La Imposible Patrulla-X #1

imposiblepatrullax01Temidos y odiados por un mundo que han jurado proteger. Los gobiernos los llaman terroristas y los oprimidos, héroes. Hijos del átomo, ninguna ley humana ni mutante puede impedir que allí donde alguien sufre persecución injustamente sea protegido por… ¡La Imposible Patrulla-X!

#1 – La pirámide invertida
Por José Cano


Fecha de publicación: Mes 207 – 7/15


La historia hasta aquí: La Patrulla-X de Tormenta vive en Neo Avalon, el país que gobierna Magneto. La de Cíclope, en la antigua Mansión. Considerados terroristas, los X-Men aliados del señor de magnetismo se enfrentan a la nueva Hermandad de Mística, a la que se ha unido Pícara. En su último enfrentamiento, Tormenta fue secuestrada por el enemigo.


La Patrulla-X: Tormenta, Arcángel, Mariposa Mental, Rondador Nocturno, Gatasombra, Kaos, Polaris, Ave de Trueno, Lanzallamas, Mondo, M, Deslizador y Responso.

Neo Avalon: Magneto, La Luz, Amelia Voight, Fortaleza, Mímico, Niño Listo, Amanda Sefton y los azules mellizos Stefan y Mercedes Wagner.

La Hermandad: Mística, Pícara, Pyros, Mole, Fantazia, Random, Riesgo, Ariel, Siena Blaze, Mesmera, Tempestad, Unuscione, Brazos, Ogro, Sombra Temporal,  Ruleta II, Espina, Senyaka, Salvaje, Anzar, Escáner, Tempo, Generación Perdida, Metadeseo y Éxodo


Me llamo Neal Conan. Soy periodista. Podría definirme de otras maneras. Podría decir que soy padre. Que soy norteamericano. Que soy un hombre. Que soy un divorciado de casi 50 años que sigue sin encontrar una mujer que lo soporte. Pero elijo definirme como periodista.

Durante el último año he sido testigo de la historia de mi vida. Uno de esos reportajes que justifican toda una carrera. Una de esas historias que cambian la Historia. O al menos, que cambian nuestra percepción sobre la realidad. Me enseñaron que ese era el trabajo de un periodista: ser capaz de ver lo que los demás no ven y luego explicárselo para que todos los entiendan. Para que vean la verdad por debajo de la demagogia y la manipulación.

Sé que tengo la Historia. Soy el único que la tiene. He sido testigo privilegiado. He sido el único con acceso a todas las fuentes. La Patrulla-X. Jonathan Chambers. Magneto. T’Challa de Wakanda. Nick Furia. Cazacabezas. Incluso Mística y su Hermandad. Y todos los demás.

Pero no sé cómo contarla. Necesito darle un orden. Darle forma. Convertirla en algo digerible, darle un orden lógico que transmita las ideas que creo que están presentes en ella.

Rebeldía. Poder. Idealismo. Cooperación y altruismo frente a egoísmo y rapacidad. Socialismo frente a capitalismo. El poder político y el poder real, ese poder en la sombra que se supone que es mi trabajo desenmascarar.

Pero no sé contarla. ¿La estoy salpicando demasiado de mi ideología? ¿Soy un viejo pasado de moda, con unas ideas pasadas? Tanto votar a Nader no podía ser bueno.

Revuelvo los papeles sobre la mesa de mi salón, intentando darles un orden lógico. Mi hija Liz tiene alguna clase de música que soy demasiado viejo para entender encendida a toda mecha en su habitación e intento ahogarla con Pink Floyd. Suena la caja registradora de ‘Money’. Escucho a Manoli trastear en la cocina.

Hace tiempo que renuncié a considerarme un tipo objetivo. Me lo enseñó Manoli. Es algo más que mi compañera de trabajo, es mi mejor amiga. Probablemente la única que tengo. Es prácticamente de la familia, cuida más de Liz que yo. Es la mujer de mi vida, aunque nunca seremos pareja. No es sólo cuestión de su orientación sexual, es que no nos vemos así. Pero si tengo algo parecido a un alma gemela debe ser ella. Y eso que después de casi 15 años trabajando juntos, me sigue llamando…

– Eh, jefe.

– No sé como contarlo.

Deja una taza de café sólo en mi esquina. Se deja caer frente a mí en uno de los sillones.

– Haz lo que me enseñaste. Separa los elementos y ponlos por orden.

– ¿Qué elementos?

– ¿Ya estás con el bloqueo? A ver.

Se inclina sobre la mesa. Sonríe de medio lado. Agarra una de las fotos y me la muestra, como si estuviésemos jugando a las cartas y fuese un naipe. Es una foto de Tormenta, de la Patrulla-X, con dos rayos cruzándose a su espalda.

– Empieza por los héroes de esta historia.


1.- La Patrulla-X

Bamf.

Los dos primeros guardas caen con sendos puñetazos teleportadores. El resto empieza a flotar arrastrados por el metal de sus propias armas o los botones de sus camisas y hebillas de sus cinturones. La nave industrial queda a oscuras de golpe, tras escucharse una pequeña explosión fuera. Es amplia, llena de contenedores con aspecto de jaula, al menos otra planta con escaleras en la parte superior y medio centenar de mercenarios, bien armados aunque ahora mismo descansando. Al menos, eso intentaban.

Dos de los oficiales, que estaban jugando a las cartas, se ponen en pie maldiciendo.

– Pero qué coj….

La puerta de la nave explota y Alex Summers, con su traje de Kaos, se abre paso con pequeños rayos de plasma entre los mercenarios que acuden a dispararle.

– Mierda –gime el informático, cuando el fantasma de una chica lo atraviesa y lo noquea.

– No son mutantes, Kurt. Ninguno –informa Mariposa Mental, que ha derribado a un oficial y apuñala psíquicamente al otro.

Ave de Trueno golpea la puerta de una jaula vacía.

– Ni tienen aquí ningún cargamento. Hubo unos veinte prisioneros hace menos de una semana, pero se los han llevado.

– Hijos de puta –brama un tercer oficial, disparando junto a media docena de mercenarios desde la segunda planta–. Esto no es todo.

Polaris detiene las balas mientras flota a media altura y empieza a hacer chocar a los soldados entre sí.

– Espero que tengas algo mejor de verdad.

– ¡Claro que sí!

Un mandroide entra volando por una de las ventanas y lanza un rayo de plasma. M se interpone entre este y el equipo, recibiéndolo de lleno sin tener ni un rasguño. Gruñe. La armadura se quiebra sobre su propietario, retorciendo las extremidades para inmovilizarlo sin romperle un hueso. Luego, Polaris lo lanza a peso sobre el resto de sus compañeros que sigue en pie, sin contener una carcajada.

– Kurt, esto es divertido pero una pérdida de tiempo.

Rondador, Ave de Trueno y Lanzallamas examinan una de las jaulas mientras el resto del equipo limpia el lugar.

– Mariposa, duerme a los que queden, avisa a las autoridades marroquíes más cercanas con un flash y a Amanda para que nos recoja.

– Tengo detectado a un oficial de policía de Sefrou con una sobrina mutante. Ese servirá. Le diré que no avise a su compañero de El Hajeb, pero si le pida algún refuerzo.

– Lo dejo a tu criterio. Kitty, vacía sus sistemas y luego te los cargas.

– Tengo un virus precioso que va a infectar a cada colega que les haya mandado un vídeo de gatitos y me lo va a reenviar todo.

– Estupendo. Polaris, bájame al gordo gritón.

El oficial que había dirigido el tiroteo desciende en un campo magnético pataleando. Kurt le apoya un florete bajo la barbilla. Polaris no rompe el campo pero se aleja de él, descendiendo junto a Kitty y dándole un puñetazo amistoso en el hombro.

– Era otra trampa –le dice Lanzallamas.

– Tormenta no estuvo nunca aquí.

Kaos se para junto a la jaula.

– ¿Mística nos marea a propósito o quiere que detengamos a estos idiotas en serio?

– ¡Vuestra amiga azul ya estuvo aquí! ¡Se llevó toda la mercancía! ¡No tenemos nada más!

– Tienes tu lista de clientes –responde Rondador–. Nos va a especificar la clave de los archivos que esta descargando mi compañera. O te la arrancará Mariposa Mental, tú eliges.

– ¡No sabéis a qué os enfrentáis! ¿Quién mierda os creéis que sois?

– Ala, ya le ha dado pie –le susurra Kitty a Polaris.

– Una pena que nunca nos vea nadie…

Rondador se acerca a la cara del mercenario y empuja ligeramente la punta del estoque sobre su gargante.

– ¿Qué quienes somos? ¿Qué quienes somos? Somos cada mutante perseguido, cada intelectual encarcelado, cada mujer maltratada, cada homosexual asesinado, cada disidente silenciado… ¡somos la Patrulla-X!


– Sí. Sí, esta historia gira en torno a La Patrulla-X. Quiénes son. Qué significan. Es una respuesta a toda esa basura que ha publicado Shaw en sus medios y al libro de Chambers.

– Vale. Ya tienes a los buenos. ¿Y los malos?

– Eso no es tan fácil.

– Tienes que comparar a La Patrulla-X con alguien.

– Eso no me gusta. Tienes que valorarlos por ellos mismos.

– Vale. Jefe. ¿Qué quieres desmentir?

– Que la Patrulla-X no es La Hermandad. Ni El Club Fuego Infernal.

– Pero…

– Warren quedará mal. Y Pícara.

– ¿No importa más el global?

– Si estuviese en juego Ororo te enfadarías tú.

– Eso ha sido un golpe bajo, Jefe, pero entonces serías tú el que cumpliría mi papel ahora. Y si explicas todo, usarlos como héroes quedará mejor.


2.- La Hermandad

Tormenta se asoma por la puerta que le ofrece Ariel, pelo rosa y gafas de sol incluso bajo techo. Su compañera, Riesgo, le sonríe y le guiña un ojo. Pícara y Mística flanquean a la líder de la Patrulla-X y Pyros permanece un par de metros retrasado, sin abandonar la habitación.

– No repitamos el desagradable incidente de antes.

– Merece la pena, Ororo –insiste Pícara.

La cristalera de la planta del rascacielos por el que se asoman muestra a lo lejos el monte Fuji.

– La Hermandad de Japón.

Una docena de mutantes saluda a Mística levantando el puño.

– La Hermandad de Tel-Aviv.

– La Hermandad de Venecia.

– Y ahora mira –señala Mística.

Dos guardas de seguridad sacan sus pistolas al mismo tiempo al ver como en la garita, en la que dos docenas de televisores muestran diferentes rincones de la Casa Blanca, irrumpe media docena de mutantes.

Mística cambia a Barack Obama y les tira un beso. Mesmera aparece por detrás y ordena:

– Olvidad.

Ariel cierra la puerta. Pícara tira ligeramente del codo de Tormenta.

– La primera vez que nos vimos fue parecido a esto, ¿recuerdas (1)?

– Estoy construyendo un ejército, Ororo.

Tormenta sigue sin hablar. Frunce el ceño. Mira a Pícara. Mística la toma con dos dedos por la barbilla y la obliga a sostenerle la mirada.

– Uníos a mí. Uníos a la revolución.


– No es como quiero hacerlo. Quiero que se vean sus puntos de vista. Quiero que se sepa por qué hacen lo que hacen. Pero no es lo central. Es una forma de venderlo, de hacer humana la historia. Pero esto es otra cosa. Es una reflexión.

– Ya te pones muy filosófico, Jefe.

– No. Es sobre el poder. Qué significa. Qué es el poder.

– Recuerda cuando dabas clase, Jefe. No puedes contar una noticia en abstracto.

– Magneto.

– ¿Magneto?

– Se me olvida que eres más joven que yo. En su época como lunático, cuando yo era un periodista jovencito y los X-Men unos adolescentes vestidos de azul y amarillo, Magneto tenía una frase muy efectista. Eran los comienzos del movimiento mutante, y todos éramos menos cínicos.

– ¿Qué frase? ¿La de las camisetas?

– No. Se presentaba diciendo “yo soy Poder, pero los humanos me llaman Magneto”.

– Creo que hemos visto cosas que demuestran que se pasaba de listo.

– No tanto. Pero lo podemos explicar.


3.- Magneto.

Erik Lensherr lee con detenimiento los documentos sobre la mesa de su despacho. A un lado, tomando notas en una tablet, su asistente personal, Monet St Croix. Al otro, Amelia Voight, inseparable de su lado. Sentado frente a él, el ministro principal de Neo Avalon, La Luz, un hombre maduro, asiático, vestido de traje blanco y con un fino bigote muy cuidado.

– Tenemos que aceptarlo. Aunque el programa agrícola avance al ritmo esperado, no seremos autosuficientes hasta dentro de cinco años. Y seguimos sin tener industria, aunque cada día lleguen más mutantes. Dependemos de la tecnología de Wakanda y de los alimentos de Latveria. Santo Marco nos va a enviar médicos. Pero no tenemos medicinas.

– No me gusta este trato.

– Los genoshanos están a nuestras puertas. En las plataformas flotantes de refugiados alrededor de la isla. Y traen con ellos el virus del Legado.

– Ya lo sé. Estuve allí, maldita sea.

– Nosotros no podemos producir los medicamentos. India sí. Wakanda ya tiene un acuerdo parecido con ellos. O aceptamos, a nuestro país sufrirá una pandemia.


4.- El Círculo Mundial del Club Fuego Infernal.

Shinobi Shaw despide al camarero con un gesto del tenedor en cuanto esté ha acabado de servir el vino. Son cuatro a la mesa.

– Creo que podemos atribuir los desmanes de mi padre (2) o del ramal británico a la ausencia de una organización fuerte en el club.

– Es cierto que el Círculo Mundial lleva tiempo sin reunirse.

– Y está lleno de vacantes. Necesita una reorganización.

– Exacto, exacto –insiste Shinobi–. Miren la situación. El negocio no va bien. El petróleo se acaba, los países emergentes se saltan las patentes de los medicamentos… y nuestro gran activo, los centinelas… bueno, no hay más que verlo. Lo que digo es que hay que admitir que hay nuevos actores y replantear el mapa.

– ¿Qué sugiere?

– Una reunión. En algún punto de Europa, lo dejo a su criterio. Y reorganizar la cúpula a la vieja usanza. Dos colores. Reyes, reinas, alfiles y caballos.

– ¿Con qué objetivo?

– Viene una guerra, y se trata de que, gane quien gane, ganemos nosotros. Tengo un candidato a Rey Blanco que ya lo fue en el pasado, en la rama americana.

– Se refiere a Magneto. Es interesante, pero, ¿sabe la sugerencia de la rama asiática?

– Me imagino que se refiere a esa propuesta tan medieval de Temujin.

– Sí. Un concurso a la vieja usanza. Convoque esa reunión, señor Shaw. Que sea pública. Creo que hay algún aliado de Magneto con lazos familiares que también merecerá estar en ella. Y ofreceremos todas las plazas como vacantes.

– ¿? Ni hablar.

– No va a ser Rey Negro si no se lo gana, señor Shaw. Su experimento de los Arribistas no funcionó. Ahora vamos a hacerlo en serio.


– Recuerda las seis uves dobles.

– Las odio.

– La pirámide invertida.

– Eso ya era viejo cuando empecé a estudiar. Internet la mató.

– Jefe. El terremoto de Santo Marco en el 2011. El capullo español aquél.

– Miguel Gómez, corresponsal de El Sol.

– Ese.

– Era bueno el cabrón.

– ¿Cómo era la frase aquella?

– “No cuentes la escala Ritcher, yanqui, explica a dónde tuvo que vivir una familia cuando perdió su casa”.

– Y te falta el Gobierno, Jefe. A todos les gusta una buena conspiración.

– Esa parte es impublicable.

– Me indigna escucharle eso a Neal Conan. ¿Cómo nos marchamos de la ZNN?

– “No hay temas impublicables, hay editores cobardes”. Ay. ¿Me va a perseguir toda la vida?

– Sí. Ordénalo también. Tienes el testimonio de Forja, íntegro. Es tu mejor fuente. Escríbelo en tu libreta y haz tu montoncito de documentos.


5.- La Fuerza de la Libertad.

– No sois de fiar –Nick Furia escupe humo mientras muerde el extremo de un puro.

– Si no lo fuese me habrían relevado del mando de Factor-X hace tiempo –responde Forja.

El helitransporte tiembla sobre el Atlántico.

– Y a mí de WHO –añade Alistaire Stuart.

– ¿Qué os creéis que esto? Os reclutó Hydra (3) Os rescato para una misión conjunta que sólo vosotros podéis realizar.

Señala con el puro a una agente joven, de raza negra, con tatuajes tribales en la cara.

– Esta es la teniente D’Nari N’Gassis. Es wakanda. Entrenó con las Dora Milaje. Os va a espiar para mí mientras hacéis lo que yo os diga.

Forja bufa.

– Me niego.

Furia se ríe.

– N’Gassis, no te fíes del Gran Jefe. Mataba charlies antes de que tu padre supiese hacerse pajas. Pero tampoco te creas sus arranques de dignidad. Va a decir que sí para proteger a sus exnovias, igual que aquí el empollón querrá proteger a sus amigos de Excálibur. ¿Por qué no les lees la ficha de esa fuerza conjunta que se ha aprobado en el Consejo de Seguridad? Seguro que se les pone dura y todo.

D’Nari, que parece acostumbrada al tono de su jefe, empieza a leer nombres en su tablet:

– Caín Marko, alias el Juggernautt, cazarecompensas del Comité de Asuntos Superhumanos del Gobierno de EEUU. Tao-Yu, alias el Hombre Colectivo, supersoldado chino. Laynia Petrovna, alias Estrella Oscura, miembro de la Guardia de Invierno y supersoldado rusa. Peter Wisdom, exagente de WHO y de la inteligencia de Neo Avalon, actualmente en SHIELD. Kenuichio Harada, alias Samurai de Plata, oyabun de la mafia japonesa, colaborador del servicio japonés y la corporación VR Ent. Vassilis Kazantzakis, alias Strategos, agente del equipo negro de Eurocorps. Víctor Creed, alias Dientes de Sable, mercenario y asesino a sueldo. Tom Cassidy, alias Tom el Negro, mercenario.

Nick suelta otra voluta de humo.

– Ahora decidme que vais a dejar que otro dirija ese equipo.

– ¿Quieres que capturemos a la Patrulla-X para ti con ese equipo? –responde Forja, apretando la mandíbula.

– No seas idiota. Hay una guerra que dirigen tus exnovias, pero en la que tiene intereses gente mucho más chunga que tú, yo o cualquiera de esos grupitos de tíos en mallas. Y se trata de joderlos vivos. El empollón y N’Gassis lo van a hacer porque es lo correcto y por proteger a los suyos, Forja. Pero tú y yo lo haremos porque tenemos mucha trinchera y estos tipos son mierdecillas que matan desde lejos. ¿A que sí?


– Y las conspiraciones.

– Haría falta un esquema. ¿Cuántos infiltrados dentro de infiltrados había? Dios., esto es un libro o un documental, no un reportaje.

– Lo que sea, Jefe.

– No sé si incluirlo… todo…

– Tienes que explicarlo todo. A Logan. Y tienes que explicar cómo influyó…

– Incluido el hombre detrás de la cortina.

– Incluido el hombre detrás de la cortina.


6.- Siniestro

– Soy el biólogo evolutivo más viejo del mundo.

Un vaso de precipitados burbujea. El sótano es un laboratorio y al mismo tiempo un gran archivo. Del techo cuelga una intrincada estructura de cables y tubos en las que se leen nombres de pila. Archivos de ADN. La enésima copia de su biblioteca genética.

– Y siempre tengo un plan.

Alex Summers chirría los dientes. Junto a Siniestro hay un jovencito delgado, casi un adolescente, con los ojos en blanco, y otro un poco más mayor que brilla en azul translúcido y le recuerda a alguien. Un poco más lejos, rumia en silencio Dientes de Sable. O al menos un Dientes de Sable, no lo tiene muy claro.

– Sin mí nunca habrías podido matar a Apocalipsis (4). Soy el gran secreto bajo Neo Avalon. Ni estarías vivo ni tendrías hogar sin mí, Alex. Tampoco tu amiga Responso.

– Qué quieres.

– Qué te unas a mí. Que me ayudes con mi nuevo plan. Uno que acabará con las guerras entre mutantes y humanos para siempre.


– Incluso lo que nadie sabe.

– No tiene sentido.

– Sí, sí de verdad quieres explicarlo.

– No puedo.

– Escríbelo, y luego ya ves si lo incluyes.


7.- El Mutante Alfa.

Alto, desgarbado, desnudo, con una cabeza desproporcionada que casi lo hace perder el equilibrio a cada paso. El sol del desierto australiano se refleja en la arena y luego en la extraña piel de un ser artificial que balbucea frases inconexas.

. ¿No lo habéis visto? La verdad está en nosotros. No hay evolución.

La Patrulla-X está seminsconsciente y repartida por el suelo frente a él. Polaris intenta despertar a Kaos y pide ayuda. Ave de Trueno se levanta sobre un codo ayudado por Tormenta. Kitty se aparta de Pete Wisdom, que intenta hablar con ella mientras Lobezno lo sujeta por un hombro negando con la cabeza. Magneto ayuda a Rondador a ponerse en pie. Mariposa Mental se para junto a ellos y manifiesta un cuchillo psíquico en una de sus manos.

– Hay que acabar con él.

– Nos ha molido.

– Pero hemos ganado.

– No puedo matarlo –dice Erik–. Le debo el hombre que soy, de alguna manera. Y también es algo parecido a mi responsabilidad.

El Mutante Alfa se gira de nuevo hacia la Patrulla.

– Necesitáis más –sus ojos brillan.


– Ya lo tienes.

– No. No lo tengo. Sólo he separado las piezas. Ahora tengo que ponerlo por orden. Tengo que convertirlo en una historia.

– A ver, repasemos. ¿Qué?

– La guerra. La guerra por los recursos mutantes. Por lo que significan y cómo pueden cambiar el mundo.

– Suena muy grandilocuente, pero eso de guerra vende bien. ¿Cómo?

– Una guerra, entre la Patrulla-X y La Hermanad, con un enemigo oculto que se aprovecha de ella, y las alianzas y cambios de bando.

– Vale, suena emocionante. ¿Por qué?

– Por dinero. Por poder. Por idealismo. Por amor.

– Qué cursi eres. ¿Cuándo y dónde?

– Durante este último año y medio. En Genosha. En Neo Avalon. En Italia. En Detroit. En Japón. En todas partes.

– Pero te falta algo, ¿verdad? Es lo más importante, y sin eso a nadie le va a interesar.

Manoli revuelve las fotos del primer momento. Los coloca uno a uno, en fila, mirando hacia mí desde el otro extremo de la mesa. Como naipes del Tarot. Los va recitando:

– Quién.

– Quién.

– Ororo. Kurt. Warren. Betsy. Kitty. Alex. Lorna. Pícara. James. David. Monet. Kasiano. Ananta. María. Amanda.

– Erik. Raven. Alistaire. Jonathan.

– Como tú quieras. No es una historia mitológica. Si tienes habilidad, Jefe, ese rollo del Poder y la Evolución se verá por sí solo.

– ¿Y cómo empiezo?

– Pues tú sabrás. Yo sólo tengo que seguir tus instrucciones en la sala de montaje.

Agarro la foto de de Tormenta, con los dos rayos cruzándose.

– Empezaré por la Revolución.


Próximo número: Temidos y odiados… con razón.


CORREO MUTANTE, correo clandestino.

Hemos vuelto.

Me he apropiado por la cara de Neal Conan. Y acabo de abrir quince frentes a la vez.

¿Estáis listos?

Jose


1.- Uncanny X-Men #158, aunque lo que asaltó la Patrulla-X fue el Pentágono, enfrentándose a Pícara y Mística en su personalidad de Raven Darkholme.

2.- En ‘Crisis de Fe’, sólo en MarvelTopia, Patrulla #365-367 y Factor-X #201-203.

3.- Durante la III Guerra Mundial, en DOCE, Marvel Premiere #11-23, sólo en MarvelTopia

4.- En ‘El Apocalipsis’, sólo en MarvelTopia, un especial por cada serie mutante y Patrulla-X #348-350 y X-Men #63-64.

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One Response to La Imposible Patrulla-X #1

  1. Carlos Fortuny says:

    Bueno, gran inicio de arco, que sin duda te deja con ganas de mucho más, y es que hay tantas tramas abiertas jaja, la duda que tengo es ¿hasta que punto va a seguir Neal como protagonista? ¿Va a seguir con este estilo de narrativa el arco? Es cuanto menos curioso. Parece el estilo Indie aplicado a los fics :p

    Pues lo dicho, con muchas ganas de siguientes números ^^

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