Marvel Premiere #19 presenta… Doce #9

marvelpremiere19En cada rincón de Marveltopia están pasando cosas, desde las profundidades de Atlantis a las ciudades volantes de la gente pájaro, desde el microverso dentro de una probeta hasta la lejana Nebulosa Oscura. Nada se pierde, todo está quedando registrado. Descúbrelo en…

Marvel Premiere

logodoce

#19 – Doce IX
Bajo el signo de Capricornio

Por Tomás Sendarrubias y Jose Cano
Portada de Javier Cuevas
Color de Jose A. Cano


Fecha de publicación: Mes 162 – 10/11


Mes 9, día 1. Jean Grey y Forja. Academia de Massachussetts.

-¿De verdad me estás diciendo que han pasado dos días desde la desaparición de mis niños y aún no les habéis encontrado?

Por unos instantes, Forja tiene la impresión de que Jean Grey va a dar un golpe en la mesa, y eso, realmente, sí hubiera sido inaudito. Aunque claro, la mujer más encantadora que había pasado por la Patrulla-X tenía la costumbre de consumir estrellas cuando se cabreaba; pero finalmente, Jean simplemente se deja caer en el sillón, frente a él, que le da un sorbo al té que tiene delante.

-Jean, cuarenta y ocho horas es un tiempo muy razonable…

-Forja, Emma ha desaparecido. Y con ella, Vaina, Pellejo, Júbilo, Fase, Sincro y Re-Forma. Seis de mis estudiantes, seis de los más avanzados, el futuro de la Patrulla-X.

-La Patrulla-X no tiene futuro, Jean, son forajidos y…

-Forja, no me des más motivos para odiarte, ya tengo suficientes-gruñe Jean, y Forja, suspirando, guarda silencio-. Hemos encontrado a Sean medio muerto, sus pulmones están dañados y una bala le ha dejado una herida de varios milímetros en el corazón. Está en coma y no sabemos cuándo despertará. Y una de mis estudiantes, no deja de hablar del Zodíaco y decir que Moonstar estaba allí… Es una de los nuestros, y por lo que sabemos, podría habernos traicionado a… Dios sabe quién.

-Hydra-suspira Forja, y Jean enarca las cejas-. La Iniciativa está detrás de ellos, y estamos colaborando en la investigación. Al parecer hay un nuevo Zodíaco, están detrás de los atentados en Moscú1.

-Y ahora se han llevado a Emma y a mis chicos.

-Jean, la nueva Hydra… lo que voy a decirte ahora es información confidencial, pero creo que debes saberlo. Nos tiene a todos desconcertados. Todas las agencias internacionales están buscando sus bases, estamos intentando averiguar cuáles son sus objetivos, quién los lidera… Pero aparte de que hay una nueva Madame Hydra y que los Strucker están metidos en esto de alguna manera, no hemos podido averiguar mucho más. Hemos encontrado bases de IMA atacadas por Hydra, y ahora esto… nos ha descolocado por completo.

-Forja, tienes el país lleno de grupos de tu Factor-X. Y estoy hablando de que seis de mis chicos han desaparecido.

-Jean, lo único que puedo prometerte es que hacemos todo lo que podemos.

-Vete, Forja.

-¿Qué?

-Vete. Estás en una propiedad privada, y como una de las co-directoras de la Academia de Massachussetts, puedo pedirte que abandones el recinto.

-Jean, no…

-Forja, te lo estoy pidiendo por favor. Vete.

-De acuerdo, pero creo que estás siendo muy injusta conmigo… bueno, con todo lo que Factor-X representa…

Forja se incorpora y se dirige hacia la puerta de la sala, y la salida del edificio central de la Academia, seguido por Jean. El Cheyenne abre la puerta finalmente, y en ese momento, la mano de Jean se posa en su hombro y le detiene.

-¿Sabes? Cuando pasó… lo que pasó, estuve tentada de odiarte. Fueron tus protocolos los que expulsaron a nuestros amigos de este país… A nuestra familia, Forja. Pero siempre habíamos confiado en ti. Bishop nos había dicho que eras el futuro, ¿recuerdas? Génesis, te llamaba. Decidí darte un voto de confianza, pensé que todo lo que estabas haciendo era por el bien de… de la humanidad. Que realmente habías visto un mañana mejor, y que estos pasos que estabas dando eran inevitables, que realmente eran lo mejor para todos.

-¿Y ahora, Jean?

-Ahora sé que tenía que haber otro camino, Forja. Sigo sin comprender por qué hiciste lo que hiciste… pero ya no quiero entenderlo. Son tus actos los que nos han debilitado, los que han permitido que seamos débiles. Ororo nunca hubiera permitido que esto hubiera pasado, ¿sabes?

-Eso es un…

-Golpe bajo, lo sé. Y probablemente dentro de un rato no me sienta muy orgullosa de ello. Pero ahora, es esto o sentirme tentada de volver a convocar al Fénix, y ninguno de los dos queremos eso. Sólo una cosa más, Forja. Si algo les pasa a los chicos, te hago completamente responsable de lo que les ocurra. Y que Dios se apiade de ti, porque si le pasa algo a Júbilo, Logan te irá a pedir explicaciones personalmente. Y sabes que por mucho Nido de las Águilas que pongas entre tú y él, te terminará encontrando.

-¿Eso es una amenaza, señora Summers?

-Es la constatación de un hecho-replica Jean, cerrando la puerta tras ella. Se apoya y suspira. Ya está sintiéndose mal por lo que le ha dicho a Forja, pero sigue notando la bilis quemándole en el estómago. Sin más, se aparta de la puerta y vuelve a entrar en el salón. Lo cruza, y se dirige hacia el gimnasio de la Academia. Cuando abre las puertas, puede ver a Scott, uniformado como Cíclope, y junto a él, a Bobby, vestido con unos pantalones cortos y una camiseta. Tras ellos, y con uniforme de combate, están Bala de Cañón, Desliza, Magik, Magma, Mancha Solar, Bum-Bum y Ríctor.

-No podemos contar con Forja, estamos solos en esto-dice Jean, y Scott asiente.

-Muy bien-dice, mientras se gira hacia los Nuevos Mutantes-. Es nuestro momento.

-Y que se atreva siquiera a intentar detenernos-apostilla Sam, ajustándose los guantes.


Mes 9, día 7. Dínamo Carmesí. Zimiy Dvorets, Moscú. Sede la Guardia de Invierno.

Cuando las puertas de la sala se abren, Gennady Gavrilov, el hombre que ocupa la armadura de Dinamo Carmesí, no puede evitar un suspiro de alivio. Ha estado cerca de cuarenta minutos, simplemente esperando, contemplando los frescos de estilo bizantino que decoraban la antesala de las habitaciones privadas del líder de la Guardia de Invierno. Desde luego, la Presencia nunca ha sido la persona más accesible del universo, y desde luego, no le hubiera costado nada tenerle allí horas, días o no recibirle nunca. Estrella Oscura aparece en el umbral, mirando a Dinamo con el ceño ligeramente fruncido.

-Mi padre te recibirá ahora2-dice la joven, y él asiente, pero Laynia no se retira de la puerta, por lo que Gavrilov tiene que detenerse de nuevo-. Ten cuidado con lo que dices, Gennady-sisea ella-. Mi padre no debe ser alterado.

-Lo sé, Laynia Petrova. No es la primera vez que me reúno con la Presencia

-No, no lo es-admite ella-. Y no sé si me gustan esas reuniones. Cada vez que habla contigo está más… alterado.

-Sergei y yo sólo hablamos del mundo, Laynia. Nada más.

-Pasa-termina diciendo Estrella Oscura, apartándose del umbral y dando paso franco a Gavrilov-. Unos minutos.

-No le robaré mucho tiempo-asiente él, y Laynia sale, cerrando las puertas tras de sí.

Cualquiera hubiera esperado que el que probablemente era el hombre más poderoso de Rusia tendría otro tipo de alojamientos, pero el recinto privado de Sergei Krylov en el Palacio de Invierno era, desde luego, espartano. Apenas una sala de un puñado de metros cuadrados, con las paredes desnudas salvo por algunos iconos tradicionales rusos, y un huevo de Faberge situado sobre la chimenea apagada, un huevo azul y dorado que según se decía había pertenecido a Catalina II. Y en el centro de la sala, sentado en una silla de alta tecnología que flotaba a un par de palmos sobre el suelo, estaba él, la Presencia.

-Sergei-dice Gennady, y los ojos ardientes de la Presencia se clavan en él, centelleantes. Sólo hace un movimiento con la cabeza, más que suficiente como para que Dinamo Carmesí se dé por saludado y bienvenido. Krylov solía ser parco en palabras, y Gennady Gavrilov le prefería en silencio. Incluso así, en ese momento, simplemente mirándole, tenía la impresión de que la Presencia lo sabía todo sobre él. Todo. Y las imágenes de los atentados de la Plaza del Kremlin volvían a su mente una y otra vez3-. ¿Has recibido las noticias de hoy?

Krylov asiente, pero aún así, la Dinamo Carmesí activa los proyectores de su armadura, y varias imágenes en tres dimensiones aparecen entre él y la Presencia. Los ojos de Krylov se fijan en las imágenes y arden.

-Varios bancos norteamericanos amenazan con quebrar-dice Gavrilov-. La crisis económica asola Europa. Se han desmantelado dos entramados para atentar contra la Rodina, Sergei. Un antiguo grupo de la KGB pretendía dar un golpe de estado contra el Presidente y reinstaurar el Viejo Régimen, y dos células de terroristas musulmanes estaban preparando atentados contra dos puntos de Chechenia. Uno de ellos hubiera afectado a un colegio. Sólo los análisis de previsión de Vostok han evitado que nos encontrásemos ante una tragedia.

-Ya estamos ante una tragedia-susurra la Presencia, y Gavrilov siente un escalofrío de satisfacción. Madame Hydra estará orgullosa de él-. Esto no debería estar pasando en Rusia. No en la Madre Patria.

-No, no debería estar pasando-asiente Dínamo Carmesí-. Nos hemos hecho blandos, Sergei, nos hemos hecho débiles. Hemos permitido que occidente nos corrompa, mancille la propia alma de la sagrada Rodina. Y hemos sangrado por ello.

-Y seguiremos sangrando-afirma Krylov.

-Pero hay algo que podemos hacer para recuperar nuestro orgullo, Sergei, para recobrar lo que perdimos.

Krylov alza la vista, y dentro de su armadura, Cáncer sonríe.


Mes 9, día 12. Géminis. Base Hydra Ajenjo, Océano Pacífico, al Sur de Ponapé.

-Deberíamos haber enviado a Libra a convertirles-gruñe Andrea von Strucker, viendo a través de un cristal como los ingenieros de Hydra conectan a los chicos de Generación-X a las máquinas de proceso de memoria.

-No son elegidos para el Zodíaco-responde Andreas, acariciando despacio el cuello de su hermana, en el que luego deposita un beso suave que hace que ella ronroneé-. Son simples armas para la guerra.

-Estoy agotada de oír hablar de la guerra-. Andrea se gira, apoyándose en el cristal y poniendo sus manos en el pecho de su hermano-. Estoy cansada de oír hablar de esa Era de Acuario. Estoy cansada de…

-Estoy seguro de que Madame Hydra estará encantada de saber de todo lo que estás cansada, Andrea.

Los dos hermanos se giran bruscamente, y se encuentran de frente a Danny Rand, vestido con los atavíos de Puño de Hierro, que les mira fijamente.

-Escorpio-escupe Andreas, con desprecio.

-Me dais asco-dice Danny-. Lo que hacéis es… sucio. Nos miráis a todos como si fuerais los señores de todo lo que veis, como si los demás fuéramos secundarios en el plan de Madame Hydra. Y no os dais cuenta de que nada ocurriría si no fuera porque cada uno cumplimos nuestro papel.

-Tú fallaste en el tuyo-gruñe Andreas-. Deberías habernos dado a Cage.

-Y Rand financió todo el proceso de lanzamiento de la Nueva Hydra, permitió el estudio de la tecnología del Zodíaco, hizo que vosotros pudierais ser Géminis. Habláis de Hydra como si fuera el origen y el fin de todo en la historia, pero cuando Madame Hydra se hizo cargo, se encontró con una entidad dispersa, un ejército que vosotros mismos habíais disgregado. Rand devolvió a Hydra parte de su gloria.

-Te voy a hacer tragar tus palabras, hijo de puta-gruñe Andreas, avanzando hacia Escorpio, que adquiere una postura de defensa, con uno de sus puños resplandeciendo, casi humeando de pura energía.

Dos flechas de energía vuelan del final del pasillo, y alcanzan de lleno a Andreas y a Danny. Ambos gritan, mientras notan como sus sinapsis nerviosas se cortocircuitan, sus músculos se tensan de golpe, haciéndoles caer al suelo entre espasmos. Andreas nota el sabor de la sangre en la boca, se ha desgarrado la lengua con sus propios dientes. Andrea mira atónita como Sagitario, Aries y Cáncer entran en la sala, y una nueva flecha chisporrotea en el arco de la primera.

-Todos estamos agotados de vuestras peleas inanes-dice Aries, envuelto en su capa, con los ojos oscuros clavados en Géminis y Escorpio-. Hablo por Libra: ninguno sois imprescindibles, cualquiera puede ser reemplazado.

-Hydra no aceptará el mando de nadie que no seamos nosotros-objeta Andrea, ayudando a su hermano a incorporarse, pero Mortaja niega con la cabeza.

-Hablo por Libra. Tenemos a Víbora. Si no estáis a la altura de lo que significa ser Géminis, dejaréis de serlo. Hydra seguirá adelante.

-Madame Hydra quiere saber cómo va el proceso de transformación del ejército-interviene Moonstar, acercándose a los cristales y clavando los ojos en los técnicos que insertan varias agujas en diferentes puntos del cuerpo de Vaina, completamente anestesiada.

-Estamos a punto de comenzar-dice Andrea, tratando de ignorar a Danny Rand, que se ha incorporado y se apoya en el cristal, a unos metros de ella y su hermano.

-¿Y Frost?

-En su propia celda-sonríe Andrea-. Pero está viendo todo lo que les hacemos a sus chicos.

-Bien-asiente Moonstar-. Informad a Madame Hydra de los progresos.

Dani se retira, dándoles la espalda a los Géminis y a Aries, subiendo hacia las habitaciones que se le habían asignado dentro del complejo, situado bajo un islote del Pacífico. Cruzó varios sistemas de seguridad, y finalmente, en su habitación, se dejó caer sobre la cama. Sentía un gran dolor de cabeza, como una pulsación en las sienes que llevaba varios días molestándola. Quizá debería hablar con Nyles… o con Libra…

La habitación se ilumina por una luz azul, y Moonstar se alza de inmediato, con una flecha psiónica preparada para volar hacia quien hubiera invadido la intimidad de su habitación, pero su ceño de frunce al ver una gema azul flotando en el aire ante ella.

-«Danielle…»

Moonstar escucha la voz, como un canto de sirena, casi embriagador. La flecha psiónica desaparece, mientras ella avanza hacia la gema, tendiendo las manos.

-Las manos quietas, bicho.

Dani se gira para encontrarse con que hay dos personas en su habitación. Los sistemas de Sagitario los identifican de inmediato: Doctor Nathaniel Richards, Capitana UK. La flecha psiónica vuela hacia la mujer, que es quien ha hablado, alcanzándola antes de que haya terminado incluso de materializarse, arrojándola contra la pared con un gemido. Una nueva flecha aparece preparada para volar, pero Richards activa un disruptor sónico, y la Cheyenne se lleva las manos a los oídos, sintiendo como cuchillos calientes le taladran la cabeza. Intenta moverse, pero es imposible, y siente incluso sangre que brota de sus oídos y sus ojos. Richards pasa por encima de ella, y coge la gema, mientras UK se incorpora, mirando con desprecio a Danielle, que ha conseguido ponerse de rodillas.

-Vámonos-ordena Richards, antes de que UK pueda decir nada, y Linda asiente. Ambos desaparecen, y poco a poco, Dani se va recuperando. Aún no ha dejado de sangrar cuando ya está saliendo por la puerta, en dirección a las estancias de Madame Hydra.


Mes 9, día 13. Marc Spector. Morningshide Heights, Nueva York.

Cuando el último de los miembros de la banda de la Serpiente de Oro cae al suelo, Marc se sacude las manos y contempla su obra. Con Randall ocupado, alguien tenía que mantener limpias las calles de Nueva York… y sentaba bien volver a ponerse en uniforme blanco de vez en cuando. Era como volver al deporte después de una lesión de larga duración. La Serpiente de Oro era una banda de origen haitiano que se había hecho con una parte de Morningshide Heights, chantajeando a comerciantes y prostitutas con violencia y vudú. Ahora, la mayoría de ellos necesitaba un buen traumatólogo, o un dentista. Tras realizar la consabida llamada anónima a los servicios de emergencias y a la policía, Marc trepa por una escalera de incendios cercana y se agazapa sobre la azotea, hasta que escucha las sirenas que se acercan. Sonríe bajo la máscara, y se gira para marcharse, pero en ese momento, alguien aparece tras él.

-¿Qué dem…? ¡Matt!-exclama el Caballero Luna, al ver tras él a Daredevil. Este, no puede evitar una tenue sonrisa al percibir el sobresalto de Marc.

-Pierdes facultades, Marc-dice-. Deberías haberme escuchado venir desde el Puente de Brooklyn.

-Lo hubiera hecho si hubieras venido tocando trompetas y te hubieras olvidado de todo ese rollo tuyo del entrenamiento ninja-afirma Marc. Bajo ellos, los paramédicos comenzaban a atender a los miembros de la Serpiente de Oro-. ¿Qué haces en Morningshide Heights? Si tú estás aquí, ¿quién vigila la Cocina del Infierno?

-Algo raro pasa en la Cocina, Marc-dice Daredevil, haciendo un gesto hacia el callejón bajo ellos-. Hace al menos dos meses que las bandas están… paradas. Es como si hubieran desaparecido.

-O como si estuvieran ocupados preparando algo grande.

-Eso es lo que me temo-asiente Daredevil-. ¿Sabes que los Inhumanos se reunieron con Kingpin?

-¿Qué?

-Tuvieron una reunión privada hace un par de semanas4. Rayo Negro, Medusa, Gorgón y Tritón se vieron con Kingpin. Y sólo se me ocurre una cosa de la que pudieran hablar.

-Attilan-afirma Marc, y Murdock asiente con la cabeza-. La ONU continúa teniendo parada la resolución sobre Attilan, los portugueses la están bloqueando, y Namor ha declarado ya en su poco discreto estilo que no está dispuesto a que los Inhumanos ocupen la capital de Atlantis. Pero todo esto… le queda un poco grande a Kingpin, ¿no? Hace unos meses puso en fuga a Randall y a… ¿cómo las llamaban? ¿Las Hermanas del Dragón? Pero parecía estar reuniendo villanos para planear algo, pero nada tan… grande.

-Sí, supe lo de Randall y las chicas-asiente Matt-. Eso es lo que pasa cuando muerdes más de lo que puedes abarcar.

-¿Perdón?

-Debiste haber pedido ayuda antes, Marc. Te estás volviendo un paranoico, como si no necesitases ayuda de nadie… como si no te fiases de nadie.

-Es que no me fío, Matt. Y perdóname, pero ni siquiera de ti. Te agradezco mucho la información, pero no hay descanso para los justos, ya lo sabes.

-Marc-llama Daredevil, mientras el Caballero Luna se acerca a uno de los laterales del edificio, dispuesto a desaparecer en la noche-. Nosotros todavía confiamos en ti. Procura no lanzarnos a un desastre a todos.

Marc se detiene por un momento en el borde del edificio, y asiente suavemente antes de lanzar un cable de fibra de acero al asta de una bandera cercana y arrojarse al vacío. Los pensamientos se agolpan en su cerebro mientras recorre la noche neoyorquina en dirección a su apartamento en Tribecca. Kingpin y los Inhumanos… Pero Kingpin formaba parte del Zodíaco, era Leo, eso lo habían descubierto. ¿Qué interés podría tener un personaje de los bajos fondos como Kingpin en la situación en Attilan? Ideas, ideas, ideas…

Entra por la claraboya del tejado de su ático en Tribecca, quitándose la capucha y la máscara. Necesita verificar tantos datos que no sabe por dónde empezar. Debería hablar con Randall y Marlene, con Collen y con Misty, y averiguar qué información tenía SHIELD de todo eso. Quitándose la ropa mientras se dirige a la ducha, se detiene en seco ante uno de los ordenadores. Un icono que no conoce parpadea en la pantalla, una imagen icónica de un ángel. «Ángel, Ángelus, el Mensajero», piensa rápidamente Marc, sentándose ante el ordenador. Desplaza el puntero del ratón hasta el icono, y lo pulsa. Casi se le descuelga la mandíbula al darse cuenta de donde se encuentra.


Mes 9, día 13. Cíclope y los Nuevos Mutantes. Base de Hydra Tezcatlipoca, Nuevo Méjico.

-Pueblos pequeñitos, bases de Hydra escondidas… esto me recuerda los tiempos en los que buscábamos al Frente de Liberación Mutante-dice Bum-Bum, arrojando una de sus bombas de tiempo a una pasarela por la que los soldados de Hydra se desplazaban a toda carrera para reemplazar a los que ya habían caído en el asalto-. Qué jóvenes éramos todos.

La bomba estalla, y la pasarela se rompe, cayendo los soldados de Hydra con un grito generalizado, al tiempo que Mancha Solar, crepitando energía, cae sobre ellos, asegurándose de que no se van a levantar para crear problemas.

-¡Hail, Hydra!-gritan varios soldados, que aparecen por una falsa puerta, tratando de rodearles, pero Magma alza una mano, y un reguero de magma brota del suelo ante ellos, haciéndoles retroceder, mientras las vibraciones de Ríctor derriban sobre ellos varios de los elementos de la maquinaria.

-Me siento como si estuviera pegándome con un montón de muñecos de pruebas de accidentes-dice Desliza, permitiendo que varios soldados de Hydra se acerquen a ella, para luego agacharse a toda velocidad y, girando sin fricción, derribarlos al suelo. El estallido de Bala de Cañón sobre ellos les informa de que Sam ha vuelto de los niveles superiores, y se une a la batalla con una eficiencia propia de un ejército, aprendida durante su tiempo con Cable y al frente de X-Force.

-¡Ríctor! ¡Mancha Solar! ¡A las nueve!-grita, y de inmediato, los dos se giran hacia el punto indicado por Bala de Cañón, y ven como un guerrero de Hydra con un exoesqueleto de combate entra, lanzando de inmediato dos cohetes en dirección a Magma, a la que Sam aparta a toda velocidad. Un rayo solar y las vibraciones de Ríctor coinciden sobre el soldado, rompiendo en pedazos el exoesqueleto y noqueando a su tripulante.

-¡Gol!-grita Roberto, y mira a su alrededor, viendo que no quedan agentes de Hydra en pie, sonríe-. Bueno, más bien goleada.

Un disco de teleportación aparece en el centro de la sala, y hacen su aparición Magik y Cíclope, ambos básicamente indemnes, aunque hay una quemadura de plasma en un costado de Scott.

-No hay ni rastro de ellos-afirma Cíclope, y Sam baja la cabeza, turbado. Esperaba que esta fuera la base, esperaba que este fuera el lugar…

-Sam, les encontraremos-dice Scott, acercándose a él-. Sally, ¿me puedes poner con la Academia, por favor?

-Claro, señor Summers-asiente Desliza, y pulsa un botón en un brazalete que lleva en el brazo derecho. De inmediato, una pantalla holográfica se proyecta ante ellos, y ella pulsa una serie de indicadores que la hacen girar, hasta que la imagen de Jean aparece en la pantalla.

-Scott, ¿estáis todos bien?-pregunta de inmediato ella, y Scott asiente.

-Sí, pero no estaban aquí. De cualquier modo, felicitad a Genio, su rastreo de las bases está siendo de lo más efectivo. Le vamos a dar acceso a los ordenadores de la base, que haga una copia y lo borre todo, especialmente las imágenes que nos comprometan. No nos interesa echarnos encima a Forja. No todavía, al menos.

-Bien, seguiremos el protocolo de las últimas dos bases-afirma Jean-. Y continuaremos buscando. Cuando todo esté limpio, dejaremos un aviso anónimo en para que la Iniciativa pueda desmantelar esa base.

-De acuerdo-responde Cíclope-. Quedamos a la espera de que nos paséis la información relativa a la siguiente base. Corto y cierro-. La imagen de Jean desaparece, y Desliza desconecta el intercomunicador-. Buen trabajo, gente.

-Sí, pero seguimos sin encontrarles-protesta Bum-Bum, mientras Desliza y Ríctor comienzan a conectar los puertos para dar acceso a Genio a los datos de la base.

-Lo terminaremos haciendo-afirma Cíclope. Sam baja la mirada.


Mes 9, día 16. Marc Spector. Tribecca, Nueva York.

-Creo que es la doctora Nyles, cielo-masculla Marc, sentado ante una gran pantalla holográfica, mientras a unos centímetros, flota una imagen en tres dimensiones de Marlene, que continúa en el complejo de Inostranka, abrigada con ropa térmica y con las manos en los bolsillos.

-Me alegra que te lo estés pasando bien surfeando en la red de los Vengadores, amor-dice Marlene Alrauna, con cierto deje irónico en la voz-. Yo también estoy disfrutando del comienzo de las vacaciones de verano aquí en Alaska. Tengo todo lo que puedo desear a mi alrededor… montañas y más montañas…

-No te preocupes, tesoro-sonríe Marc sin apartar la mirada de la pantalla, siguiendo al ángel a otro nivel de ficheros, puenteando en el proceso media docena de sistemas de seguridad imposibles-. Si solucionamos esto pronto, terminaremos el asunto del Zodíaco y nos iremos de vacaciones a algún sitio cálido. ¿Te acuerdas de la última vez que estuvimos en Nassau?

-Cómo olvidarlo-ríe Marlene-. Yo tomaba daikiris y me tostaba al sol, tú detenías a un cártel de narcos…

-Podríamos repetirlo. A ser posible sin narcos.

-Haré como que me creo tu promesa y por unos minutos seré la mujer más feliz del mundo-ríe ella-. ¿Qué te lleva a pensar que es Nyles quien te está ayudando?

-La doctora Nyles tiene un extraordinario currículum en microtecnología-responde Marc, revisando los ficheros del nuevo nivel-. Y todo lo que estoy viendo parece relacionado con este campo. Ficheros de la Iniciativa, procedentes de todo el mundo, de todos sus estudios, encuentros con enemigos que han utilizado nanotecnología, los ficheros de Pym… Jennifer Nyles es la experta de la Iniciativa en este campo, y sería la única capaz de trabajar a este nivel. La verdad es que no entiendo la mitad de lo que veo. Espero llegar a encontrar algo que sea parecido a los restos de nanotecnología que encontramos en Cage. Aquí hay algo que… Espera. Marlene, te llamo luego.

-¿Qué?-pregunta Marlene, atónita-. Marc si has encontrado algo, dímelo, no…

-Tengo que comprobarlo con tranquilidad-responde Marc-. Te llamo luego.

Sin más, Marc interrumpe la comunicación con Inostranka, y centra toda su atención en los informes que están en pantalla. Extiende las manos hacia la pantalla y amplía una de las imágenes, que luego coteja con las fotografías extraídas del lugar donde encontraron a Cage. El programa realiza el análisis al instante, y da sus resultados. Un cien por cien de coincidencias. Marc aparta las fotografías, ampliando el texto que acompaña al informe al que parece ser que el ángel quería conducirle. Es un breve informe de Hank McCoy, la Bestia, hablando de algo ocurrido en Bélgica años atrás5, algo que había implicado también a Constrictor… y a la Doctora Jennifer Nyles, que había diseñado un sistema de nanotecnología al que habían denominado «tecnología lycantroborg». Y era exactamente la misma nanotecnología que había intentado contagiar a Cage, la que habían encontrado en los centros abandonados por Rand.

Fuera quien fuera su informante, desde luego no era Nyles.

Ella era la creadora de la tecnología del Zodíaco.


Mes 9, día 16. Alistaire Stuart, Clive Reston y Nick Furia. Base Tezcatlipoca, Nuevo Méjico.

El Profesor Stuart permanece en un estupefacto silencio junto a su colega y colaborador de WHO, Clive Reston, mientras bajo su mirada atenta, Nick Furia distribuye a los hombres de SHIELD por la base de Hydra que alguien (todos sabían que se trataba de un equipo de mutantes, la marca de los rayos ópticos de Cíclope era obvia por todas partes, pero todos habían decidido ignorar esa cuestión) había neutralizado unos días atrás.

-Jefferson, Mace, Carlston, Quill-ordena Furia, desde el centro de la base, con los brazos cruzados tras la espalda, y dirigiéndose a varios de sus agentes-. Quiero copias de todos los discos duros, papeleras de reciclaje, cd´s… me da igual el soporte. Y lo quiero en el Helitransporte para anteayer.

De inmediato, los cuatro agentes comienzan a recorrer la sala de control, instalando sus ordenadores en los puertos adecuados para procesar toda la información y dirigirla hacia el Helitransporte.

-Coronel Furia-interviene Reston, y Alistaire siente un nudo en la garganta-. Es una operación conjunta…

-Tendréis copia de todo lo que encontramos, Reston-responde Furia-. Podréis presentárselo a Su Graciosa Majestad a la hora del té.

-Muy gracioso, Furia. ¿El sentido del humor es algún trastorno desarrollado la última vez que os tumbaron el Helitransporte?-dice Alistaire, y al instante, se da cuenta de que no debería haber dicho eso. La mirada gélida del ojo sano de Furia se lo deja claro sin necesidad de palabras-. Lo siento mucho, no lo he pensado antes de hablar. Sé que murió gente y…

-No sigas, puedes cagarla aún más-le interrumpe Reston, y Alistaire, enrojecido, asiente, acercándose a uno de los paneles, donde una de las agentes, una tal Alice Quill, está procesando los datos de la base de Hydra.

-Fíjate en eso, Clive-masculla Alistaire-. Esa tecnología…

-Es idéntica a la de las muestras que nos pasaste de esa fuente tan enigmática-asiente Reston-. Y no la he visto en mi vida…

De pronto, las pantallas se apagan. De forma simultánea, todas las pantallas de la Base Tezcatlipoca sufren un brusco fundido en negro.

-¿Qué cojones está pasando?-grita Furia, y los agentes se miran los unos a los otros, aturdidos.

-La información ha desaparecido, señor-masculla Quill, tratando de recuperar algo, pero Alistaire se da cuenta de que no hay forma de encontrarla, como si hubieran metido los discos duros en un microondas. Una imagen aparece en las pantallas, una especie de «V» formada por diversos puntos, casi un triángulo invertido.

-En nombre de Dios, ¿qué significa esto?-aúlla Furia.

-¿Anonymus nos ha hackeado? ¿V de Vendetta? ¿Los Visitantes están aquí?-masculla Reston, y Furia se vuelve hacia él con cara de pocos amigos.

-Me estoy empezando a cansar del humor inglés…-gruñe.

-No es una «V»-dice Alistaire, con los ojos muy abiertos-. Los puntos son estrellas.

-¿Qué?-preguntan al tiempo Furia y Reston.

-Los puntos de luz, son estrellas. Algiedi, Dabih, Nashira, Armus, Alshat…

-¿De qué está hablando, Profesor Stuart?

-De que es una constelación. El signo de Capricornio.


Mes 9, día 16. Marlene Alrauna. Complejo de Inostranka, Cadena Montañosa de Alaska.

-¿Qué tal está Marc?-pregunta Colleen, incorporándose en el sillón, mientras Marlene entra en la sala de descanso, cerrando el libro que está leyendo, Festín de Cuervos, y dejándolo a un lado. Marlene se sienta en un sofá cercano, con el ceño fruncido y jugueteando con un anillo con símbolos egipcios grabados. Poco después de conocerse, Collen y Misty le habían preguntado por el anillo, y Marlene le había explicado que eran los nombres egipcios de Isis y Osiris, la diosa de la magia y el dios de los muertos, unidos en una historia de amor inmortal. Y Collen había conocido a Marlene lo suficiente como para darse cuenta de que la esposa del Caballero Luna solía jugar con él cuando algo la preocupaba-. ¿Marlene?

-¿Qué? Perdona, Colleen, estaba…

-¿Distraída? Me he dado cuenta. ¿Algo va mal?

-No, no exactamente. Marc tiene una pista, cree que es importante.

-Eso es genial, ¿no?

-Sí, claro.

-Y lo que te preocupa es…

-Que Marc tiende a obsesionarse con sus casos. Normalmente Frenchie, Randall y yo estamos allí para ponerle los pies en el suelo, por así decirlo. Pero en este momento está solo. Y Colleen… admitámoslo. Mi marido no es exactamente un ejemplo de equilibrio mental…

-Marlene, Marc no se va a volver loco.

-Colleen… espero que no malinterpretes mis palabras. Quiero a mi marido, y lo quiero tal y como es. Pero no es que Marc se vaya a volver loco, Marc ya está loco. Lo ha estado siempre. Pero hay grados de locura, y temo que este caso le obsesione tanto que le perdamos… definitivamente.


Mes 9, día 18. Magical Girl. En algún lugar… más o menos.

Aika Katsugi se encuentra en un inmenso valle lleno de cerezos en flor. A sus pies, la hierba verde susurra. Las hojas rosadas de los árboles vuelan arrastradas por la suave brisa. Y en el centro del valle, rodeada de un círculo de cerezos, una rosa parecía llamarla. Llevaba tiempo escuchando aquella voz, aquella llamada, pero aún no se había atrevido a acercarse y responder. No sabía qué estaba pasando allí fuera, pero le daba miedo. Sabía que allí estaba segura, en aquel lugar entre los cerezos…

La rosa resplandecía, aunque no había sol que la iluminara, como si la luz dorada brotara de sus pétalos. Aika, a la que todos conocían como Magical Girl, simplemente, la contemplaba en silencio, extasiada.

-Es hora de despertar.

La voz llega de todas partes simultáneamente. Aika sufre un escalofrío, y siente que el cielo se oscurece sobre ella. Los cerezos se marchitan, la hierba se seca. Un pétalo cae de la rosa, y puede escuchar un lamento que llega de algún lugar lejano, muy lejano, pero que está cada vez más cerca. Busca a su alrededor un lugar en el que refugiarse, algún sitio al que huir. Pero no lo hay. Tierras baldías y una rosa roja marchita es todo lo que queda del paraíso. Y la voz que repite.

-Es hora de despertar.

La ve, sobre la rosa, los cabellos negros, agitados por un viento que no viene de ninguna parte, la piel blanca como el alabastro, el porte regio, los ojos oscuros, igual que la túnica, de seda con un corpiño de terciopelo con brocados rojos y dorados. Una corona de oro ciñe su frente, y una torques del mismo metal, adorna su cuello. En su frente, hay dibujada una luna creciente, y Aika puede ver las espirales de los tatuajes de sus manos, que se cruzan y se mezclan en un complejo diseño.

-El Sueño termina, niña, es momento de volver a la Verdad-dice la mujer, y Magical Girl trata de retroceder, pero no puede hacerlo. Un nuevo pétalo cae de la rosa, y escucha un crujido, como si en algún sitio, un sello se hubiera roto-. El ciclo se ha completado, las Doce Eras de la Magia se han cumplido, y la rueda gira para volver a encajar en su lugar. Acuario, Piscis, Aries, Tauro, Géminis, Cáncer, Leo, Virgo, Libra, Escorpio, Sagitario, Capricornio… y de nuevo Acuario. La Era del Portador del Cántaro. La Era de la Primera Magia. La Era de la Voluntad. Y todos corren por el mundo como pájaros sin cabeza, engañados por un señuelo. Diles que no será en Wundagore, niña, diles que no es el momento del despertar de Chthon. Diles que el Campo de la Sangre y el Campo del Nacimiento son el mismo. Que la Era de Acuario comenzará en el lugar donde por primera vez se forjó. Avísales, niña… ¡despierta!

Aika está a punto de arrancarse el respirador cuando con un espasmo, se despierta en la cama del hospital. Aún así, es lo primero que hace, incluso antes de que su vista se recupere por completo. De inmediato, un pitido comienza a sonar en la habitación, y una enfermera aparece por la puerta a toda prisa, pero no llega a tiempo de evitar que Magical Girl salte de la cama… para desplomarse en el suelo. Sus piernas, sus brazos… todo parece tan débil…

-¡Cuidado!-exclama la enfermera, evitando por poco que su cabeza se estrella directamente contra el enlosado de la habitación-. Señorita, no, tenga cuidado. Lleva nueve meses en coma, ha perdido mucha masa muscular…

Trata de hablar, pero no lo consigue. Le escuece la garganta, la boca le sabe a plástico. De inmediato, médicos y enfermeras entran por la puerta, la ayudan a volver a la cama, le conectan de nuevo los aparatos y le piden que descanse. Cuando uno de ellos está a punto de inyectarle un calmante, Aika se enfurece, y nota como la magia fluye de ella. La jeringuilla estalla en las manos del médico, que la mira atónito.

-Necesito hablar con Stephen Extraño-consigue decir finalmente, con una voz rasposa y poco más alta que un susurro.


Mes 9, día 18. Morgana. Islas Bermudas.

Morgana está a punto de dejarse caer sobre el suelo cuando aparta las manos de la bola de cristal que preside el centro del complejo mandala que ha dibujado en el suelo. Sangre (la suya propia, aún no quiere llamar la atención), cenizas y sal. Cristal y velas. Una magia primitiva, arcaica y primaria… pero segura.

Suspira, agotada. Llegar al lugar donde el alma de Magical Girl había sido desterrada a consecuencias de un desafortunado hechizo, había sido todo un reto. Arrancarla de allí, había sido casi imposible.

Pero lo había conseguido, estaba hecho.

Morgana se incorporó trabajosamente, y se dirigió hacia la cocina de la casa, abriendo la nevera para coger una botella de agua mineral, que bebió casi entera, de un trago.

Fuera, el sol se ponía sobre las Bermudas.

Morgana no tenía más que esperar.


Mes 9, día 20. Alistaire Stuart. Complejo Inostranka, Alaska.

-No le veo mucho sentido a esto de la pizarra…-gruñe Stuart, y Colleen Wing se encoge de hombros y sonríe, mientras Misty le arroja un rotulador para pizarras blancas a Alistaire, que lo coge al vuelo.

Se encuentran en una de las salas del complejo de Inostranka. Alistaire está de pie, junto a una pizarra vacía, y frente a él, Misty, Colleen y Marlene se sientan en sillas de aspecto incómodo, mientras Randall Spector, vestido de paisano, está apoyado en una pared, comiendo un sándwich de salami y queso, con una sonrisa torcida en el rostro.

-Venga, Profe-dice-. Esto es muy reunión CSI.

-Ya sabía que Marc era el listo de la familia-masculla Alistaire, girándose hacia la pizarra-. En fin, si os hace felices, allá va.

Alistaire suspira, y comienza a anotar en la pizarra diversas cuestiones bajo el epígrafe: ¿QUIÉN ES CAPRICORNIO?

-Todo apunta a que Capricornio es el miembro del Zodíaco que está infiltrado en SHIELD-comienza el Profesor, pero ante la ceja enarcada de Marlene, continúa-. O en WHO, SEDA o alguna de las agencias de inteligencia que están implicadas en… lo que sea que estemos investigando. Y por lo tanto, debería convertirse en nuestra prioridad.

-Las agencias han colaborado también con la Iniciativa-afirma Marlene-. Y sabemos que la Iniciativa también ha sido infiltrada. Y según Marc, es la propia doctora Nyles la que encabeza esta infiltración. ¿Podría ser ella Capricornio?

-Podría ser-dice Alistaire-. Pero parece que el Zodíaco está formado por personas contagiadas por tecnología lycantroborg. Sabemos que Kingpin es Leo, que Puño de Hierro es Escorpio… Ambos están contagiados. Y quienquiera que sea quien maneja todo esto, necesita a Nyles para que desarrolle la tecnología. Yo no apostaría por ella, aunque no descartaría a alguno de lo que la rodean. Val Cooper, Leonard Samson… Dios no lo quiera, la Visión…

-¿Por qué la Visión sería una peor opción?-pregunta Randall, y Alistaire pone los ojos en blanco.

-Porque ya intentó dominar el mundo una vez-responde Alistaire-. Aun así, y sin descartar que el círculo de la Iniciativa contenga a algún miembro del Zodíaco… no creo que sea Capricornio. Estoy convencido de que Capricornio está detrás no sólo del borrado de datos de la Base Tezcatlipoca, sino de lo que ocurrió en el Helitransporte con la Condesa o con Thornn en Manchester6, lo que indica que nos sigue muy de cerca.

-O sea, que lo más probable es que la infiltración se haya realizado en WHO-dice Colleen, y aunque molesto, Alistaire asiente.

-Todo comenzó con Jamie Braddock-dice Alistaire-. Su muerte supuso ya la demostración de una infiltración en WHO.

-No estoy de acuerdo-dice Misty-. El asesinado de Braddock es demasiado de ciencia ficción como para encajar con el resto de las actuaciones del Zodíaco. De hecho, es cómo si alguien hubiera querido avisarnos al respecto de lo que se nos iba a echar encima. Alguien con el poder de viajar y modificar el tiempo o algo así… Y no tenemos constancia de que la tecnología lycantroborg pueda hacer algo así.

-Tampoco lo tenemos de mucho más… la única tecnología lycantroborg que hemos visto han sido los restos en Luke-interviene Colleen, y Misty asiente, mientras Alistaire toma nuevas notas en la pizarra-. El Capitán Britania…

-Podría ser-asiente Alistaire-. Encaja con el perfil. Un héroe, subyugado por la tecnología lycantroborg. Pero Brian no tiene el grado de implicación en WHO que esto requeriría. Clive Reston…

-O Micromax…-masculla Colleen, y Alistaire asiente, mientras observa las notas en la pizarra.

«¿QUIÉN ES CAPRICORNIO? LA MUERTE DE THORNN. ¿QUÉ ESCONDIERON A VALENTINA DE LA FONTAINE? LA INICIATIVA… ¿INFILTRADA? ZODÍACO. ¿QUIÉN MATÓ A JAMIE BRADDOCK? TIEMPO ROTO. BASE TEZCATLIPOCA. ¿SHIELD COMPROMETIDA? MEMORIA BORRADA, DATOS PERDIDOS. ¿MICROMAX NOS ESPÍA? EL PADRE DE SHANG-CHI Y CLIVE RESTON. ¿SERVICIOS SECRETOS CHINOS? ¿QUÉ TIENE QUE VER HYDRA CON JENNIFER NYLES? KINGPIN: LEO. PUÑO DE HIERRO: ESCORPIO. FENRIS: GÉMINIS. ¿ES DANIELLE MOONSTAR SAGITARIO?»

Los ojos de Alistaire se detienen. Thornn. De la Fontaine. Tezcatlipoca. No puede ser… pero todo está ahí…

-Oh Dios mío-masculla-. No puede ser… no….

-Alistaire, te has puesto pálido-dice Colleen, incorporándose.

-Han ido siempre un paso delante de nosotros. La muerte de Thornn, el borrado de cerebro de Valentina de la Fontaine, el borrado de la base Tezcatlipoca… Capricornio tenía que estar allí…

-Eso es imposible, a no ser…-interviene Misty, y guarda silencio cuando ve que los ojos de Alistaire parecen cambiar de color, volviéndose grises, metálicos.

-Yo soy Capricornio.


Mes 9, día 21. Constrictor. Proyecto Iniciativa, Baltimore. Maryland.

El tentáculo silba en el aire, y se estrella contra la figura androide que se acerca a él, y hay un chasquido eléctrico mientras el humanoide cae partido en dos mitades y Frank lanza un aullido de satisfacción. Diez robots, diez blancos. Todos destruidos. Constrictor recoge los tentáculos en las fundas de sus antebrazos y se quita la máscara, lanzando un nuevo aullido de orgullo mientras mira a su alrededor. La sala de entrenamiento de la Iniciativa está llena de piezas de los androides de entrenamiento, y Frank está realmente contento. Espera al menos una felicitación de la doctora Nyles después de aquello… quizá una felicitación muy muy efusiva…

-Ey-dice repentinamente Frank, al ver que Satana, Electro y Demonio Veloz entran en la sala de entrenamiento. Satana ya llevaba algún tiempo formando parte de la Fuerza de la Libertad, pero Electro y Demonio Veloz eran parte de la última «hornada». Y Frank aún no había olvidado que Electro había sido uno de los que habían intentado hacerse con su cabeza en las Navidades pasadas-. ¿Habéis hecho reserva para la sala? A mí me quedan todavía quince minutos. Satana, los novatos seguramente no se han enterado, pero tú sabes ya como funciona esto…

-No te preocupes-afirma Satana-. Sólo queríamos ver cómo funciona un auténtico miembro de la Fuerza de la Libertad. Un miembro muy resistente. Has participado en prácticamente todas las misiones… y apenas tienes algún rasguño…

-Bueno, soy el mejor en mi trabajo-sonríe Frank, mientras Satana se acerca a él.

-Lo único malo es que al estar vivo, haces que mucha gente se sienta incómoda… y se han cansado, Frankie-afirma ella, y Constrictor siente un estremecimiento-. Se te ha enviado a las misiones más peligrosas esperando que acabaran contigo, pero aquí estás, empeñado en no morirte. Así que nos toca a nosotros solucionar ese pequeño tema… ya sabes, son cosas que pasan…

Cuando el dardo mágico vuela de los dedos de Satana en su dirección, Constrictor se arroja al suelo justo a tiempo, siente como el aire crepita sobre él. Pero esta vez no consigue evitar que uno de los rayos de Electro le alcance, haciéndole botar en el suelo, y cerrando con tantas fuerzas sus mandíbulas que está a punto de arrancarse la lengua. El sabor metálico de la sangre le llena la boca. Por el rabillo del ojo ve como Demonio Veloz se acerca, y despliega uno de los tentáculos, justo a tiempo de conseguir que las piernas del corredor se enreden y haciéndole caer, lanzando el otro en dirección a Satana, crepitando por la electricidad. La Hija de Satán detiene el tentáculo con un escudo mágico, sin dejar de sonreír. En ese momento, Electro pisa el brazo de Constrictor, impidiéndole moverse, mientras una cadena mágica convocada por Satana le inmoviliza el otro brazo. Gruñe, furioso. Sin sus látigos está tan indefenso como un bebé.

-Lo siento, Frankie-dice Electro-. Estas cosas pasan.

La sonrisa se congela en el rostro de Satana y la hechicera se desploma inconsciente, mientras una red psiónica envuelve a Demonio Veloz, que ya se estaba incorporando.

-Un movimiento y lo frío-dice Electro a alguien que acaba de entrar, pero Constrictor no puede girarse lo suficiente como para ver quién es, aunque enseguida reconoce la voz que responde… y el tono de sus palabras.

-¿Y crees que me importa una puta mierda?-dice USAgente. La red que envuelve a Demonio Veloz hace probable que venga en compañía de Spiderwoman-. ¿Quién os paga por hacer esto, Dillon?

-¿Qué más da, Walker? El dinero es dinero. Da igual de donde venga.

-Esa no es la respuesta que quería oír. Así que… te jodes-responde USAgente, y en ese momento, Electro grita, completamente cortocircuitado, mientras el Hombre Hormiga, a tamaño reducido, salta al pecho de Slichting. Con Satana inconsciente, su cadena se deshace, y Constrictor recupera la movilidad, incorporándose lo más rápido que puede, mientras Scott Lang recupera su tamaño normal.

-¿Qué está pasando aquí?-pregunta Constrictor, mientras Spiderwoman revisa los paneles de información y USAgente inmoviliza a sus tres atacantes.

-Qué desde que llegaste aquí todo ha sido muy raro, Slichting-escupe Walker.

-Nos quedan ocho minutos-dice Julia, acercándose a ellos, y USAgente asiente.

-Todos tus antiguos amigos tratando de hacerse con tu cabeza como regalo de Navidad, el Escuadrón Serpiente atacándonos en pleno vuelo, las misiones a las que has sido asignado… Alguien te quiere muerto, y es alguien de aquí dentro.

-¿Qué?-pregunta Constrictor, dando un respingo-. ¡Se supone que aquí están los héroes! ¿Por qué iba alguien a querer matarme?

-No lo sé, pero lo vamos a averiguar… en algún momento-responde USAgente-. Scott lleva semanas vigilándote, Spiderwoman y yo hemos podido venir sólo porque él estaba pendiente. Si no, estos tres te hubieran hecho chopped y luego hubieran dicho que todo era un problema de la zona de entrenamiento. Un cortocircuito, un mal funcionamiento de los androides… Pobre Constrictor, adiós, hasta nunca más.

-¿Pero por qué va alguien a tomarse todas estas molestias? ¡Por Dios, si apenas soy un delincuente de tercera!

-Correcto-afirma Walker-. Pero hay algo que… bueno, que no sabes que sabes. Así que vamos a sacarte de aquí.

-¿Y a dónde voy a ir? ¡Esto es la Iniciativa, todo el mundo está metido en ello!

-No irás solo-interviene Scott-. Spiderwoman y USAgente se van contigo.

-¿Y tú te quedas aquí?-pregunta atónito Constrictor, el Hombre Hormiga asiente.

-Sí… aunque todo el mundo pensará que me he ido con vosotros. Tenemos que saber hasta qué punto la Iniciativa está infiltrada y qué está pasando. Y bueno, mis poderes me permiten hacerme notar poco. Y aquí hay gente en la que estoy seguro de poder confiar.

-Ten cuidado, Lang-dice Walker, y Scott asiente.

-Venga ya, Capi de segunda-responde-. Si no fuera por el Escarabajo, ni siquiera tendríamos estos minutos de invisibilidad ante las cámaras. Todo esto hubiera sido imposible.

-Fíate de Jenkins… y poco más-dice USAgente, y Scott asiente.

-Dos minutos-interviene Spiderwoman, lanzando una mirada nerviosa al Hombre Hormiga-. Sigo pensando que deberías venir con nosotros.

-Te echaré de menos-responde Scott con una sonrisa, y ambos se besan, arrancando una mueca burlona del USAgente.

-Oh, venga ya-farfulla-. Me vais a provocar una subida de azúcar, y no es el momento. Nos vamos. Ya.

-¿Pero cómo?-pregunta Schlicting, mientras el Hombre Hormiga se reduce hasta casi desaparecer, y el USAgente y Spiderwoman le escoltan hacia la salida de la sala de entrenamiento.

-Espero que te guste el frío-sonríe USAgente-. Tenemos un quinjet precioso que nos va a llevar a Alaska. Me han dicho que está preciosa en esta época del año…


Mes 9, día 23. Capitana UK y Nathaniel Richards. Base de Hydra Ajenjo, Océano Pacífico, al Sur de Ponapé.

-Muy bien, ¿dónde estamos?-gruñe Linda, y Nathaniel observa las lecturas trasmitidas por su brazalete. Ambos se encuentran en el interior de lo que parece ser una estructura cavernosa, con las paredes revestidas de cemento y acero.

-Día 23 de Junio, solsticio de verano. Al parecer estamos en algún lugar del Pacífico Sur. Y si esas calaveras con tentáculos que hay en las paredes no me engañan, diría que estamos en una base de Hydra.

-Estupendo-dice UK-. ¿Qué tiene que ver Hydra con la desaparición de Saturnina? Son sólo terroristas con tecnología avanzada…

-Muchos podrían decir que el Cuerpo de Capitanes Britania no sois más que policías con poderes mágicos, Linda…

-¿Linda? Doctor Richards, usted y yo apenas nos conocemos, creo que lo mejor será que… ¡cuidado!

Richards se gira de inmediato cuando Linda señala hacia uno de los pórticos del pasillo, y ven como Danny Rand, vestido como Puño de Hierro, cruza el corredor. Se detiene un instante a unos pasos de ellos, como si sintiera algo, y sus ojos se vuelven grises, metálicos, como si fueran monedas… pero finalmente, parece desechar la idea de que hay alguien más y continúa hacia su destino, desapareciendo en el otro lado del pasillo.

-No nos pueden ver, estamos ligeramente desincronizados con su línea temporal-dice Nathaniel Richards, y Capitana UK suspira mientras el doctor analiza las nuevas lecturas de su brazalete-. Interesante. Ese hombre es Daniel Rand, aunque es más conocido entre los suyos como Puño de Hierro. Es un héroe, experto en artes marciales y capaz de concentrar su… «chi» en la energía que le da nombre… Fundó los llamados Héroes de Alquiler junto a Luke Cage y…

-Y si esto es una base de Hydra, no debería estar aquí. Y por un momento pensé que nos iba a ver…

-Nanotecnología-asiente Richards-. Hay algún tipo de virus tecnológico en él, aunque mis sistemas no han podido identificarlo. He tenido que cambiar la vibración de resonancia temporal, realmente, ha estado a punto de encontrarnos.

-Estupendo. Creo que será mejor que cojamos a Saturnina y salgamos de aquí cuanto antes. Roma parecía muy seria cuando nos ha hablado de lo urgente que era todo esto. Y ya he perdido dos mundos, no quiero hacer cierto el dicho de no hay dos sin tres. ¿Sigues detectando la signatura de la Guardiana Omniversal?

-Sí-asiente Richards-. Podremos devolvérsela a Roma cuanto antes, yo podré dedicarme a las brechas de continuidad lineal que siguen apareciendo en el Universo y tú… bueno, a lo que sea que quieras hacer. Quizá si lloriqueas lo suficiente, Roma te asigne un nuevo planeta.

-Richards…-sisea Linda, crispando los puños, y Nathaniel lanza una sonrisa ácida mientras se dirige hacia una de las puertas. Los sistemas de Richards hackean los sistemas de seguridad, y la puerta se abre, dándoles acceso a una serie de corredores por los que Nathaniel guía a Capitana UK, hasta que llegan a una gran sala, repleta de proyecciones holográficas. Nathaniel se detiene en seco.

-¿Pero qué…?-comienza a decir, y UK se detiene tras él, paseando su mirada por las proyecciones holográficas que el doctor Richards escruta atentamente-. Dios mío… esto es…

-¿Qué ocurre?-pregunta Linda, que realmente no entiende nada de lo que está viendo, complejas ecuaciones matemáticas, secuenciaciones, mapas en tres dimensiones…

-Esto es mucho más de lo que Roma nos dijo-responde Richards, realizando una copia visual de todos los hologramas para poder revisarlos más tarde-. Esto explica por qué Hydra está detrás de la desaparición de Saturnina, Capitana… no es un plan para hacerse con el control de un país o desencadenar una guerra… Es un plan de conquista universal… De la propia realidad…

La puerta se abre tras ellos, y ambos se giran. Una mujer ha entrado en la sala. Hermosa, vestida de blanco, con un vestido de seda ajustado a su voluptuosa figura, y una capa de armiño blanco sobre él, sujeta con un broche con la enseña de Hydra. Su cabello es rubio, casi blanco, liso y con el flequillo cortado hacia la izquierda. Sus ojos azules son gélidos, desapasionados, y una sutil mueca de crueldad parece deformar sus labios en una siniestra sonrisa. El corte de su falda permite que se vea el símbolo de una estilizada daga tatuada en su cadera. Como único adorno, luce una gema roja en una cinta de raso blanco, sujeta a su garganta.

Ella se detiene en seco al ver a Richards y UK en su sala de control, y los dos quedan un momento paralizados al darse cuenta de que esa mujer ha ignorado su sistema de camuflaje, y les ve claramente a pesar de su desfase temporal.

-¿Saturnina?-masculla Linda, pero al instante se da cuenta de su error. No se trata de la Guardiana Omniversal, no es Ópalo Luna Saturnina. Capitana UK siente el bilioso sabor de la furia en la garganta-. ¡Tú, hija de puta, tenías que ser tú!-exclama-. ¡Has destruido mi mundo! ¡A mi marido! ¡Y era tu mundo!

Sat-Yt-9 sonríe mientras Capitana UK vuela hacia ella, y la gema roja de su cuello centellea un instante. Un rayo abrasador brota de ella, y hubiera hecho arder a Linda, de no haber sido por el campo de protección que en ese mismo instante extiende Richards sobre ella.

-¡Vámonos de aquí!-grita Richards, modificando su situación cronal para escapar de allí.

-¡No!-responde UK-. ¡Es una asesina! ¡Es una psicópata!

-¡Y tiene una Gema del Infinito!-replica Richards, notando que el poder de la gema ya tantea su campo de fuerza para traspasarlo-. ¡Era una pista falsa, no era Saturnina! ¡Nos vamos de aquí ya!

Richards activa el sistema de transporte cronal, y ambos desaparecen de la sala de control de Ajenjo, dejando sola a Opal-Lun-Sat-Yr-9. La mujer se acerca al panel de mando y observa todos los datos contenidos en los hologramas. De inmediato, activa el sistema de comunicación con la base.

-Aquí Madame Hydra. Iniciad protocolo Delta-Epsilon, la seguridad del recinto ha sido comprometida.

Dada la instrucción, Sat-Yr-9 se gira hacia una de las paredes, que se abre ante ella, accediendo a la sala donde tiene cautiva a la Guardiana Omniversal, su contrapartida de otro mundo.

-Encantador, Roma ha enviado a sus chuchos a buscarte-dice, y Saturnina clava sus ojos en ella, furiosa-. Lástima que haya enviado perros castrados en lugar de lobos.

-De momento, por lo que veo, te obligan a salir de tu madriguera-farfulla Saturnina, con una sonrisa apagada.

-Tengo muchas otras… y quizá sea el momento de que nos traslademos a un lugar más apropiado para estar cerca de todo lo que se aproxima… querida, ¿conoces el Caribe?


Mes 9, día 23. Capitana UK y Nathaniel Richards. Valle del Rift, Kenya.

Cuando aparecen en medio de la sabana, Linda no aprecia la ironía de haber escapado de una muerte segura para haber aparecido en la cuna de la vida. Simplemente está furiosa, y no duda en proyectar esa furia en Nathaniel. Su primer derechazo le hubiera decapitado de no ser por el campo de fuerza que rodea el científico.

-¡Hijo de puta!-grita ella, mientras Nathaniel, con campo de fuerza y todo, vuela varios metros, cayendo entre la alta hierba amarillenta, cerca de un arroyuelo.

-Tienes una curiosa forma de agradecerme el que te haya salvado la vida-dice Nathaniel, incorporándose mientras ella se acerca a él, dispuesta a darle un nuevo golpe, pero esta vez él es más rápido, y con un centelleo, la envuelve en un campo de fuerza fijo, atrapándola como una mariposa tras una vitrina-. Ya está bien, Capitana. Avergüenzas al Cuerpo de Capitanes Britania… y te avergüenzas a ti misma.

-¡Esa zorra ha destruido mi mundo! ¡A Rick! ¡A mi marido!-grita Linda, y en ese momento, se derrumba, como si de golpe asumiera todo lo que había perdido, cayendo de rodillas.

-Y tiene planes parecidos para este, Capitana. O peores. Tenemos que analizar lo que pude grabar, esa mujer tiene planes que incluyen las Gemas del Infinito, una guerra mundial… y algo llamado la Era de Acuario. Tengo que pararla, y aunque normalmente prefiero trabajar solo, no descarto que en esta ocasión pueda necesitar ayuda. Hay tantas piezas que mover, tantas cosas que hacer… Pero necesito a la Capitana UK, no a una mujer llorosa e incapaz de controlar su ira. Linda McQuillan, te eligieron para el Cuerpo de Capitanes Britania por que tenías un gran poder dentro de ti, porque podías salvar el mundo. ¿Demostrarás que puedes hacerlo?

Linda guarda silencio.


Mes 9, día 29. Los Inhumanos. Attilan, Mar Caribe.

Medusa observa atentamente la cúpula que cubre su ciudad desde la barcaza en la que se encuentra junto al resto de la Familia Real. Su cabello rojo parece ondular tras ella, pese a que el aire está en completa calma. La cúpula traslúcida permitía ver parte de los edificios de Attilan, y siente que tras ella, Gorgon camina nervioso. Sus pasos hacen vibrar el suelo de la embarcación. Le gustaría que Crystal estuviera allí, pero… su hermana estaba demasiado implicada con los humanos, no entenderían lo que iban a hacer. Y Karnak… simplemente había desaparecido, hacía meses que no sabían dónde estaba.

El mar oscila ante ellos, y una inmensa ola recorre la barcaza, empapando a los Inhumanos que allí se encuentran. Ante ellos, surgidos de las profundidades, aparece un ejército de Atlantes. Frente a ellos, el propio Rey Namor enarbola un tridente, montado sobre el inmenso lomo de la criatura llamada Giganto. De su costado pende el Cuerno de las Profundidades.

-¡Marcharos de aquí!-grita Namor, con Namorita volando a su lado-. ¡Este no es vuestro dominio! ¡Esto es Atlantis!

-Hablo en nombre de Rayo Negro-replica Medusa, avanzando hacia el borde la barcaza-. El reino de Atlantis pasó a la historia, Attilan es ahora la ciudad que se alza ante nosotros, y Attilan es el reino de los Inhumanos. Los países humanos debaten aún nuestra soberanía, pero su voz no es importante en esto, Rey Namor. Es una cuestión de legitimidad. Por mucho que los embajadores atlantes y los portugueses bloqueen el avance del debate sobre Attilan en las Naciones Unidas, sabemos la verdad, y es que Attilan nos pertenece.

-No tenéis ningún derecho a estar aquí-responde Namor.

-Deberíamos hablar esto con más calma-interviene Nita, y su primo la fulmina con la mirada.

-Preparaos para atacar-ordena Namor, y sus soldados preparan las armas. Medusa se gira bajando el rostro con tristeza, y Rayo Negro da un paso al frente.

-Que haya guerra-dice.

Y el caos se extiende a su alrededor.


Mes 9, día 30. Estrella Oscura. Plaza Roja, Moscú.

-…y es así que inauguramos este monumento en pleno corazón de la Madre Rusia en recuerdo de todos aquellos que murieron en los infames atentados del día 1 de Enero, y con ello, demostramos que Rusia no olvidará a los caídos, a los que murieron…

Laynia no puede apartar los ojos del monumento de mármol y bronce, y siente que una lágrima le resbala por la mejilla, así que se apresura a quitársela con el dorso de la mano. La estatua representa a tres hombres, tres mujeres y tres niños, que representan a cada uno de los muertos en los atentados que habían sacudido Moscú y el mundo en Año Nuevo. Todos ellos alzan sus manos hacia el cielo, como si trataran de alcanzar algo en las alturas, o escapar del terrenal suelo. Los nombres de todos y cada uno de los caídos y desaparecidos estaban grabados en placas de bronce a los pies de la escultura en caracteres cirílicos. Los ojos de Estrella Oscura vuelven hacia el Presidente Medvédev, rodeado de cámaras y fuerzas de seguridad, mientras este continúa hablando de valor y unión. Laynia Petrova siente un sabor amargo en la boca. ¿Qué valor hubo en la muerte de los inocentes que cayeron en Año Nuevo? Aquello no había sido una batalla, había sido… una masacre. Y de pronto, Medvédev guarda silencio y un rumor se extiende por la plaza. Laynia alza los ojos y la sangre se congela en sus venas cuando ve a su padre flotando sobre la Plaza Roja, en su silla volante. Laynia se encuentra entre el resto del gentío, no está de servicio ese día… y de pronto, entiende por qué y un nudo se cierra en su garganta. Dínamo Carmesí, Vostok, Zmei… casi todos los miembros de la Guardia de Invierno se unen a la Presencia sobre la Plaza Roja.

-Débiles-dice la Presencia, y todas las cámaras y micrófonos que antes apuntaban a Medvédev se giran hacia él y los suyos-. Hemos sido débiles y los nuestros han muerto por ello. Y ahora, lloramos. Y nos hacemos más débiles.

La Presencia alza su mano, y por un segundo, todas las fuerzas de Medvédev contienen el aliento, cerrando filas alrededor de su Presidente, pero el rayo que brota de la mano del padre de Laynia se estrella contra la escultura, que se disuelve sobre sí misma por el alto índice de radiación emitido por Sergei Krylov.

-¡Detenedle! ¡Detenedles a todos!-ordena Medvédev, pero la Presencia sonríe, helando la sangre de Laynia en las venas, y los soldados del ejército ruso se vuelven hacia el Presidente y su cúpula, apuntándoles con sus armas.

-¡No!-grita Laynia, pero antes de que pueda convocar su energía oscura, un dardo se hunde en su cuello, y siente que las rodillas le fallan y la vista se le nubla. Laynia se desploma, invadida por un inhibidor sináptico, y antes de desmayarse, puede ver como Guardián Rojo aparece entre la multitud, enfundando una pistola en su cinturón.

-Lo siento, Laynia-susurra-. Pero tenemos que hacer esto.

-Por todos los daños y vergüenzas que hemos sufrido en los últimos años-dice la Presencia, y su voz retumba en toda la Plaza Roja-. Por las humillaciones infligidas por aquellos que nos han hecho hincar la rodilla una y otra vez, por aquellos que han intentado hacer que nos avergoncemos de ser quien somos, de nuestra herencia y nuestro patrimonio. Por el dolor que hemos vivido. Ante el mundo entero digo que todo ello nos ha hecho más fuertes, y que la sagrada tierra de la Rodina vuelve a alzarse, vuelve a tomar las armas. Rusia vuelve a ser fuerte, y nosotros nos encargaremos de darle la gloria que se merece. Hail, Hydra.


Mes 9, día 30. Hombre Hormiga. Base de la Iniciativa, Baltimore. Maryland.

Scott Lang se deja caer exhausto en un rincón del sistema de aire acondicionado, mientras come los restos de una bolsa de patatas fritas, más que suficiente para al menos quitarle el hambre con su metabolismo reducido. Está agotado, y desde luego, acojonado. Toda la Iniciativa se había movilizado para encontrar a Constrictor, USAgente, Spiderwoman… y a él, que se suponía que había huido con ellos. Nyles incluso había tenido un furibundo enfrentamiento con Val Cooper (Scott de inmediato pensó que eso situaba a Val en el lado de los buenos) ya que quería incluso recurrir a los efectivos de la Torre, pero Cooper se negó a dejar que estas intervinieran en la Tierra para buscar simplemente a un criminal común.

Pero aunque se suponía que él ya no estaba allí y se había marchado junto a Schlicting, Walker y Julia, habían explorado cada centímetro de la instalación, y de no haber sido por la ayuda de Abe Jenkins, que había demostrado ser todo un genio de los sistemas de seguridad, le hubieran encontrado. Al menos, aquellos días le habían servido para estar seguro de que tanto Leonard Samson como Michael Craig y Val Cooper estaban limpios. Con un poco de suerte, a no mucho tardar podría reunirles a todos, apartar a Nyles de la dirección de la Iniciativa, y entre todos volver a poner las cosas en orden. Y desde luego, empezar con el proyecto Fuerza de la Libertad desde cero.

Lang escucha el ruido de la televisión, y se acerca a la rejilla de ventilación, observando el despacho de Jennifer Nyles, que se encuentra sentada ante la televisión. Ve la bandera de Estados Unidos ondeando en la pantalla, y enarca las cejas. ¿Un comunicado oficial? ¿Qué demonios estaba pasando?

La siguiente imagen congeló la sangre de Lang en las venas. Kingpin sentado en la mesa del Despacho Oval.

-Ciudadanos de Estados Unidos-dice Wilson Fisk-. Ha llegado el momento de que nuestra gran nación recupere la fuerza y el poder que gobiernos negligentes han ido perdiendo. Hemos mostrado debilidad, y nos han respondido con fuego. Hoy comienza un nuevo día para Estados Unidos, a partir del cual seremos nosotros los que enarbolaremos las antorchas y extenderemos el fuego. El Senado y el Congreso han sido disueltos, aunque pronto serán reformados y estarán de nuevo frente al gobierno de nuestro país, pero en este momento de transición, necesitamos ser fuertes, necesitamos se grandes, necesitamos estar unidos. No hay espacio para las dudas, para las fricciones, para la desunión. Hijos de Norteamérica… bienvenidos al mañana. Hail, Hydra.

-Mierda-susurra Lang-. Mierda, mierda, mierda, mierda…

-Está hecho-susurra Nyles, girándose, y en ese momento, la puerta del despacho se abre y alguien entra en la sala. Scott teme que el corazón le dé un vuelco. «No… él no…»

-Leo y Cáncer han ocupado sus Casas-dice el interlocutor de Jennifer, y ella asiente-. Y los Inhumanos y los Atlantes ya están también en sus casillas. La rueda del Zodíaco ha girado

-Para mayor gloria de Madame Hydra-afirma Jennifer, y él asiente.

-Para mayor gloria de Madame Hydra… por supuesto.


1.- En DOCE IV.

2.- Por supuesto, todo esto está traducido del ruso…

3.- En el número 4 de DOCE.

4.- En el número anterior, para ser más exactos.

5.- Muuchos años atrás, en Marvel Cómics Presents 86-92, publicada aquí en España… ni me acuerdo donde. ¡¡Canooooo!!

6.- En los números anteriores de DOCE.

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