ibas a escapar de mi? Pequeño mono, otros mucho mejores que tu lo han intentado y han acabado bajo mis pies, como tu, ahora.

– ARGH!!- El dolor de una costilla reventada sacude su cuerpo.

– Debes saber, criatura inferior, que ni tu, ni ninguno de los ridículos simios que tenéis por compañeros vais a poder hacer nada contra mí. ¡Nada! Vuestras crías se arrastrarán por el fango para pedir clemencia, ¡y no tendrán ninguna! ¡Naciones enteras rendirán pleitesía a la dinastía de Zemo! ¡Os aplastaré a todos con la misma facilidad que he acabado contigo! ¡Zemo será. victorioso! ¡Zemo será. triunfante!

Sus ojos se abren, llenos de la certeza de haber llegado al final. Va a morir aquí, en manos de estos demonios sin alma, en la calle, como un perro. Quizás sí en la calle, pero como un perro no.

Casi sin poder respirar, con pedazos de armadura colgando de su cuerpo, sangrando por la boca y las piernas, James Rhodes se levanta. Si va a morir, morirá como ha vivido; de pie, mirando a los ojos.

– Hazlo… tan bien… como…puedas…hijo de puta. Nos… veremos… en el inf…

– Suficiente- el rayo repulsor impacta de lleno en la cabeza de Rhodes. El ruido sordo de su caída se pierde en la noche.

– Levantalo y vámonos. Mañana hay muchas cosas que hacer.

En Nueva York, una madre regaña a su hijo por llegar tarde a casa; un taxista lee la sección deportiva sacudiendo la cabeza en señal de aprobación; un ingeniero apaga el ordenador tras una dura jornada; un marido corre las cortinas de su ventana, y siente un escalofrío, la noche es un poco más fría que ayer.

R.I.P. JAMES RHODES, 1979-2001


PROXIMO NÚMERO: ¡Como que voy a decírtelo! Cuenta los días (esperemos que no los meses) hasta que leas un episodio fundamental en la vida del universo MarvelTópico. Hasta hoy has leído la base, ¡prepárate para el plan que Zemo ha estado cociendo desde el primer numero de esta serie! Y ya que estamos, no te pierdas por nada del mundo lo que pase en los Vengadores, o vas a estar muy perdido cuando vuelvas por aquí. Yo no dejaría escapar otras series, por si acaso…


TINTA METÁLICA

Con el desfase entre números no me extraña que no tenga ninguna carta. A ver si de una santa vez la cosa se regulariza un poco…

Mientras tanto, aprovecho para aclarar que, efectivamente, ha pasado lo que os pensáis. Atención a lo que sigue, porque es el proyecto mas ambicioso de MarvelTopia hasta el momento. Han sido casi dos años de espera, ¡pero habrán valido la pena!

Ya puestos, me gustaría aprovechar para agradecer a mis editores la paciencia y generosidad ofrecida. El siguiente numero cierra la fase 1 de la serie, y Dios sabe que ha sido un parto difícil. No quisiera estar en su piel cuando se inicie la fase 2…

Nada mas por el momento. Entre todos estamos intentando hacer de esta serie un claro ejemplo de las posibilidades que ofrece este universo de relatos compartidos. Recordad que el único límite es siempre la imaginación…

Nos leemos en un episodio que solo podíamos llamar… naahhh…

Sweet dreams…

Aleix Gabarre Fibla

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