Power Pack #2

powerpack02Ellos eran Alex Power «G», Julie Power «Rayo iris», Jack Power «Contrapeso» y Katie Power «Energizadora». Juntos salvaron mundos y vidas. Juntos fueron familia, hoy parece que aquello fue hace mucho.

#2 – Las batallas interminables II
Albores

Por Emilio Castellar


Fecha de publicación: Mes 201 – 1/15


Resumen: Tras año y medio dados por desaparecidos, Energizadora hace su aparición estelar en Stanford justo a tiempo para evitar con Faron un gran robo a gran escala, perdiendo en el camino a Far y quedando ella misma malherida. En el otro lado del universo, “G” ha huido de los restos de lo que fue un día Kymelia arrasada por los Ori, los badoon y el resto de la alianza imperial buscando reunir un grupo lo suficientemente poderoso para hacer frente a la armada Ori inmersa en una cruzada que busca recuperar un imperio perdido hace mucho tiempo. Mientras, Julie Power permanece encerrada en una de las cárceles de Etrum condenada a muerte.. La madre de los Power, Margaret, y su amiga Jessica Jones van a Stanford para recuperar a Katie y conseguir respuestas, cosa que también quieren obtener unos reaparecidos Vlad y Christine.


Todas las historias tienen un final y con cada final viene un principio pero a veces un solo final puede venir de varios principios aparentemente inconexos que van entrelazándose lentamente. Las historias siempre pueden contarse de mil maneras pero siempre el inicio tiene que contarse en algún momento de la historia.

Hace un año y medio, un principio..

Etrum capital de Hera, hogar de los Ori (Los originales)

Los pasillos más profundos del palacio de los Cesarius son lúgubres, oscuros y fríos por eso no son los más transitados del palacio así que el ruido de las sandalias sobre el piso de piedra retumba por todas las paredes del pasillo anunciando por adelantado al propietario de las mismas quien no se da cuenta del ruido que crea a su alrededor. El solo corre pensando en aquello que debe detener. Negros augurios se ciernen sobre su raza. El sudor que perla su frente va cayendo al suelo mezclándose con la sangre que va resbalando por su cuerpo enjuto y menudo que marca de rojo el camino recorrido, ha perdido la noción de cuantas esquinas ha doblado y de cuando el piso de piedra paso a ser de mármol. Comienza a cruzarse con los sirvientes del palacio que intentan evitarle por ser quien es, por fin llega al último pasillo sin parar de correr hasta darse de bruces contra la puerta de salida del palacio. No da tiempo a que los decuriones le abran puerta, lo hace el mismo tirando de los picaportes marcándolos con la sangre que aun lo recubre. La puerta se abre y la tibia luminosidad del mediodía del sol mayor que atraviesa la gran barrera estelar lo ciega por un momento, pero no le quita de la cabeza el objetivo de llegar al foro del senarium antes de que se consume la desgracia.


Foro del senarium

Julius Cesarius sube los escalones que le guían al senarium se va cruzando con senarios y funcionarios quienes normalmente como Cesarius de los Ori tendrían que mirarle con respeto, algo que no ocurre ahora. Sus miradas son torvas y el aire entre ellos está lleno de susurros. La rebelión contra los doce está llegando muy lejos. La mirada nerviosa de Julius se dirige a las estatuas de los doce dioses que lindan las escaleras hacia la arena del senarium, seis a cada lado, y entona para si una plegaria de ayuda hacia el movimiento que pretende derrocarlos a todos. Julius Cesarius sube el último escalón y entra en la arena rodeado de senarios.

Siente como el resuello le va fallando pero sigue corriendo a través de las calles abarrotadas de Etrum. La gente se sigue apartando al distinguir sus ropajes purpuras aunque ahora estén manchados de sangre. El es el mensajero de los dioses. Telfos, el oráculo, tiene un mensaje muy importante que comunicar al Cesarius. Una profecía que si no se puede evitar acabara con una raza entera. Una profecía sacada de las entrañas de una capro sagrada.

Julius se queda en pie en medo de la arena esperando pacientemente que los senarios ocupen sus asientos y callen, cosa que al final ocurre. Cesarius se ciñe su toga blanca y se dispone a enunciar el edicto que eliminara el problema que oscurece Hera.

-Padre, detente.

El hijo de Cesarius aparece en la arena y el silencio se rompe por los cuchicheos de los senarios.

– ¡Rudo! ¿Que haces aquí?. Rudo se acerca a su padre hasta quedarse frente a frente.

– Padre, no lo hagas. Los creyentes del dios único te mataran. No cierres los foros de ciencia, no declares a sus seguidores ilegales y objetos de persecución.

– Tengo que hacerlo. Se están volviendo peligrosos otra vez. Ellos nos encerraron tras la gran barrera por su ambición desmedida por la ciencia. Empiezan a infiltrarse en todos lados, es mi deber de estado


Padre e hijo se miran fijamente cuando Julius siente algo frio en su estomago, baja la mirada hacia su abdomen, a un cuchillo clavado en su vientre al que comienza a rodear una mancha carmesí que se va expandiendo poco a poco a través de la toga blanca. Rudo saca el cuchillo sin reflejar expresión ninguna en su rostro. Julius cae agarrando la túnica naranja de su hijo manchándola con su sangre. Cesarius reúne los restos de una vida que le abandona para decir :

 -¿También tu, hijo mío?

Cesarius cae al suelo. Rudo sigue sin mover un musculo. Los senarios hablan en voz baja entre ellos como si lo ocurrido fuera algo esperado.

El ruido de un centenar de sandalias sobre el piso interrumpe la tensa calma. Un cuadrante de decuriones invade la sala, tras ellos dos centuriones escoltan a un anterius hasta el centro de la arena donde Rudo sigue de pie inmóvil ante el cuerpo inerte de Julius Cesarius bañado en un charco de sangre.

 El anterius se dirige a Rudo que por primera vez parece reaccionar.

– Bien hecho hermano. Tu hazaña será recordada para siempre como el inicio de una nueva era gloriosa para nuestra raza. El fin de nuestro encierro. La galaxia sera nuestra otra vez como antaño, nuestro nombre provocara el terror en el universo como nuestro único dios nos exige. Expandiremos nuestro modo de vida por el cosmos y lo guiaremos por el camino del que nunca debió apartarse. Seremos grandes otra vez. Yo proclamo aquí y ahora la muerte de los 12 dioses traidores a manos de nuestro único dios Catón, único en la batalla, en la ciencia, en la sabiduría, en nuestras vidas y en la muerte. Comienza el imperio de Catón y yo A´caton seré su voluntad, emperador de los Ori y de todos los que caigan bajo nuestro yugo.

-¡Asesinos! No sabéis lo que acabáis de provocar, vuestras manos se llenaran de sangre inocente. Nos habéis condenado a todos.

Telfos está de pie en la escalera apenas conteniendo el aliento con los ojos llenos de lagrimas que se mezclan con el sudor y la sangre seca de capro que aun porta.

-Razas enteras morirán por vuestra culpa y seremos perseguidos por todo el cosmos hasta nuestra desaparición de la historia del universo. Muchos moriremos a manos de los cuatro. Así habla el oráculo, el mensajero de los 12.

La tensión se palpa tras el discurso del oráculo, cuando las palmadas de A´caton resuenan en la arena

-Muy dramático como siempre Telfos pero llegas tarde.

A´caton se acerca a Telfos y lo agarra del cuello de sus ropajes.

– Lástima que la profecía no sea real porque no viene a través de Caton del cual soy su único profeta si no que parte de los doce traidores, de los doce mentirosos. Ya no tienes ningún poder aquí Telfos.

El oráculo escupe a A´caton y este lo lanza escaleras abajo.

-Decuriones encerradlo en los calabozos del foro de la justicia para siempre.

Dos decuriones agarran a un dolorido Telfos mientras Rudo va hacia A’caton, levanta su brazo y exclama:

– ¡Larga vida a A´caton profeta del glorioso Catón y emperador de los ori.

Los senarios no dudan en invocar el nombre del único dios y éste resuena por todas las esquinas del senarium martirizando los oídos de un atontado Telfos que ve como las estatuas de sus doce amados dioses son derribados de sus pedestales en la escalinata. El oráculo es arrastrado a la calle donde la gente grita enfervorecida el nombre de catón y de su nuevo emperador una y otra vez. Estos gritos le acompañaran ahora y siempre en su confinamiento. Telfos solo es capaz de alcanzar a murmurar una plegaria de perdón a los doce y al cosmos por lo que sus habitantes están a punto de provocar.


AHORA, LA TIERRA

Hospital Grey-Sloan Memorial, Stanford

Margaret Power hace diez minutos que llego, tardo dos en localizar a su hija y lleva ocho agarrada su mano sin poder aun creer que la tiene delante después de un año y medio. Un minuto después el doctor llega con Jessica Jones a sus espaldas.

-¿Ms Power?

-Doctor, ¿cómo se encuentra mi hija? Por favor dígame que está bien.

El doctor Blake suspira.

-Su hija está bien Ms Power, sólo está exhausta, su cuerpo está al límite, así que hemos decidido dormirla para que se recupere con mayor eficacia por lo demás esta sana.

-Pero ¿Cuando despertará?

-No lo sé, eso solo lo puede decidir su cabeza ahora mismo.

-Pero…

Jessica agarra a Margaret

-Tranquilízate, el médico ya te ha dicho que solo nos queda esperar.

El médico abandona la habitación dejando a las dos mujeres sumidas en la incertidumbre.

-Margaret, si quieres puedo llamar a un doctor que conozco que quizá nos pudiera dar otra opinión. Esta especializado en casos que quizá, quizá van mas allá.

-Quien es esa persona y por qué tienes tanto remilgo en llamarle.

-Es que es alguien… extraño.


HACE UN AÑO, LA TIERRA

Un final de viaje con destino la tierra. Una intelinave atraviesa nuestra atmósfera a mayor velocidad de la debida con evidentes problemas estructurales que no presagian nada bueno para sus ocupantes.

– ¡¡Julieta!!, informe estructural

La voz de Christie denota menos nerviosismo del que siente, por dentro el miedo la atenaza por completo. Los sonidos que parecen querer partir la nave en trozos no ayudan a ello. Todo ha ido a mal desde que salieron huyendo de kymelia tras la implosión de la nave de los Power. La voz mecánica de Julieta vibra a través de la nave

-Hemos perdido tres de los cuatro impulsores. los daños causados por la implosión antes del salto ya comprometieron la integridad física de la nave, no puedo mantener la integridad de la nave mas ni con la ayuda de Vlad.

La voz de la intelinave carece de emoción. Los ojos de Christie buscan desesperadamente los de su otro compañero en este viaje de vuelta suicida pero este sigue enfrascado en la consola de la nave intentando mantener de alguna manera imposible la nave. Ella intenta entender que habla con Julieta o que teclea en la consola pero como ha descubierto en los últimos meses Vlad parece tener su propio lenguaje con las maquinas, su propio mundo otro más del que se ha sentido expulsada. El sonido del teclado se detiene bruscamente y se hace el silencio solo roto por Julieta.

-Entrando en atmósfera respirable.

El silencio se rompe otra vez. El ruido vuelve, si Christie creyera que Julieta pudiera gritar ese ruido seria sus gritos angustiados de dolor mientras le arrancan tira a tira los trozos de su piel que es el armazón de la nave.

-¿Por quÉ te paras, Vlad? ¡¡Haz algo mas!! No podemos caer ahora. Estamos tan cerca.

Vlad se levanta de la silla, anda hacia la silla de Christie y se queda frente a ella mirándola. Le recoge con un dedo una lágrima recién salida y se queda un segundo absorto mirándola como si fuera algo nunca visto. Sus miradas se cruzan de nuevo y por fin Vlad habla.

-Vuela

La explosión es atronadora, al menos eso piensa mientras siente todo el peso de la gravedad sobre ella. Los oídos le pitan de tal manera que la ensordecen. Sus ojos ven como su intelinave se reparte en miríadas de trozos cayendo al mar.

-Vuela

Sus ojos buscan desesperadamente a Vlad pero no lo distinguen. No quiere acabar así, aun hay tanto que decir, tanto que hacer, que salvar… Alex.

-Vuela

Por un momento consigue distinguir a Vlad a punto de ser engullido por el mar.

-Vuela como el rayo

Christie mira dentro de si tal y como le enseñaron, pidiendo y exigiendo. Siente como la luz acude a ella la ilumina y la empuja hacia adelante rasando la superficie del mar. El momento la maravilla por un segundo sintiéndose agradecida por ser portadora de un legado al que va a honrar salvando a Vlad. Se eleva con dificultad sobre el agua intentando distinguir su figura. Lo ve, toma aire y se lanza en picado dejando de lado todas las dudas o miedos que la acompañan desde que recibió el poder. Siente el frio del agua al sumergirse.

El leve remolino producido por su entrada es engullido por el mar desde fuera nada hace sospechar que una batalla a vida o muerte ocurre bajo las olas. Los segundos pasan a contrarreloj para intentar ejecutar una sentencia que se prevé firme pero la esperanza en forma de un irregular arco iris surge del mar en calma cayendo a plomo sobre la orilla.

Christie boquea en busca de aire. Las lagrimas producidas por el esfuerzo casi le nublan la vista del cuerpo de Vlad tirado inmóvil a su lado, se acerca lo más rápido posible hacia el intentando insuflar aire en el cuerpo de su amigo intentando retener una vida que no sabe si se ha marchado.

Un minuto, dos… el tiempo parece moverse lento ahora. Aire, masaje y vuelta a empezar. Sin reacción. En su desesperación vuelve a golpear el pecho de Vlad buscando algún tipo de señal.

-¡¡Vlad, vuelve, no me dejes sola!!

Es un grito de ayuda desesperado que no encuentra respuesta. Christie comienza a llorar sobre el pecho de su compañero que permanece inerte, sin notar como una sombra se acerca a ella y una mano se posa sobre su hombro. La reacción es automática, alejándose temerosa para mirar a quien pertenece esa mano.

-Aun no es tarde, confía en mí

Es una mujer de aspecto amigable. Christie no sabe si es por desesperación o por la confianza que irradia la mujer pero agarra la mano que le tiende.


AHORA, PLANETA HERA, ETRUM

Celdas del foro de la justicia

Julie Power apenas come, apenas se mueve y no duerme, sigue sentada en su camastro con la mirada fija en el ventanuco que ilumina levemente esa sección de celdas y aunque su cuerpo permanezca inerte, su mente está muy viva recordando los errores que la trajeron aquí elucubrando absurdos planes que no llevan a ningún lado. Su alimento, lo que la mantiene en pie es la rabia y el fuego de la venganza que arde en su interior. Un fuego que apenas deja entrever por miedo a sufrir otro castigo de “la rancia” como ella llama a su centinela Gruu a la que está unida por una cadena de acero rulano que alerta a “la rancia” de cualquier intento de ella de usar su poder y que permiten a la Gruu castigarla severamente como ya ha ocurrido más de una vez. El acceso a su poder también esta mermado por los brazaletes de hierro rulano que están unidos a la cadena. Una gran trampa diseñada para hundirla en la pura desesperanza pero ella no se hundirá. Se aferrara a lo único que le queda su rabia y su ansia de venganza. La rabia la alimenta.la venganza es su alma.

Las puertas de la sección de celdas se abren pasar a dos guardias arrastrando a un hombre pequeño, delgado con el cuerpo lleno de costras y sangre reseca, con cada arrastre una mueca de dolor se dibuja en la cara del hombre que llama la atención de Julie. Es el primer prisionero Ori que ve en los calabozos. Los guardias lanzan sin misericordia al hombre a la celda contigua quien permanece en el suelo en posición fetal.

Julie Power se levanta y acerca su cara a los barrotes para ver si respira. El hombre no hace ademan de responder al ruido que las cadenas hacen al acercarse. La gruu permanece inmóvil sentada en su catre. Julie alarga su mano para intentar tocar al prisionero quien abre los ojos violentamente asustándola lo suficiente como para retirar la mano y arrastrarse hacia atrás pero aun y así es capaz de formular una pregunta

-¿Quién eres?

El hombre sigue mirándola como si no hubiese entendido la pregunta pero de repente contesta una voz que parece no haber sido usada en siglos

-Mi nombre es Telfos, oráculo de los 12 dioses verdaderos y guardián de las palabras con las que nos guían.

-Pues parece que o bien los 12 te han abandonado o su guía no ha sido muy buena.

-¡No blasfemes niña! Los 12 han sido traicionados por el 13, el dios perdido. El dios de las traiciones quien impide que ellos se puedan comunicar conmigo o ayudarme. Yo confío en su último mensaje, la ultima esperanza. Tú quien eres blasfema. Ori no eres, no pareces de esta galaxia.

-Soy terrestre, mi nombre es Julie Power, también conocida por estos lares como Natura y estoy condenada por haber destruido un planeta y asesinado a todos los que allí vivían.

Telfos se pone lívido sus ojos quedan fijos en ella, se acerca a los barrotes y una media sonrisa se dibuja en su cara.

-Eres tú, exclama entre risas. El primer heraldo de los cuatro. El heraldo que porta la venganza de Terrae.

La risa continua.

-Ellos no me han abandonado.

La risa se vuelve terrorífica

-“…y los cuatro dioses principales enviaran a través de sus heraldos la venganza”

Una risa más propia de un loco que de un cuerdo.

-“Entonces comenzara el principio del fin “

La risa aumenta su volumen consiguiendo hacerle sentir miedo.

-No me habéis abandonado

Julie no entiende nada y la gruu a sus espaldas dibuja un leve rictus en su boca casi enigmático.

-”El fin de los ori”.

Las risas reverberan entre las paredes de las celdas.


AHORA, TIERRA, STANFORD, HOSPITAL GREY-SLOAN

Linda Carter camina con seguridad por los laberínticos pasillos armada con su con una bata blanca y un bolso colgando del brazo. A través de las ventana del pasillo se distingue como la noche se ha apoderado de la ciudad. Los pasos se van ralentizando hasta parar en la puerta de una habitación concreta. Toma aire y abre.

­- Buenas noches Jessica.

El ruido de la voz sobresalta a Margaret Power, quien aun no ha soltado la mano de su hija desde que llego. Jessica abraza a su amiga como si hiciera mucho que no se ven.

-Maggie, esta es…

-Puede llamarme Enfermera de Noche, Ms Power. Jessica contacto conmigo porque tiene ciertas preocupaciones con respecto a su hija y yo tengo cierta experiencia en tratar con este tipo de pacientes superhumanos, podría serle de ayuda.

La voz es suave e incita a confiar en ella. En la cabeza de Margaret aun resuenan la palabra superhumano como adjetivo con el que relacionar a su hija por mucho que Jessica le abriera los ojos hace un año ya cuando la contrato para buscar a sus hijos y ella le enseño lo que ocurría tras las aparentes vidas de sus hijos, mira a Jessica en busca de apoyo y ella asiente con la cabeza.

-Por favor Enfermera si puede ayudar se lo agradecería

-Muy bien Ms Power por favor si puede soltar la mano de su hija y dejarme reconocerla para empezar

Le cuesta un mundo soltarla como si al hacerlo su niña fuera de nuevo a desaparecer. Jessica se acerca para apartarla dejando que la enfermera de noche se acerque y saque de su bolsa una serie de instrumentos que para Margaret parecen mas mágicos que médicos.

-Tu amiga es extraña, Jessica.

-Lo sé, ambas tenemos amigos extraños.


AHORA, GALAXIA EQUOS, INDETERMINADO

Una flota de naves de diferentes nacionalidades y lugares están reunidas alrededor de una enorme intelinave kymeliana clase A.

En su camarote Alex Power se mira fijamente al espejo mientras un hilo de sangre recorre el camino que va a su nariz al lavabo, goteando inmisericorde tiñendo de rojo lo que era blanco. Es difícil saber qué le pasa por la cabeza al mayor de los hermanos Power pero todo queda interrumpido por los golpes en la puerta de su camarote.

-Un segundo.

Alex rápidamente coge un papel para limpiarse la nariz y abre el grifo para diluir la sangre, se dirige a la puerta para encontrarse con la forma equina de Cental colanegra.

-Te encuentras bien Crinblanca?

-Si,Por que lo dices Cental?

-Te veo un poco pálido

-Los nervios Cental. Ha llegado el momento, ¿verdad?

-Si, Alex Crinblanca

Alex recoge la túnica que le identifica como A-henaii del ejercito Kymeliano. Muchas cosas han pasado desde que hace mas de un año apareciera byrel en su casa reclamando sus derechos como padre adoptivo para hacerle cumplir con sus deberes con la casa Crinblanca. Los dos continúan en silencio por los pasillos de la nave ajenos a la infinidad de seres con los que se cruzan que los saludan con respeto. Alex vuelve a fijarse en las muñequeras de metal que Cental luce desde que volvió,debería decirle que lo sabe que sabe como traiciono a todos pero todo su pensamiento queda interrumpido al abrirse la ultima puerta hacia una sala enorme llena hasta arriba. Miles de ojos se vuelven hacia él, algo que hace un año le hubiese puesto nervioso ahora lo llena de un extraño orgullo. Su gran momento, es el momento de devolver todos los golpes uno a uno a los ori. Todos se van apartando a su paso. Casi todas las razas de la galaxia Equos están representadas en la sala Gruus, razzius, Jeres, Macabes, Arias, Foscos… razas expulsadas de sus planetas, razas sometidas que aun quieren seguir luchando, razas enemigas entre si unidas por un miedo común. La ambición desatada por el emperador Ori no tiene límites pero van a acabar con el. Ellos van a acabar con los Ori. El acabara con los Ori. Alex Power Crinblanca sube al estrado con parsimonia y comienza a hablar:

-Equanos, gracias por acudir a nuestra llamada. Gracias por venir pese al miedo que los Ori os puedan producir. Estamos aquí para decir basta, para plantar cara. Para poder volver a casa y decirles a nuestros seres queridos que vencimos, que les devolvimos el control de sus vidas. Para ello os pido que nos unamos a pesar de nuestras rencillas o diferencias, que olvidemos odios ancestrales y para enfocarlos contra aquellos que nos quieren esclavizar .Luchamos por nuestra libertad por la de nuestras familias, por un futuro libre y estamos aquí para jurar nuestra unión. Una unión que nos hará vencer a los Ori. Una unión que nos hará más fuertes que nos hace más que ellos. No nos van a parar, no nos rendiremos, antes moriremos por que más vale un segundo en pie que millones de rodillas. Aquí y ahora proclamo la unión, nuestra unión. Proclamo que nos hemos cansado de defendernos, aquí empieza nuestra respuesta nuestra guerra, una que vamos a ganar y no terminara hasta acabar con el ultimo ori para así vengar a nuestros muertos.

Levanta el brazo, grita con rabia y toda la sala lo imita. Semejante fuerza le inflama, le llena y le alimenta. Alimenta una sed de venganza que anidaba en él desde que la gente comenzó morir a su alrededor, desde que su familia le fue arrebatada. Se vengara uno a uno en la batalla con sangre y dolor, aunque sea interminable porque él es la guerra. El es su heraldo.

Con el bullicio y el fragor del momento Alex no nota como otra gota de sangre se desliza por la nariz hasta manchar el suelo. Nadie más parece notarlo excepto Cental que mueve las orejas nerviosamente.

Mientras en los anillos de sauro el grito continúa como un eco desesperado, como una baliza, como una señal.

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4 Responses to Power Pack #2

  1. MarvelTopia says:

    ¡Ay, esa Enfermera de Noche… ¡ay, esa Jessica Jones!

  2. María says:

    Es estupendo!!!, como siempre me he quedado con mas ganas de historia. ¡Esperaré con impaciencia al siguiente!!!!

  3. Fernando Bodega says:

    Me encanta Energizadora!!!!!!!

  4. Tomas says:

    Me gusto mas que el primero , te estas montando todo un juego de tronos intergalactico ,muy bien

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