Marvel Spotlight #06 – SHIELD #4

Marvel Spotlight #06Es la agencia de seguridad más importante del mundo. Ellos son… S.H.I.E.L.D.

#6 – SHIELD IV de V
24 horas es demasiado tiempo

Por Xumer


Fecha de publicación: Mes 10 – 2/99


Aquí estamos de nuevo, querido lector. Posiblemente os preguntéis ¿XuM no cogió esta serie para resolver los antiguos cabos sueltos que el anterior guionista, Raker, dejo sueltos tras su misteriosa desaparición?

Así es, querido lector.

¿Como es entonces que no solo no resuelve asuntos anteriores sino que además mete con calzador nuevas incognitas?

La respuesta de XuM sería que hay que hacer las cosas poco a poco y tener paciencia.

La verdadera e incontestable realidad es que es un pésimo guionista y no tiene ni idea de a donde va a llegar la serie.


Las Vegas.

Aproximadamente las 8 de la madrugada.

El cuerpo sin vida de Richard Aker (supongo que os sonará el nombre) yace tendido en el sucio suelo de un callejón. De la docena de personas que hay trajinando de un lado al otro, solo dos son relevantes para el desarrollo de esta historia.

Una es un hombre con gafas y pelo corto. Tiene pinta seria y profesional. Viste de una forma esmeradamente pulcra.

– ¿Gil Grissom?- le pregunta el otro.

– Así es- confirma.

El segundo sería un hombre caucasiano posiblemente rondando los cuarenta años. Una gabardina y un sombrero de cowboy denotan que posiblemente proviene de Tejas o algún lugar del sur de los Estados Unidos. El pelo es abundante y bien peinado, aunque ya totalmente canoso. Sin embargo su rostro tiene un punto de juvenil y siempre mantiene esbozada una atractiva sonrisa.

– Supongo que usted es el investigador independiente que llevará el caso.

– Ajam. Al MacKenzie.

– ¿Retiramos el muerto?

– Si, haganlo-. Al mira a su alrededor. El lugar elegido para el asesinato estaba iluminado únicamente por una serie de farolas muy separadas entre sí. La víctima, Aker, estaba apoyado fumando sobre una de ellas cuando le dispararon.

– Fue desde ese edificio- apunta Grissom.

– Lo veo.

– Hemos acordonado la zona y estamos interrogando a cualquiera que pudiera ver algo, aunque es poco probable que el asesino aun este con nosotros. También hemos recibido la orden de poner controles en los aeropuertos y carreteras, parece una medida un tanto desproporcionada para un solo muerto.

– No lo es-. Responde MacKenzie-. Créame que no lo es.


Mac pasa el tiempo hasta la llamada de su superior familiarizándose con la escena del crimen y pensando hipótesis y teorías.

Alguien había matado a Richard Aker. Alguien tenía razones para hacerlo. Pero el cadáver fue encontrado tres horas después de morir, cualquiera con recursos para asesinar a un alto cargo de SHIELD tendría recursos de sobra para salir de allí en tres horas ¿o no?. De todas formas, establecer controles no serviría para nada.

Lo primero debería ser averiguar que demonios hacía Aker en aquel lugar.

No tenía ninguna misión asignada por SHIELD. Cualquiera hubiera pensado que se trataba de unas vacaciones, pero no tenía ningunas hasta dentro de tres semanas.

¿Como había logrado saltarse la vigilancia de SHIELD y viajar hasta Las Vegas sin que ninguno de sus cargos superiores se enterara?. O quizá era que alguno de ellos le encubría… No, mejor no tocar ese tema de momento. Bastante había con el asesinato de Aker.

Esperaba a alguien. ¿Era la misma persona que le asesinó?.

Su teléfono móvil suena. La vídeo cámara le muestra la cabeza pelada del Director Adjunto del FBI Skinner.

– MacKenzie, ¿alguna novedad?

– No mas que los informes que ya teníamos del CSI.

– De acuerdo, yo si que tengo información para usted. La UAT (Unidad Anti Terrorista) ha estado manteniendo mas o menos vigilado a un grupo de terroristas llamado «La Serpiente Escarlata». Uno de sus integrantes salió de su escondrijo hace unas horas y aun no ha vuelto, el intervalo de tiempo no descarta que pudiera ser el autor de los disparos así que he pedido la intervención inmediata de la UAT para capturar al resto del escuadrón.

– Supongo que querrá que yo vaya con ellos.

– Eso no hay ni que decirlo. Su ayudante le llevará hasta el lugar en el que se producirá la detención.


Al MacKenzie ve ante si a un hombre de aproximadamente su misma edad, aunque un poco mas bajito y con pinta de tipo duro. Llevaba el pelo corto pero algo alborotado y barba como si esa mañana no hubiera tenido tiempo de afeitarse.

– Me llamo Jack Bauer, de la UAT. Dirigiré la operación.

A su alrededor había una docena de individuos uniformados y preparados para entrar en acción.

– De acuerdo, hagámoslo- contesta Al MacKenzie.


Los SWAT de la Unidad Anti Terrorista se colocan a ambos lados de la puerta, preparados para actuar sincronizados con el resto de compañeros que iban a entrar por las diferentes ventanas.

Era un caso clásico de academia. A los SWAT solían plantearles este tipo de situaciones en el primer año de aprendizaje, por lo que los hombres no parecían estar muy nerviosos.

– Sígame y manténgase pegado a mí-. Le ordena Bauer-. Esto será un paseo por el campo.

Al MacKenzie esta tentado a contestarle con malos modales que ha pertenecido a la CIA y SHIELD, por lo que no necesita ningún tipo de ayuda para protegerse, pero por educación prefiere mantenerse callado.

Los agentes de la UAT rompen de un solo golpe la puerta y entran a toda velocidad antes de que la bomba detone y los haga volar por los aires.

Al MacKenzie y Jack Bauer se protegen detrás de un grupo de escudos.

– Mierda, mierda…

– Bombas incendiarias. Repito. Bombas incendiarias-. Grita Bauer al micrófono.

– Oh, mierda.

– ¿Esta bien, MacKenzie?

– Si. Ayúdeme a levantarme.

Poco a poco se hacen con el control de la situación, llevándose a los heridos y muertos del lugar.

– ¿Tenemos algún terrorista vivo?- pregunta finalmente Mac.

– No. Solo hemos podido recuperar varios documentos sin quemar y nada mas. Se los están llevando a la sede móvil de la UAT, aquí en Las Vegas.

– De acuerdo, si descubren algo relacionado con Richard Aker avísenme de inmediato.

– Le enviaremos a su superior toda la información que podamos extraer de que hemos salvado. En cuanto al hombre que desapareció tenemos su documentación así que posiblemente podremos encontrarle si vemos que vuelve hacía aquí.

– Fantástico.

El teléfono suena y antes de que suelte el tercer pitido Al MacKenzie ya lo ha cogido.

– Soy Al MacKenzie.

– Aquí Gil Grissom.

– Le oigo, Grissom- contesta Al MacKenzie mientras se aleja del lugar de la explosión y se dirige a la sede móvil de la UAT.

– Le hemos realizado la autopsia a Richard Aker y un detalle nos ha llamado la atención, no estamos seguros si podría estar relacionado con el caso, pero es necesario que lo sepa.

– Dígalo.

– Después de los análisis de sangre, podemos decir sin ningún tipo de duda que Aker tiene el factor-x en su organismo.

– ¡¿Que?!

– Richard Aker era un mutante.


Sede móvil de la UAT en Las Vegas.

Un documento con la dirección exacta del asesinato de Richard Aker.

– Bin… Go.

El teléfono suena de nuevo.

– Soy Al MacKenzie.

– Aquí Skinner. Tiene trabajo en aduanas.

Mac cuelga el teléfono mientras sonríe.

– Ya te tengo.


Nuestro investigador ya había visualizado y memorizado los rasgos del único superviviente de la «Serpiente Escarlata», por lo que le sorprende del todo el entrar en la sala de interrogatorios y encontrar frente a sí a un total desconocido.

– ¿Es este el hombre que han capturado?- pregunta confuso al oficial de guardia.

– Si. Le capturamos después de oponer resistencia en la aduana.

– Esto…- Mac miraba de un lado al otro como si fueran a saltar cámaras y personas sujetando un enorme cartel de «Inocente»-. Bueno ¿que hizo?.

– Su comportamiento nervioso y un poco inusual puso alerta a seguridad y al ser preguntado por los guardias intento darse a la fuga. Material como armas de fuego le fue incautado tras su detención.

Finalmente, Mac decide fijarse en el inesperado sospechoso.

Parecía el típico prototipo de matón a sueldo, aunque unas cicatrices bastante serias le surcaban la parte superior de la cara. Estaba totalmente esposado y llevaba un collar nulificador.

– ¿Y eso?

– Es un mutante. Una vez se quedo sin armas lanzó una especie de rayos por las manos. Si no hubiera sido por el incremento en la seguridad posiblemente no le habríamos podido reducir.

Al se gira hacía el sospechoso.

– ¿Eres un mutante?

El hombre no contesta.

– Lo tomaré como un si. Supongo que sabrás que otro mutante ha muerto hoy de un disparo en la cabeza.

El sospechoso lanza una leve mueca de sorpresa. Al MacKenzie apunta mentalmente su reacción, esto era lo que mejor se le daba, el interrogar.

– Supongo que también sabrás que es un alto cargo de SHIELD y que evidentemente su asesinato es un cargo que se te imputa.

– Yo no le maté.

– ¡Bien! Finalmente te hago hablar. ¿Que quieres decir con que no le mataste?

– Fui contratado para hacerlo, pero no llegué a apretar el gatillo.

Al MacKenzie lanza una sonora e irritante carcajada.

– Muy buena… No se si eres imbécil o es que tienes los cojones cuadrados. ¿Como te llamas?

– Me apodan Rebelde, a veces también Maverick.

– Chico, estas en un buen lío.

Al MacKenzie sale de la habitación como un torbelino.


Se lava la cara mientras piensa.

El superviviente de un grupo de fundamentalistas llamado «La Serpiente Escarlata» y un tipo obviamente demente o colocado llamado Maverick.

Lee el informe que le llega de Maverick por fax.

«Mercenario mutante… Bla bla bla… Asociado al Equipo-X… Posiblemente infectado con el Virus del Legado…»

Se para en seco.

– Debería pedir un análisis de sangre.

Nadie en su sano juicio admitiría haber estado apuntando a una futura víctima de asesinato a no ser que o bien estuviera totalmente drogado o no tuviera nada que perder.

– Posiblemente son ambas razones.

Pero ¿que tenía que ver «La Serpiente Escarlata» con este hombre?.

Abre la puerta y entra de nuevo a la sala de interrogación.


– Así que dices que no apretaste el gatillo.

– Fui contratado por un hombre llamado James Patch para realizar el trabajo. Debía matar al objetivo cuando se reuniera con otra persona, pero antes de lo previsto oí un disparo y vi como el hombre caía al suelo. Decidí que era una trampa que me habían tendido e intente salir cuanto antes del lugar.

– Ya lo veo- todas las pruebas estaban allí. Ese hombre era culpable. Pero Al MacKenzie mira a sus ojos y sabe que estaba diciendo la verdad.

Era una historia sin ningún tipo de sentido, sin pies ni cabeza. Pero la intuición le decía que era cierta. Mac duda unos instantes.

Finalmente vuelve a hablar.

– De acuerdo, Maverick, no te voy a engañar. Estas hasta el cuello de mierda, eres el primer sospechoso de la muerte de una persona muy importante, pero mi intuición me dice que no eres el autor material de los hechos, así que investigaré tu coartada. Dame todos los datos.


MacKenzie envía a un equipo a sus ordenes al lugar donde Maverick decía esperar a que llegara el contacto de Richard Aker.

Otro se va con él para capturar a James Patch en su residencia de Los Angeles.

– Soy Al MacKenzie- responde al teléfono.

– Aquí Jack Bauer.

– Dime.

– Le envió toda la información que hemos conseguido reunir sobre «La Serpiente Escarlata». El nombre de Richard Aker aparece en varios de sus documentos, podrían ser falsificaciones, pero estos parecen indicar que Aker y «La Serpiente Escarlata» mantenían alguna especie de tratos.

– ¿De que tipo?

– No lo sabemos.

– De acuerdo- MacKenzie suspira. La cosa se complicaba.


Los Angeles.

Solo tiene seis hombres para sacar al hombre conocido como James Patch de un elitista restaurante de Los Angeles.

Patch es el típico intermediario con mercenarios, encontrarle no es muy difícil para SHIELD, suelen tener informes de toda esta gente. Las grandes agencias los suelen tolerar a cambio de tenerlos controlados por si existe una situación realmente importante.

Una situación parecida a esta.

Desde su observatorio, MacKenzie y sus hombres ven claramente al bastardo cenando tranquilamente al lado de una cristalera. Coloca a dos hombres vigilándole desde uno de los edificios cercanos. A otros dos cubriendo las entradas delantera y trasera. Finalmente al resto se los lleva dentro del restaurante.

Se acerco al lugar exacto donde James Patch comía una ensalada ligera franqueado por dos de sus matones del tamaño de un gorila. Él, evidentemente, les ve a la milla pero no le dan tiempo a levantarse e irse y antes de que reaccione Mac se sienta enfrente suyo girando la silla y apoyando sus brazos sobre el respaldo.

– James Patch ¿no?

– ¿Que demonios cree que esta haciendo?

– Me llamo Al MacKenzie, investigador independiente nombrado por la Casa Blanca, el FBI y SHIELD para supervisar una investigación por asesinato.

El hombre considera la posibilidad de que le este diciendo la verdad y se empieza a poner nervioso. Eso era justamente lo que Al quería.

TUD.

El sonido de una bala que penetra y queda alojada en el cráneo de James Patch. Su cuerpo se cae hacía la izquierda, MacKenzie se lanza al suelo y rueda mientras que mas balas rozan el lugar que antes ocupaba.

Le están disparando desde el lugar que ocupaban sus dos francotiradores. Corre hacía la salida mientras que sus matones entretienen al asesino. Su mente funciona de forma frenética atando cabos.

La intuición acerca de Maverick era correcta. Solo era un chivo expiatorio para el verdadero asesino, fuera quien fuera este, sabía que Maverick acabaría siendo atrapado. Lo que posiblemente no contaba era que este fuera tan rápido, y que este confesara a su enlace sin dudarlo (un efecto de la medicación, posiblemente).

El verdadero asesino pensaba que tendría tiempo de sobra para asesinar impunemente a James Patch, posiblemente la única persona que podría implicarle en el asesinato, dejando a Maverick pudrirse en la cárcel al quedar como único sospechoso. Mac llegó hasta el edificio donde coloco a sus francotiradores. Según la radio solo quedan dos de sus hombres vivos, el que deje en la puerta trasera y uno de los que le acompañaban en el restaurante.

Abre el maletero de uno de sus coches y saca que se coloca a la espalda. Activa la mochila propulsora.

Hace demasiado ruido. Da la vuelta al edificio y la desconecta para que la inercia le deje caer en el tejado.

Evidentemente el cabrón le había oído, pero Mac esperaba acorralarlo y ganar tiempo para los refuerzos. Suelta el propulsor.

Asoma su sombrero por encima del ventilador que le protegía y el tío lanza una ráfaga. Mac rueda de nuevo por el suelo y dispara medio a ciegas. Tiene un golpe de suerte por que la figura misteriosa cae al suelo.

– Maldito cabrón. Te quiero vivo.

MacKenzie se acerca hasta él apuntándole con mucho cuidado.

– Pon las manos donde pueda verlas.

Nota un pinchazo en el abdomen y cae al suelo de dolor. La figura se levanta y mira a Mac. Se acerca hasta que por fin puede verle claramente.

Es un hombre con rasgos duros, algunas canas.

– Dios…- Murmura Mac al reconocerle.

Lleva un parche en el ojo. Apunta con una pistola a la cabeza de Mac mientras que susurra una disculpa.

– No puede ser…- dice Al-. ¡¡¿Furia?!!

– Así es. Lo siento.

Fin de este capitulo.


PUENTE DE MANDO

Saludos a todos nuestros lectores y bienvenidos a esta nueva entrega de SHIELD sin la participación de Nick Furia.

Hemos recibido miles de cartas pidiendo la reaparición del héroe americano, pero nos seguimos negando en redondo a ello.

¡Nick Furia esta muerto! Joder, si hasta tiene su propia serie «Nick Furia, el hombre que pudo reinar» para explicar como se va pudriendo poco a poco en su tumba bajo tierra.

Queda bastante claro en el título «El hombre que PUDO». No «el hombre que PUEDE». Nick Furia, al igual que el personaje de Sean Connery en la película del mismo nombre esta mas muerto que una acelga.

¿O no?

De acuerdo, incluso los servicios de seguridad de SHIELD admiten la posibilidad de que aun siga vivo. Aunque solo sea por la de veces que nos ha dado gato por liebre.

Pero que siga vivo no cambiaría nada. Ya que yo mismo seguiría siendo el jefazo máximo de SHIELD.

Y al contrario que otros ni siquiera estoy impedido visualmente.

David Knight, Director Ejecutivo de SHIELD.

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