Poderes Cósmicos #05

Poderes Cosmicos #05Estela Plateada. Señor del Fuego. Legado. Sota de Corazones. Bill Rayos Beta. El Hombre Imposible. Poseedores de poderes sobrehumanos que han jurado preservar el status quo del Universo.

#5 – El destino de una raza
Por Bergil


Fecha de publicación: Mes 4 – 8/98


«Es inútil, no tenemos nada que hacer contra él», exclamó Sota de Corazones.

«Tienes razón. Sin embargo, debemos perseverar. No ha de permitírsele continuar. Un ser de tal poder y que exhibe semejante conducta, amoral y falta de escrúpulos, está en camino de convertirse en otro Tirano», replicó Ganímedes.

Un enorme rayo de energía cortó sus palabras. Cuando se desvaneció el fogonazo, nada quedaba en el lugar que anteriormente habían ocupado los héroes.

«¡Estúpidos! ¿Acaso creyeron que podrían algo contra mí?»

En un punto del espacio a un mes-luz de la flota korbinita, los héroes se materializaron ante los ojos de Kismet y sus creadores.

«Bueno, la idea de potenciar los poderes teleportadores del poppupiano con la energía cósmica de vosotros cuatro, combinado con un fogonazo de Estela y el Señor del Fuego que ocultara la maniobra, parece haber dado resultado. Eso sí, la cosa ha ido un poco justa: me parece que se me ha chamuscado la capa», dijo Drax.

«¿Creéis que le habremos engañado?», preguntó Genis.

«¡Qué más da! Ésta es, desde luego, una de las mejores bromas que haya gastado nunca. Supera de lejos a la que organicé para la boda de Rick Jones en la Tierra1«, chilló, en medio de las risas, el Hombre Imposible.

«Si de verdad pretendía estudiar a Kl’rt, Drax y a ti, su intención no podía ser destruirnos. Por lo tanto, o bien lo que nos ha dicho no era cierto, y en tal caso nuestra charada puede haber tenido éxito, o bien sí lo ha hecho, cosa que dudo, en cuyo caso sumará dos y dos y sólo habremos ganado algo de tiempo.», explicó Estela.

«Que ya es algo», apuntó Sota.

«Sí, es algo: una muestra de cobardía impropia de un guerrero honorable. Deberíamos habernos quedado hasta vencerle o perecer», bramó Kl’rt.

«Un poco de calma, skrull. Dicen que la discreción es la mejor parte del valor», contemporizó Ganímedes.

«Efectivamente, KL’rt», señaló Norrin Radd, «si nos hemos retirado no es porque nos consideremos en inferioridad de condiciones. Sea cual sea su plan, se ha vuelto contra él, porque ha reunido suficiente poder como para detenerle. Comprendo que tu situación actual te impulse a actuar, pero debes calmarte.»

«¿Qué quieres decir con eso de «mi situación actual», zennlaviano?». Los puños del super skrull se volvieron de roca anaranjada, al tiempo que su cuerpo comenzaba a inflamarse.

«Bueno, yo estaba presente cuando el Capitán Reptyll te derrotó2. Recogí tu cadáver y lo envié en órbita descendente hacia el planeta, con lo que se inflamó. Puesto que estás aquí, es evidente que no moriste. Deduzco que tu propia resistencia, incrementada por los poderes que posees, unida a tu fisiología reptil y al metamorfismo de tu raza, hicieron que cayeras en una especie de hibernación en tanto tu cuerpo sanaba. De hecho, el propio Reptyl, tras morir, renació metamorfizado3 en una criatura terrible a la que me hube de enfrentar y derrotar4. A ti te debe haber pasado algo parecido. Y una vez renacido, dado el temperamento guerrero de tu raza, te sientes impelido a reivindicar tu honor y tus condiciones de guerrero. Aunque irracional, es la conducta que cabe deducir de las premisas expuestas. ¿Estoy muy equivocado?»

«No, Norrin Radd, has acertado de pleno. Siento que Reptyl ya no esté vivo para poder enfrentarme a él de nuevo. Y tienes razón en que no es de cobardes retirarse para atacar después, célibe, pero ¡es que es tan duro!»

«Bien, aclarado este extremo, ¿qué vamos a hacer ahora?», preguntó Drax, a quien la inactividad estaba poniendo nervioso.

«Esto es lo que haremos. Vamos a teleportarnos nuevamente, al lugar en que este momento se encuentre el Extraño. Golpearemos desde todas direcciones y sin titubear, pues es nuestra única oportunidad. Los niveles de poder están demasiado igualados. Si conseguimos doblegarle, debemos forzarle a que, por una vez, diga la verdad, y nos revele el porqué de esta reunión de poderes cósmicos.»

«Y si nos vence, al menos habremos caído con honor en la batalla», remachó KL’rt.

«Efectivamente», señalaron el Señor del Fuego y Drax.

«¡Por Cronos, vaya rollo!», gimió Genis. ¡Ataquemos de una vez y que sea lo que Gea quiera!».

«De acuerdo. Vamos a ello», respondió Estela.

Dicho y hecho. Con perfecta coordinación, los doce seres se teleportaron alrededor del Extraño, que se había alejado un tanto de la flota korbinita. Esto era lo que había esperado Estela, pues no deseaba dañar el único vestigio de su raza que quedaba a su amigo Bill.

Coordinadamente, empezaron a atacar al Extraño con todo su poder. La pirotecnia cósmica iluminó el firmamento en millones de kilómetros a la redonda. En los planetas donde de repente vieron iluminarse el cielo nocturno, las culturas crearon nuevas leyendas acerca de cómo sus dioses se enfrentaban entre sí.

Al principio, el Extraño intentó responder al ataque, pero el factor sorpresa había desnivelado la balanza en contra suya. Forzado a retroceder poco a poco, acabó apoyándose en un asteroide. Los héroes siguieron golpeándole sin piedad hasta que, por sorprendente que pudiera parecer, ¡el Extraño cayó! En ese momento, Estela impuso un alto.

«Deteneos, está derrotado»

«¿Estás loco, Estela? ¡Si le dejamos un respiro, nos vaporizará a todos!», bramó el super skrull.

«No, Kl’rt. Al igual que tú, el Extraño es una criatura de honor. Sabe que le hemos vencido, y que si nos detenemos es por elección nuestra. De proseguir ahora la batalla, podríamos destruir no sólo la flota korbinita, sino también algunos de los sistemas estelares cercanos. Quizá pudiera derrotarnos, pero no sin sufrir él mismo graves heridas y sin que produjésemos una devastación de gran alcance. Así que no hará nada; ¿no es cierto, Extraño?».

«Sí, ¡maldito seas, Estela Plateada! Ya desde nuestro último enfrentamiento5 supe que siempre serías un estorbo en mis estudios. Si el Tribunal Viviente no me hubiera detenido, habría acabado contigo allí mismo, y me habría ahorrado un buen número de problemas.»

«En fin, puesto que la cosa ya no tiene remedio, os diré la verdad. Es cierto que inicialmente pensé reunir únicamente al poppupiano y al skrull para proceder a su estudio. Mis investigaciones me han llevado a concluir que su genotipo coincide en un 97,34 por ciento. Por tanto, parece lógico deducir que una de las razas proviene de la otra, o ambas de un antepasado común. Esperaba poder llegar a alguna conclusión. Quizá los Celestiales crearon a una o a ambas razas en alguno de sus experimentos genéticos en el pasado.»

«En cualquier caso, pronto deseché esta idea. La dificultad de reunir a ambos sin que se movilizaran ambas razas me hizo desistir de tal idea. Pero pronto me percaté de otro hecho interesante: en el universo existían una serie de seres con dos características en común: ser únicos en su género y tener un objetivo determinado.»

«Ya, los Primigenios del Universo. Creo que todos, excepto quizá Ganímedes, les conocemos bastante bien», interrumpió Drax.

«No, Destructor. Vosotros; o, al menos, la mayoría de vosotros: Estela Plateada es el último zennlaviano, y persigue defender la vida en todo el Universo; Sota de Corazones es el único mestizo humano-contraxiano, y persigue que nadie le persiga para embarcarle en cruzadas cósmicas; Capitán Marvel es el único mestizo kree-eterno, y busca desesperadamente ser digno del legado de su padre; Pyreus Kill es el último xandariano, y…»

«¡No es cierto!», le interrumpió el Señor del Fuego. «¿Y mi emperatriz Adora? ¿Y el cuerpo de Centuriones Nova? ¿Y el Caminante Aéreo?».

«Tu emperatriz no es sino un clon; por lo tanto, no es una xandariana en el sentido estricto del término; en cuanto a los Centuriones estelares, Los Centuriones fueron masacrados por Nebula y sus piratas, pero aunque su esencia fuese absorbida por Garthan Saal, Super Nova6, y aunque posteriormente, la esencia de los Novas fuera absorbida por Richard Rider, Nova, y la usara para restaurar Xandar y recrear el Cuerpo de Centuriones Nova7, y aunque Garthan Saal fuese miembro del nuevo Cuerpo de Novas8, resultó asesinado por Volx, la Reina Madre de los Espectros9; y en cuanto a Gabriel Lan, aunque su conciencia pervive, lo hace en un cuerpo robótico; a todos los efectos, está muerto. Así que eres el último xandariano, y buscas dar un sentido a tu vida. Drax es per se único, y es de todos conocido que fue creado con el único propósito de detener a Thanos de Titán.»

«¿Y los demás? ¿Qué pasa con el Super Skrull, con el Hombre Imposible y conmigo?», preguntó Ganímedes.

«En cuanto a los dos primeros, esperaba poder realizar mis investigaciones si las cosas me eran favorables. En cuanto a ti, hace poco que has perdido las dos características que poseen los demás: ya no eres la última célibe, pues ha aparecido Perséfone; y ya no buscas obsesivamente acabar con Tirano. Más que nada, hice que el Hombre Imposible te reclutara para disimular mi objetivo final.»

«A ver si he entendido bien», dijo el Señor del Fuego. «¿Nos has reunido a todos porque crees que podemos ser nuevos primigenios?»

«No exactamente. En vosotros existe la materia prima para llegar a serlo. Todos vosotros sois, además, seres excepcionalmente resistentes, lo que sería un punto más a vuestro favor».

«Hay algo más que no nos has dicho, pero que resulta evidente. Hay otro ser que cumple las dos condiciones», interrumpió Estela Plateada. «Tú Extraño: eres único en tu género, tienes un objetivo único y, además, eres excepcionalmente resistente».

«Tienes razón otra vez Norrin Radd. Yo también cumplo esas condiciones. Si todos o algunos de nosotros llegáramos a primigenios, dejaría de estar solo, de ser… un Extraño».

«Pues eso es algo que habrá que ver. En cualquier caso, nos vamos. Y nos llevamos la flota korbinita. No intentes detenernos».

«No iba a hacerlo. Lleváosla en paz. Tengo otras cosas que hacer».

«Cosas más importantes», pensó el Extraño.

«Bien, todo terminó. Vámonos».


EPILOGO I

«Conviene estar prevenidos, compañeros. Me temo que esto no será lo último que sepamos de este asunto. El Extraño jamás dice toda la verdad, ni cuando se ve obligado a ello», avisó Estela Plateada. «Por ello, ¡estad vigilantes!».


EPILOGO II

«Por fin tranquilo», pensó el Extraño. «Ahora, querida mía, podremos ocuparnos de ti».


1.- Hulk # 418 USA

2.- Estela Plateada v. III # 28 USA

3.- Estela Plateada v. III # 57 USA

4.- Estela Plateada v. III # 65 USA

5.- Estela Plateada v. III # 31 USA

6.- Vengadores # 301-303 USA

7.- Nuevos Guerreros # 40-42 USA

8.- Nova vol.2 # 17 USA

9.- Nuevos Guerreros # 75 USA


En el próximo número: Superada la amenaza del Extraño, los héroes se dispersan por el Cosmos. Pero siempre hay nuevos peligros, que pueden atacar incluso en el hogar. Y ¿qué son esas «cosas más importantes» que tiene el Extraño entre manos? No os perdáis Poderes Cósmicos # 6.


Por fin recibimos la primera carta. MARIO LOSADA dice:

Tu cole es la que más me gusta del Marveltopía y no lo digo por peloteo. Sigue así. ¿Qué pasará tras la saga que acaba en el #5?. Hacia donde va la colección?.

Bueno, después de estos merecidos elogios ;-{Þ}, no puedo resistirme a dar unas pequeñas pistas. De momento, la colección se centrará en cada uno de los personajes, con historias de uno o dos números para cada uno. Alcanzaremos un clímax en el #12, y uno mayor aún en el #25. Y ahora, un concurso: ¿qué nombres sugeriríais para los futuros primigenios del Universo? Los resultados, en el correo del #12 de PODERES CÓSMICOS.

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