Superhumanos #40

superhumanos40

Por Ibaita


Fecha de publicación: Mes 216 – 4/16


VOLUMEN IV: LA GUERRA KREE-SKRULL

Número 71: La cualidad del odiado I de IV

Spiderman flexionó su nueva mano. El látigo que Stark había diseñado iba ahora incorporado al brazo biónico.
-Tengo que admitir que es buen trabajo-dijo finalmente-. Gracias.
-No hay de qué-respondió Stark, encogiéndose de hombros-. Con la tecnología kree ha sido bastante fácil, y eres más útil con dos brazos que con uno, eso seguro.
Junto a ellos, el resto del equipo se preparaba para el combate. Mar-Vell meditaba profundamente, una técnica habitual en los guerreros kree. Mariposa Mental y Lobezno terminaban de ponerse sus respectivas armaduras. Dazzler «escuchaba» música, por así decirlo: lo que en realidad hacía era empaparse de sonido para transformarlo en luz y almacenarlo, preparándose para el combate. La Cosa masticaba una extraña hierba kree que tenía algo de nicotina. Finalmente, el Hombre Gigante daba vueltas por la estancia, visiblemente nervioso.
-En cualquier momento, las naves skrulls nos atacarán. Cuando las derrotemos… bien, esto podría ponerse interesante-dijo el capitán-. Un acorazado skrull se dirige hacia el Sistema Solar. Llegará en unas semanas. Si van a usar una nave tan grande, es porque están desesperados. Podría ser una batalla decisiva para la guerra; mejor que estéis preparados.
Los supersoldados asintieron.


El asalto a las siguientes naves skrull duró varias horas, en total. Fue un combate duro, pero más allá de un corte en la mejilla de Mar-Vell, algunos daños en la armadura de Iron Man y en la piel de la Cosa y una quemadura por láser en la pierna del Hombre Gigante, todos salieron intactos y en pie de la batalla.
Spiderman se apoyó contra una pared, adheriéndose a ella, y se quedó en una extraña postura más propia de una araña que de un hombre, contemplando los cadáveres que se amontonaban sobre el suelo.
«¿Profesor?», pensó.
«¿Sí?», notó al momento el pensamiento de Charles Xavier en su mente.
«Me preguntaba… ¿por qué tanto dolor, siempre? ¿Por qué tantas guerras? He estado en una guerra en la Tierra, en la invasión de Genosha… y pensé que ya había visto suficientes muertes para toda mi vida. Ahora viajo al espacio y… todo es así.»
«La vida entera es así, Peter. Todos los animales luchan por sobrevivir, y si los instintos vencen a la razón… eso conduce a masacres innecesarias.»
Spiderman se notó extrañamente tranquilo cuando Xavier le llamó por su nombre de pila.
«En la Tierra, usted… ¿no intentó parar las guerras? Es decir, ¿por qué no lo hizo? Usted podría fácilmente haber modificado la mente de políticos y personajes influyentes para detener las guerras, ¿no es así?»
«Y lo hice, Peter. Lo hice a menudo. De no ser por eso, habría habido muchas más guerras en las últimas décadas de las que ha habido. Pero no es fácil. Las mentes de las personas más poderosas del mundo nunca son accesibles. Hay que actuar sobre escalones más bajos.»
«¿No lo son?»
«No. SHIELD y otras agencias siempre han tenido telépatas y tecnología para proteger sus mentes. Sólo por si acaso. Tú eres un vengador: puedes echar un vistazo a los archivos y consultar sobre los Cuclillos de Stepford, por ejemplo. Los Cuclillos os protegen a los Vengadores, y también a algunos líderes mundiales; cuentan con tecnología de SHIELD para amplificar sus poderes, igual que yo en el pasado contaba con un artefacto similar llamado Cerebro.»
«Por eso fue necesaria la Patrulla-X, entonces.»
«Exacto. Para llegar a donde yo solo no podía.»
«Y por eso Magneto fundó Genosha… que nosotros destruímos.»
«Sí. Magneto y yo llegamos a colaborar durante años muy fructíferos… pero hubo un acontecimiento que hizo que todo se torciera. Incluso las discusiones que tuvimos, en las Guerras Secretas…»
«¿Guerras Secretas?»
«Es una larga historia. No viene al caso. El acontecimiento decisivo fue una muerte. Nosotros, la Patrulla, éramos prácticamente una familia. Incluso había relaciones de parentesco reales entre nosotros, nada extraño, pues los genes mutantes a menudo florecen en familia. A finales de los 80, Lorna… Polaris, la hija de Magneto, murió en un combate contra un superhumano. Un mercenario a servicio de alguna compañía privada, un pobre hombre llamado Apagón, que había sido manipulado toda su vida.»
«Debió de ser duro.»
«Lo fue. Nos cambió a todos. El novio de Lorna, Kaos, desapareció para radicalizar su lucha aún más, convertirse en un auténtico terrorista por sus ideales. Magneto capturó a Apagón, y usó sus poderes para desintegrarle lentamente hasta que no quedó nada de él. Después marchó a fundar Genosha, siempre con su mano derecha, Mística. Yo disolví la Patrulla y usé mis poderes, amplificados por Cerebro, para hacer desaparecer a los superhumanos de la mente de todo el que pude. Tras esa proeza, Cerebro se sobrecargó y explotó. Mi cuerpo físico también murió, y tuve que buscar otro; con mis poderes, no fue difícil, pero sí lento y molesto. Pasé varios años vagando sin cuerpo hasta que conseguí manejarlos lo bastante bien. Curioso, ¿verdad? ¿Qué es una mente sin cuerpo? ¿Impulsos eléctricos? ¿Ondas cerebrales viajando por el aire? Pero lo conseguí.»
«Entiendo. Gracias, profesor. Ahora entiendo todo mucho mejor.»
«Puedes hablar conmigo siempre que quieras, Peter.»


Moira McTaggert paseaba por su centro de investigación. Era de noche y se dirigía a la cama: había estado trabajando hasta muy tarde. No obstante, un corte eléctrico la sorprendió.
-¡Mierda! ¡Sean! ¡Se han fundido los fusibles!
Sean Cassidy pasó volando junto a ella, con un gesto de burla que apenas se pudo ver con la luz de emergencia.
-Esto lo arreglo en un minuto, cielo.
Moira asintió, continuando medio a ciegas en dirección a su cama. No esperaba que sus pasos fueran interrumpidos por un grito casi inhumano que resonó en todo el complejo.
-¡Sean!-gritó aterrorizada, corriendo hacia la zona más peligrosa del laboratorio.
Se detuvo ante una puerta que rezaba: «Mutante X». Estaba abierta. Dentro, no había rastro alguno de su ocupante o de Banshee.


Número 72: La cualidad del odiado II de IV
Iron Man y Dazzler terminaron de follar y comenzaron a limpiarse con una servilleta de papel. Al menos, los kree tenían papel: era bueno ver aunque fuera algún elemento suelto semejante a los que había en la Tierra.
Esta guerra alienígena les estaba ayudando a intimar, y parecía que funcionaba. No es que quisieran una relación seria, pero follar estaba bien. Al fin y al cabo, él era un playboy multimillonario y ella una estrella del pop. Hacían buena pareja.


Dum Dum Dugan entró al despacho de Nick Fury.
-Me llamaba, ¿señor?
-Sí-respondió friamente éste, escrutándole con su único ojo-. Tenemos una emergencia.
-¿De qué se trata?
-Acabo de recibir una llamada de Moira McTaggert. Ha habido una fuga en su centro.
-Oh, mierda… ¿Legión?
-No. De Legión ya no nos ocupamos hace un tiempo. Se trata de Proteus.
-Entiendo. ¿Podrán manejarlo los Thunderbolts?
-Son nuestra primera opción ahora mismo. Es eso o lanzar todo nuestro arsenal atómico contra Escocia.
-Les enviaré. Veremos qué podemos hacer.


En un pequeño pueblo cerca de Aberdeen, una pareja de policías escoceses localizaron al sospechoso.
Era un hombre rubio, que empezaba a encanecer, algo menos de 60 años de edad. Concretamente, mostraba el aspecto físico de Sean Cassidy, aunque no era él en absoluto. Cassidy estaba muerto, y Proteus era considerablemente más peligroso.
Los policías sacaron las pistolas inmediatamente, pese a que el sospechoso estaba desarmado. No era lo habitual en absoluto, pero sabían que en este caso las órdenes venían de muy arriba, tal vez incluso de SHIELD; y, que ellos supieran, SHIELD sólo se encargaba de los asuntos más peligrosos del mundo, como terroristas islámicos y demás.
Aún así, no estaban preparados para un grito sónico que les derribó a ambos. Cayeron al suelo, mareados y sangrando notablemente por los oídos. Quedaron a merced de Proteus… y después de tantos años encerrados, se había vuelto un tipo bastante sádico.


Spiderman esquivó un puñetazo de Mar-Vell, no sin cierta dificultad. Los entrenamientos se iban volviendo más duros: Mar-Vell estaban empeñados en que se convirtieran en supersoldados eficaces para ganar la disputa por el Sistema Solar a los skrulls.
A su lado, la Cosa lanzó a Lobezno contra el Hombre Gigante: era lo que habían llamado «una bola especial». Lobezno dio un zarpazo con sus garras de adamantium, arrancando varios mechones de pelo a Pym. De haber querido, podría haberle arrancado la cabeza. Sin embargo, Mariposa Mental intervino clavando un cuchillo psíquico en el cráneo del mutante canadiense. Quedó inconsciente al momento.
-Bien, suficiente por hoy-concluyó Mar-Vell, deteniendo los combates-. Faltan tres días para que abordemos el acorazado skrull. Será mejor que estéis preparados.


Capucha Carmesí pilotaba el avión. Los datos que recibía eran francamente preocupantes: Sean Cassidy, el principal encargado de la seguridad de las instalaciones de la Isla Muir, estaba muerto. Una pareja de policías escoceses que posteriormente habían localizado al Mutante X, Proteus, también estaban muertos. Pero ambos hechos palidecían junto al informe que acababa de recibir: SHIELD había enviado a un equipo con 16 agentes británicos, incluido el jodido Pete Wisdom -probablemente uno de los agentes más letales de SHIELD en Europa, en parte porque era superhumano- y todos estaban muertos. ¿Qué era esa cosa capaz de cargarse a más de una docena de agentes entrenados, dos de ellos superhumanos, en apenas unas horas?
Tras el líder se encontraban Pájaro Cantor y el Hombre Radioactivo, dos de los pesos pesados. Detrás, Mach-1, Bullseye, Ojo de Halcón, la Asesina de Hombres y el nuevo miembro, Atlas. Si los Thunderbolts no podían detener a Proteus, nadie podría.
-Bien, todos podéis consultar el informe. Os lo resumo. El Mutante X, Proteus, es uno de los cabrones más peligrosos con los que ha tratado SHIELD en toda su historia-dijo Capucha Carmesí-. Estaba siendo retenido en la Isla Muir para intentar estudiar sus poderes, cosa que no parece haber ido muy bien, visto lo visto. Ni siquiera sabemos exactamente cuáles son sus poderes, pero de alguna forma, parece que puede alterar la realidad.
>>No me preguntéis lo que quiere decir esto, pero básicamente, en un radio de acción de unos cuantos cientos de metros, puede hacer cualquier cosa. Parece tener alguna limitación con las formas orgánicas: es decir, puede hacer lo que quiera con los objetos inanimados, pero los seres vivos le requieren mucho más esfuerzo… aunque parece ser que también puede hacer lo que quiera con ellos si se concentra lo bastante.
>>Tiene dos limitaciones. Una de ellas es que necesita cambiar de cuerpo constantemente, dado que su poder consume los cuerpos que habita, imagináoslo como una especie de fantasma. Si destruimos el cuerpo y dispersamos su energía, uh, «psiónica», muere. Esta energía parece ser vulnerable al metal; y os recuerdo que también puede controlar el metal, pero al parecer, no puede soportar el contacto directo con él. ¿Alguna duda?
-¿Cuánto nos van a pagar si sobrevivimos? Cosa que la mayoría de nosotros no hará-preguntó rápidamente Bullseye.
-Espero que una buena cantidad. No seremos millonarios, pero nos dará para unos cuantos caprichos. Soy consciente de que esta vez nuestras posibilidades de morir son tan altas que nos vendrían bien unos cuantos millones de recompensa como incentivo. Me temo que tendrá que bastar como incentivo el hecho de que si no obedecemos, seremos considerados enemigos de SHIELD, y eso sí que será una condena de muerte segura.
-Tendrá que bastar-Bullseye puso los ojos en blanco.
El avión sobrevoló Edimburgo. Las afueras de la ciudad, centenares de edificios, habían desaparecido directamente. En su lugar sólo había un desierto con algunas palmeras sueltas.
-Joder… Pájaro Cantor, comunícate con el equipo de SHIELD. Avísales de que van a necesitar todo su aparato propagandístico para explicar esto. Que vayan preparando una bomba atómica, como mínimo.
-Bien.
-Ojo de Halcón, ¿crees que puedes acertarle desde aquí? Tenemos que matarle estando lo más lejos posible, o nuestras posibilidades disminuirán drásticamente.
-¿Acertar a un tío desde un avión en marcha a trescientos metros de distancia?-el arquero se encogió de hombros-Puedo intentarlo.
Pero pronunció estas palabras demasiado tarde: Proteus les había visto. Las alas del avión fueron transformadas en papel al momento. Cayeron en picado.


ACADEMIA XAVIER DE JÓVENES TALENTOS
Bueno, ha habido alguna buena crítica sobre la escena de Mary Jane. Eso es bueno. ¡Hasta el mes que viene!

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