Poderes Cósmicos #04

Poderes Cosmicos #04Estela Plateada. Señor del Fuego. Legado. Sota de Corazones. Bill Rayos Beta. El Hombre Imposible. Poseedores de poderes sobrehumanos que han jurado preservar el status quo del Universo.

#4 – Extraños encuentros
Por Bergil


Fecha de publicación: Mes 4 – 8/98


Portada: Los héroes (sí, Impy también) que partieron de Titán al final del #3 aparecen desmayados en el suelo, mientras una sombra se proyecta sobre ellos. Es la sombra del ser que los ha vencido, y que debe ser reconocible para cualquiera (pero no digo aquí el nombre para no matar el suspense).


«Es inútil, no tenemos nada que hacer contra él», exclamó Sota de Corazones.

«Tienes razón. Sin embargo, debemos perseverar. No ha de permitírsele continuar. Un ser de tal poder y que exhibe semejante conducta, amoral y falta de escrúpulos, está en camino de convertirse en otro Tirano», replicó Ganímedes.

Un enorme rayo de energía cortó sus palabras. Cuando se desvaneció el fogonazo, nada quedaba en el lugar que anteriormente habían ocupado los héroes.

«¡Estúpidos! ¿Acaso creyeron que podrían algo contra mí?»

Algunas horas antes…

Donde nada existía, ocho figuras surgieron del hiperespacio. Decididos a descubrir quién se ocultaba tras las maquinaciones de las que habían sido objeto, nada detendría a los héroes. Éste era el objetivo que se hallaba en primer lugar en sus mentes. Sin embargo, cada uno tenía preocupaciones propias, de las que habían sido apartados: Sota y Ganímedes deseaban estar el uno con el otro; Estela, recuperar sus perdidos sentimientos (quizá no fuera exactamente una preocupación, porque esto supondría sentir algo); Pyreus Kyll, dar un sentido a su vida tras desaparecer Galactus y su compañero el Caminante; Genis, sobrellevar el hecho de ser el hijo del más grande guerrero kree de todos los tiempos; Kl’rt, conquistar el amor de su emperatriz; el Hombre Imposible, encontrar a alguien a quien hacer objeto de sus bromas y no, para variar, al revés; ¿y Drax? Bueno, Drax había sido cread

«Siento una gran fuente de poder cósmico cerca de nosotros», advirtió Estela. «Estad preparados, por si fuera nuestro enemigo».

«Tienes razón, Norrin Radd», confirmó el Señor del fuego, «yo también puedo percibirla».

«Quedáos aquí mientras Genis y yo vamos a investigar». Acelerando, Estela y Capitán Marvel pronto se perdieron de vista.

Cuando llegaron a su destino, un espectáculo inesperado se ofreció ante sus ojos: cuatro seres dorados -tres varones y una hembra-, flotando en el espacio en círculo, mientras se dedicaban a, aparentemente, no hacer nada.

«¡Por la gran nebulosa! Que me aspen si…», exclamó Genis. «¿Quiénes demonios serán?».

«Son Kismet y los científicos que formaban el Enclave. Aunque no lo parezca, todos ellos nacieron en la Tierra».

«¿En la Tierra? Ese pequeño planeta jamás dejará de sorprenderme. Voy comprendiendo cómo es que los terrestres fascinaron tanto a mi padre…».

«En efecto, los humanos son una especie fascinante. A pesar de que su comportamiento habitual resulta egoísta y en ocasiones despreciable, es cuando se ven enfrentados a las más duras pruebas cuando surge lo que creo yo es su verdadera naturaleza: abnegada, desprendida, capaz de los mayores sacrificios aun cuando todo parezca perdido e inútil. Tomemos, por ejemplo, a este grupo: aquí donde los ves, comenzaron como un grupo de científicos deseosos de dominar su mundo. Junto a un colega ahora fallecido, George Hamilton, su Enclave intentó crear una super raza con la cual transformar el mundo en lo que consideraban una utopía. Dos veces lograron crear prototipos de metahumanos -los seres a los que llamaron Él y Modelo, ahora conocidos como Adam Warlock y Kismet-, pero tanto uno como otra les consideraron malhechores y les traicionaron. Hamilton pereció cuando su ciudadela científica, su… Colmena fue destruida. Tardaron a&nti , Wladyslaw Shinsky, sufrió su primer ataque al corazón. Lo único que se les ocurrió a sus dos colegas, Maris Morlack y Carlo Zota, para reanimarlo fue utilizar uno de aquellos capullos cósmicos de su invención, en los que se habían originado sus metahumanos. Pero para conseguir el equipo que necesitaban tuvieron que asegurarse el apoyo financiero de sus antiguos rivales, los retorcidos científicos de la organización conocida como Ideas Mecánicas Avanzadas. I. M. A. les proporcionó los medios para reparar su parrilla de transferencia, crear trajes refractarios y contratar a un ayudante de laboratorio, a cambio de entregarles a Ella, como se llamaba a sí misma su segunda creación. Secuestraron el capullo del Proyecto Pegaso e introdujeron a su camarada en él. Sin embargo, el ayudante que I. M. A. les había proporcionado resultó ser un adaptoide, que, tras absorber una muestra Zota para atacar el ADN de Kismet si resultaba incontrolable) que le disparó Shinsky, Kismet creó dos capullos más e introdujo a sus creadores en ellos, velando por los tres mientras dormían1. Meses después, los tres humanos emergieron de los capullos, transformados tanto en el ámbito físico como emocional: además de poseer el poder de manipular la energía cósmica, el dominar el mundo ya no les atraía. Decididos a hacer el bien, sus primeras acciones sólo procuraban beneficios a corto plazo, por lo que marcharon al espacio para aprender a usar su poder sin poner en peligro a los habitantes de la Tierra2. Y aquí los tienes, guiados por aquélla a la que pensaron dirigir. No deja de ser irónico».

«Bueno, ahora que ya hemos visto que no son una amenaza, podemos irnos, ¿no?»

«No, espera un momento. Estos cuatro seres pueden ser, como suelen decir los terrestres, nuestro as en la manga. Disculpad, amigos», añadió, dirigiéndose al cuarteto, «pero quisiera pediros un favor. Veréis,…» y Estela Plateada se embarcó en el relato de lo sucedido desde que el Hombre Imposible fuera impelido a reunir a los héroes. «¿Comprendéis? Ese ser no ha contado con vosotros, y es posible que no os conozca, puesto que renacisteis hace poco. Ambas cosas combinadas os hacen especialmente valiosos, si queremos desbaratar sus planes».

Los cuatro contestaron al unísono sin dudarlo:

«Cuenta con nosotros. Si algo hemos aprendido, tanto en la Tierra como desde que salimos al espacio, es que todo gran poder conlleva una gran responsabilidad: la de ser usado para hacer el bien, pues, de lo contrario, el poder corrompe al que lo utiliza en su propio beneficio».

«De acuerdo entonces. Esto es lo que haréis…»

Finalmente, los héroes divisaron la flota liderada por Skuttlebutt. Permanecía quieta en una zona de la galaxia próxima a la frontera del Imperio Shi’ar, pero todavía fuera de sus límites. Con cautela, los siete héroes convocados por el Hombre Imposible y este mismo se aproximaron a la nave sentiente korbinita. Pero antes de que pudieran interpelarla, una enorme figura se materializó ante ellos.

«¡Ahí va!»

«Demonios»

«¡Por el Mundo Trono Skrull!»

«¡Santa vaca!

«Siempre supuse que eras tú… ¡Extraño!»

«¿De verdad, Estela? ¿Cómo llegaste a semejante conclusión?», inquirió el solitario ser de rojo y verde.

«Bueno, todo este asunto llevaba tu marca desde el principio. O bien eras tú, o bien Jakar; pero nos enfrentamos a él hace poco3 y no es probable que tan pronto volviera a las andadas, y menos enfrentado a tanto poder crudo. Por lo tanto, debía tratarse de una entidad muy poderosa, sin ningún escrúpulo que pudiera interferir en la consecución de sus objetivos; objetivos que siempre resultan extraños para los implicados en el asunto. Eso nos dejaba únicamente a ti. Sin embargo, he de confesar que tus objetivos al reunirnos todavía se me escapan».

«Como no tenéis ninguna oportunidad contra mí, no tengo inconveniente en revelaros mis planes. Inicialmente, lo que perseguía era capturar la flota korbinita para proceder al estudio de esta raza. ¡Imaginad! Una raza entera criogenizada, vagando por el espacio, guiada por una nave sentiente. Sin embargo, la intervención de los Axi-Tun, dirigidos por su demente líder Lord Votan4 dio al traste con mis planes. ¡Qué conducta más irracional! Exterminar una raza sólo por considerarla inferior es una acción, en el mejor de los casos, simplemente estúpida: si exterminas a los que consideras inferiores, quedas sin punto de referencia en el que basar tu superioridad; e, implícitamente, estás legitimando a los demás para que puedan hacer lo mismo contigo si te consideraran inferior a ellos. Así que, tanto por autoconservación como por egocentrismo, semejante actitud es suicida.»

Estela, que conocía bien las maquinaciones del Extraño, sabía que no debía creer completamente en sus palabras, pues aquel ser raras veces decía la verdad sobre sí o sus actitudes. Sin embargo, confiaba en que, tirándole de la lengua al alimentar su ego -pues a todos los manipuladores les encanta revelar sus maquinaciones a los manipulados-, podrían llegar a descubrir sus verdaderos objetivos.

«En esta búsqueda de la flota korbinita coincidí con el Coleccionista, que buscaba añadirla a su colección. La pérdida la Cofradía5 había dejado un vacío en su colección que la obtención de una raza hibernada podría paliar. Para castigar su interferencia, decidí utilizarle como distracción en la persecución de mi nuevo objetivo: reunir al poppupiano y a un skrull para estudiarlos. Tengo la fundada sospecha de que pueden tener un origen común».

«¡Vaya chorrada!», exclamó Capitán Marvel. «¿Sólo porque los dos son verdes y visten de morado? Por esa regla de tres Drax también podría entrar en la ecuación, pues cumple ambos requisitos.»

«Efectivamente, Drax también entra en la ecuación. Sé perfectamente que fue creado por Cronos para oponerse a su descendiente Thanos, el titán loco; pero ¿por qué darle un aspecto semejante al de las otras dos razas? En cuanto a skrulls y poppupianos, no sólo su aspecto y vestimenta indican parentesco. También el hecho de que ambos sean multiformes puede indicar relación entre ambas razas. Es obvio que los skrull son, en ciertos aspectos, un estadio más evolucionado de multiformidad, puesto que cuando adoptan la forma de otros seres u objetos, la transformación es perfecta, pues no se ven constreñidos a los colores verde y morado; pero, por otra parte, los poppupianos tiene un control completo de todas las moléculas de su cuerpo, y replican a la perfección aquello en lo que se convierten.»

«No creerías que íbamos a permitirte llevar a cabo tus planes, ¿verdad?»

«Lo que yo crea o deje de creer no es de vuestra incumbencia. No podéis hacer nada contra mí.»

«Permítenos que dudemos de eso. Ahora ¡atacad!», gritó Estela Plateada, al tiempo que lanzaba un rayo contra el Extraño.

«¿Cómo osas…?». Pero el Extraño se vio interrumpido por una andanada de descargas que le llegaron desde todos lados. Todos los héroes descargaban sus energías contra él, excepto Drax y el Hombre Imposible, que habían optado por medios más físicos: el Destructor le golpeaba una y otra vez, mientras que el poppupiano se había transformado en un antifaz que le tapaba los ojos. «Semejante insolencia es intolerable». Arrancándose a Impy de la cara, comenzó a devolver las descargas, sin que los ataques que recibía parecieran hacer mella en él.

Súbitamente, se teleportó a un punto desde donde podía abarcar a todo el grupo, preparándose para lanzar el golpe definitivo.

«Es inútil, no tenemos nada que hacer contra él», exclamó Sota de Corazones.»Tienes razón. Sin embargo, debemos perseverar. No ha de permitírsele continuar. Un ser de tal poder y que exhibe semejante conducta, amoral y falta de escrúpulos, está en camino de convertirse en otro Tirano», replicó Ganímedes.

Un enorme rayo de energía cortó sus palabras. Cuando se desvaneció el fogonazo, nada quedaba en el lugar que anteriormente habían ocupado los héroes.

«¡Estúpidos! ¿Acaso creyeron que podrían algo contra mí?», bramó el Extraño.


1.- Como se contó en Quasar # 57 USA

2.- Poderes Cósmicos Unlimited # 2 USA

3.- Poderes Cósmicos Unlimited # 3 USA

4.- StarMasters # 1 a 3 y Poderes Cósmicos Unlimited # 4 y 5

5.- Vengadores v. 1 # 334 a 339 USA


¿Qué les ha ocurrido a los héroes? ¿Habrá triunfado el Extraño en sus planes? Es más, ¿habrá contado la verdad sobre sus intenciones? No te pierdas el final de la saga en Poderes Cósmicos # 5.

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