Marvel Kid vol. 2 #6

marvelkid06Joss Ryan era un chico normal, hasta que un día sus poderes mutantes salieron a la luz. Ahora se enfrenta a un mundo para el que no está preparado bajo el nombre de Marvel Kid.

Vol. 2 #6 – Secuestrada
Por Carlos Correia


Fecha de publicación: Mes 197 – 9/14


Mierda, mierda, mierda.

¿Dónde coño está Aly?

Vuelvo a casa tras enfrentarme a unos cuantos demonios – la historia de mi vida – y me encuentro la cama ensangrentada y un sobre lacrado con la nota de secuestro.

¿Quién me persigue? Es la misma persona que intentó desvelar mi identidad secreta, el sobre y el lacrado con beso era igual. Pero, ¿quién?

Por más vueltas que le doy, sólo se me ocurre una sospechosa.

Donna López.

Mi ex.

No tiene sentido, pero, ¿quién más? ¿Quién podía tener motivos, sospechar de mis poderes? ¿Quién más tendría razones personales para atacar a Aly?

No puede ser nadie más.

He llamado a Júbilo, pero no está disponible. Estoy solo. Bueno, no es la primera vez. Pero Aly…

Donna, como le hayas hecho daño, te mato…

Un momento… tengo una idea. Saco el móvil y me conecto. Facebook. Twitter. Foursquare… ¡bingo! No lo tiene desactivado. Hizo un check-in automático hace un par de horas, en un hotel cercano. Y hay bastantes check-ins suyos allí…

Vuelo lo más deprisa que puedo al hotel. Me cambio y entro en recepción. Hay un tipo con peluquín y cara de aburrido mirando las musarañas.

«Buenas noches. Venía a ver a Donna López.»

«¿Habitación?»

«Pues…», improviso, «mira, soy su novio, pero he venido a darle una sorpresa. Iba a pedirle que se casara conmigo.» Saco del bolsillo una pequeña caja en la que guardo el traje, que por tamaño podría pasar por una de una alianza… siempre que no me pida que la abra, claro.

El tipo me mira, suspira, y extiende la mano. Tardo unos segundos pero capto el mensaje. Saco un par de billetes de la cartera y el tipo se los guarda, y comprueba en el ordenador los datos.

«Habitación 515. Al final del vestíbulo está el ascensor. Pero yo no he dicho nada.»

Le doy las gracias y me dirijo a donde me ha indicado. Quinta planta, la última. Eso me viene bien.

Se abre la puerta del ascensor, y entro. No me quiero cambiar, seguro que hay cámaras. Espero mientras sube. Estoy nervioso. Salgo al pasillo. 507… 509… 511… 513… 515. Aquí es.

Llamo a la puerta. En realidad, no sé qué esperar…

La puerta se abre. Donna… está mucho más delgada, con el pelo más largo. Lleva unos vaqueros y una camiseta negra.

«Hola, Joss. Te estaba esperando.»

Mierda.

«Entra. Aly también está aquí. Será como en el instituto.»

Mierda. Mierda.

Entro, con los nervios en tensión. Aly está tendida en la cama, inmóvil. Pero respira.

Aguanto el impulso de correr hacia ella.

Donna cierra la puerta tras nosotros, y, de repente, la habitación cambia.

Todo se vuele negro.

La cama se transforma en un círculo mágico.

Aly está flotando en medio de él.

Donna… se transforma también. Viste un traje totalmente negro, con destellos, como estrellas. La cubre por completo, incluso la cara. Sólo tiene el pelo al aire.

«Donna», digo. «Suéltala. Por favor.»

Ella ríe. Una risotada sonora, larga. Parece… loca.

«¿Soltarla? ¿Para que siga contigo?»

«Donna, la quiero. Por favor, no le hagas daño. Haré lo que quieras.»

«¿Lo que quiera? ¡Quería que estuvieras conmigo! ¡Me abandonaste!»

«Donna…» digo, mientras me acerco a ella.

«¡NO! ¡Estate quieto!»

Me paro.

«He estudiado mucho. Soy muy poderosa. Soy una bruja. Como mi Granny. Y si intentas algo…»

«No intentaré nada, Donna. Lo prometo.»

«Tus promesas no valen ¡NADA!»

Un rayo sale de la punta de sus dedos, y me atrapa una especie de sustancia viscosa. No me lo esperaba. Intento escapar, pero no puedo. Es como estar metido en un moco gigante.

«Donna, por favor…»

Donna hace un gesto, y la sustancia comienza a apretarse a mi alrededor…

«¡ME ABANDONASTE! ¡Y MATASTE A MI GRANNY!»

«Donna, eso no es verdad, y lo sabes. Tranquilizate.»

La sustancia cada vez es más dura. Si se solidifica un poco más creo que podré romperla.

«Donna… suéltame. Aun no has hecho nada malo. Suelta a Aly, suéltame y lo olvidaremos todo.»

«¡Lo vais a pagar los dos!», grita.

Antes de que pueda hacer nada, le lanzo una descarga desde mi rostro. Por suerte, ella no sabe que puedo hacerlo, ya que acabo de descubrirlo. No quiero hacerle daño, así que no disparo a máxima potencia, pero si la suficiente para que pierda la concentración y tropiece, golpeándose la cabeza contra la pared y quedar inconsciente.

De repente, al perder el sentido, todo vuelve a la normalidad. El moco desaparece. El círculo desaparece. Aly comienza a caer, pero atravieso la habitación volando y la recojo. Está dormida. Pobre. La abrazo y la beso. Está bien. O eso espero.

Tiene pintada en la cara y brazos unas runas. Las borro con la mano, para que no pueda volver a usarlas Donna, que comienza a despertar.

Dejo a Aly en el suelo con cuidado y corro a inmovilizar a Donna. Con una mano le agarro los dos brazos por su espalda y con la otra le tapo la boca.

«Donna», le digo. «Ríndete.»

Comienza a patalear, a intentar golpearme con la cabeza. No puede hacerme daño, soy bastante duro. Ella sí se lastima.

«No puedes vencerme físicamente y lo sabes. Y con la boca tapada tampoco puedes recitar hechizos.»

Aly comienza a despertar. Donna comienza a llorar.

«Voy a soltarte la boca. Si oigo cualquier cosa parecida a magia…»

No digo más. Donna asiente. Aparto la mano de la boca.

«Te odio.»

«Lo sé», respondo. «Y me lo merezco. Lo que te hice no estuvo bien. Tuve que haber sido más sincero en su momento. Lo siento.»

«Yo te quería…»

«Y yo a ti. Pero no de esa manera. Fui egoísta. Y cobarde. Pero eso no justifica que intentes matarnos.»

«Mataste a Granny», responde entre sollozos.

«La magia negra la mató. Como hará contigo, si sigues por ese camino. Déjame ayudarte. Conozco a gente que podría ayudarte. Por favor.»

Aly mira, confusa. No sé si sabe lo que ha pasado, pero parece que va entendiendo lo que está pasando ahora.

«Donna», dice. «Yo también lo siento.»

Donna llora, con rabia, con pena. La suelto, y cae al suelo de rodillas.

La abrazo, intentando consolarla. Aly se levanta, renqueante, y la abraza también. Donna llora desconsolada.

Luego llamaré a Júbilo. Ellos podrán ayudarla. Espero.

FIN


KIDMAIL!

¡Y se resuelve la trama! Pocas sorpresas, supongo que estaba bastante claro quién era el malo, ¿no?

En el próximo número se acaba la segunda temporada, con una historia que enlaza con la escena del Marvel Premiere #24…

¡MarvelTópicos saludos!

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One Response to Marvel Kid vol. 2 #6

  1. Ibaita says:

    Gran final, sí. Me gusta también el aprovechar el contexto mágico de Marvel fuera de su propio contexto: los únicos que se enfrentan a amenazas mágicas suelen ser el Dr. Extraño y semejantes, rara vez podemos ver a un mutante luchar contra la magia tanto como en esta serie.

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