Quasar #62

Quasar #62Wendell Vaughn… el primer terrestre nombrado protector del universo. Unido a las Bandas Cuánticas, que son tanto armas como símbolos de su puesto, lucha una batalla interminable para defender toda vida en el universo del mal cósmico.

#62 – Uno más para la colección
Por Doctor Comic y Bergil


Fecha de publicación: Mes 14 – 6/99


– ¡El Coleccionista! ¡Así que eres tú el que ha estado capturando Eternos como Makkari! ¿Pero no estabas muerto? – dijo Quasar, que acababa de llegar a la nave-base del Coleccionista.1

– ¿Te refieres al asunto de la Cofradía?2 Deberías saber que los Primigenios no podemos morir.3

– Como sea. Creía que habías aprendido a no meterte con la Tierra.

– De hecho lo que aprendí es que debía solucionar el problema de la Tierra en cuanto antes. Mediante mi sistema de teleportación he ido consiguiendo especímenes interesantes para mi colección de entre los diferentes que pueblan la Tierra. Es curioso lo que se puede encontrar en tu planeta, incluso he recopilado varios no nativos. Pero bueno, cuando termine de reunir seres únicos destruiré la Tierra. Así aumentaran su unicidad, además de ahorrarme las molestias de Vengadores como tu. – El Coleccionista se dio la vuelta y se dirigió a un panel de control. – Bien, veamos, ¿cuál será la manera más eficiente de destruir este estúpido y pesado planeta?

Quasar no podía dar crédito a sus oídos. El primigenio le acababa de contar que iba a destruir la Tierra y se daba la vuelta sin más. Obviamente, Quasar no podía permitirlo y se disponía a actuar, cuando…

– Tranquilo, ya me ocupo de ti. – Y al decir esto, pulso un botón, y unos objetos acabados en garfios se lanzaron sobre las bandas de Quasar, agarrándolas. – Son minas absorbedoras de energía, suficientes para mantener ocupadas tus bandas durante un tiempo. Tus bandas serian un objeto muy valioso para mi colección. Lastima que no se puedan separar de ti. Aunque eso también tiene arreglo.

Quasar trataba de sobrecargar las minas produciendo mucha más energía, pero antes de que lograra nada…

– ¡Fuerza oscura! La energía que usaba Estrella Oscura, que interfiere con la energía de mis bandas. – Unos generadores de energía proyectaban un haz de energía negra que envolvía a Quasar, que aun no se había librado de las minas enganchadas a las bandas. De repente, el Coleccionista presionó otro botón y Quasar desapareció.

– Manda recuerdos – dijo el Coleccionista mientras volvía a sus asuntos.

– ¿Qué? Wendell se dio cuenta de que no ya no estaba rodeado de fuerza oscura. Miro a su alrededor y vio que estaba en un extraño paraje. El suelo parecía descompuesto y el cielo era negro. – Debo de estar dentro de la colección del Coleccionista. Mejor mantengo el campo energético alrededor mía, porque no sé si este ambiente es nocivo. – Surcó el cielo oscuro y tratando de buscar una salida en vano. – Nada, por mas que busco este hábitat parece no tener fin. Tal vez sea un tesseract4. Sea como sea, el Coleccionista ha mejorado las jaulas de su colección desde la ultima vez.5 Supongo que evitara fugas. ¡Un momento! Parece que hay abajo hay algo o alguien. Quasar se acerco y vio a un Shi’ar con un traje negro y verde. – Hola, tú debes ser Shi’ar.6

– Me llamo Espía, miembro de la Guardia Imperial. Eres el primer ser que veo desde que estoy aquí.

– ¿Y llevas aquí mucho tiempo? Es decir, me he encontrado con la Guardia Imperial antes7 y no te había visto. – pregunto mientras subía a Espía en una burbuja de energía.

– No lo sé, uno pierde la noción del tiempo aquí, y mis recuerdos son algo borrosos. ¿De donde eres?

– De la Tierra. No sé si la conocerás, no pertenecemos al Imperio Shi’ar… ni a ningún otro Imperio o asociación, por cierto. – dijo Quasar con algo de pena. La Tierra se podría haber unido al Fuero, una asociación pacifica y democrática de planetas, parecida a las Naciones Unidas terrestres, si no llega a ser por el plan en que fue envuelto por culpa de los Axi-Tun.8 La conversación continuó mientras sobrevolaban el desolada paisaje. – ¿Esto no tiene final?

– Si lo hay, no lo he encontrado.

– Voy a probar una cosa. – Quasar se dispuso a hacer un salto cuántico hacia el exterior de la nave. Antes, comprobó que no había residuos de partículas Pym ni otro tipo de miniaturización en él, no le apetecía enfrentarse al Coleccionista con el tamaño de una hormiga. Quasar dio a las bandas la orden mental de realizar el salto cuántico, lo que le llevo a la Zona Cuántica. De ahí dio otro salto que le llevaría al exterior de la nave… pero cuando miro a su alrededor, descubrió que aun estaba en el mismo paraje de donde había salido. – Vaya, no ha funcionado… ¡Hey!, parece que la disrupción en el ambiente que causan mis saltos cuánticos ha abierto un agujero en el espacio. Parece que podremos salir de aquí.

Pero cuando fue a darse la vuelta para avisar a su compañero, vio un tentáculo rojo dirigiéndose a su frente. Un tentáculo rojo que surgía de la boca de la horrible criatura que se erguía donde Espía estaba hace tan solo un momento. Quasar apenas tuvo tiempo de alzar una barrera de energía para protegerse de la afilada lengua.

– Muere a manos del ultimo Fantasma del Espacio – dijo la criatura.

Quasar retrocedió volando y atrapo al Fantasma en una burbuja de energía. El Fantasma golpeaba la burbuja intentando escapar sin éxito.

– Bueno mister, no sé que pretendías pero no habrías conseguido nada. Observa – y acto seguido se introdujo por el agujero en el aire, seguido del Fantasma emburbujado. – Simplemente te habrías quedado atrapado en ese otro ambiente más soleado de haberme matado. Ahora estate tranquilito mientras busco, ¡mira!, parece que alguien se acerca. Un hombre en una armadura morada, ¿o quizá un robot?, se acercaba volando. Antes de que Quasar pudiera decir nada, el acorazado ser se sobresalto.

– ¡Un Fantasma! – grito y ataco el campo de energía de Quasar golpeándolo con sus acorazados puños plateados. Parecía estar haciendo mella en el escudo, cuando Quasar paso a la acción y envolvió los puños del «androide» en cápsulas de energía, pero se libero fácilmente. En ese momento Quasar aprovecho para crear un ariete con el que golpeo al «androide» en la cabeza. Mientras este estaba aturdido, Quasar creo unas esposas atando los brazos del «androide» por detrás de la espalda, impidiendo así que atacase.

– Ahora recuerdo a los Fantasmas. – penso Quasar. – Invadieron la Tierra hace unos años, y tuvieron que aliarse varios héroes y el ejercito con aquel tipo plateado, Rom, para vencerlos.9

El ser acorazado hablo: – Soy Hammerhand, de los Caballeros del Espacio. Mi misión es destruir a los malvados Fantasmas. Ahora…

– Espera Hammy, se que los Fantasmas son malvados, pero eso no justifica un asesinato a sangre fría. Si debe pagar por sus crímenes no será siendo asesinado por un juez, jurado y verdugo como tu. Y mas si como pienso, es el ultimo superviviente de su raza.

– Estas loco, esos seres son la escoria mas vil del universo. Si dejas vivo a uno de ellos, se escapara y seguirá matando a miles de seres inocentes.

– Es mi responsabilidad. Ahora, ¿qué tal si cooperamos para salir de aquí y dejamos esto para luego?

Hammerhand miro fijamente a Quasar y tras pensarlo algún tiempo dijo: – Esta bien, trato hecho.

Quasar le soltó y estrecho su mano. – Vaya mano tienes.

– Reforzada con plandanium. Y ahora, ¿cómo salimos de aquí?

– Probare otra ve el truco de antes. – Otro salto cuántico y agujero y llegaron a otro paraje. – Nada. Bien, seguiremos viajando de ambiente en ambiente hasta que el Coleccionista se canse de que rescatemos a sus cautivos.

Una nave de tecnología eterna se acerca a la nave-base del Coleccionista. La nave era invisible a la vista y a los sensores electrónicos, pero era fácil de llegar siguiendo el rastro energético de Quasar. La nave transportaba un equipo de la Fuerza Delta, escogido para esta misión. Abordaron la base, y de la nave salieron: Kro, desviante antiguo Señor de Lemuria y líder de la Fuerza Delta; Karkas, el desviante renegado; Mamut, líder de los Subterráneos de Blackwulf; Gorrión, mutante miembro de los Subterráneos; Shatterax, guerrero Kree de alta tecnología; Starfox, eterno de Titán y Vengador; y Avance Veloz, velocista amnésico. Su misión: Rescatar a los capturados por el Coleccionista. La irrupción provoco que una alarma sonara en la consola de mandos del Coleccionista.

– Esto empieza a ponerse pesado. – penso

En una nueva localización, Quasar y Hammerhand encontraron a un humanoide de piel negra y pelo blanco, portador de una lanza. Parecía querer iniciar una pelea pero Quasar le aseguro que venían en son de paz. El desconocido se presento: – Mi nombre es Blackwulf, de los Subterráneos, grupo que lucha contra la amenaza de Lord Tantalus. Volvíamos de luchar contra el en el planeta Armechadon10 cuando uno de mis compañeros y yo fuimos raptados.

– ¿Te unes a nosotros para salir de aquí? – pregunto Quasar

– Claro.

Otra localización:

Allí encontraron a un pequeño alienígena verde. Blackwulf le reconoció enseguida.

– Ese es el Skrull, uno de mis compañeros en los Subterráneos. Lo raptaron junto a mi. – dijo -Blackwulf

– No se parece en nada a ningún Skrull que haya visto – dice Quasar mientras invita al skrull a subir a la plataforma de energía donde están los demás.

– Eso es porque soy el ultimo superviviente de la variedad Skrull original de nuestro planeta, que fue eliminada por la variedad desviante y multiforme de nuestra especie, que es la que debes de conocer. – Blackwulf se asombro de la locuacidad del skrull, nunca le había oído hablar, pero parece que era únicamente por la barrera idiomática, superada ahora por la habilidad traductora de las bandas de Quasar.

– ¡Por los antiguos dioses, un Fantasma! – dijo el humanoide verde

– ¿Los conoces?

– Desgraciadamente. Son una variante de los Desviantes skrulls, mucho mas malvados y corruptos de los demás. Fueron expulsados por practicar las artes oscuras. Creía que todos estaban extintos o exiliados en el Limbo tras la destrucción de la Nébula Oscura11.

– Eso había oído yo, pero por lo visto lleva aquí desde antes de que eso sucediera. Bueno, ¿seguimos?

Siguiente localización:

Había dos jóvenes de unos veinte años. – Hola. ¿Os unís a la expedición para salir de aquí? – pregunto Quasar, líder de este improvisado grupo.

– Por supuesto – dijo el chico

– Espera que nos preparemos – dijo la chica.

Los dos jóvenes se concentraron y donde había dos, ahora solo había uno.

SoMoS TzAbAoTh, hIjOs De La UnIoN eNtRe Un DeSvIaNtE y uNa EtErNa.

– Aja, eso explica porque estáis aquí. ¿No seréis los hijos de Thena?

El ser compuesto, que parecía exactamente como si los dos jóvenes hubieran sido superpuestos, asintió.

Llegaron a otra localización mas:

– Hey, ese es Ultimus, de la Fuerza Estelar Kree – dijo Quasar, que le recordaba de su ultimo encuentro.

– Estaba en Armechadon con nosotros cuando fuimos raptados – dijo el skrull. Quasar produjo un fogonazo para atraer la atención del pensativo Ultimus. Este, pensando que era un ataque, se lanzo hacia ellos. Quasar refreno a su grupo, no quería una batalla entre héroes por un malentendido, como solía pasar en estos casos. Creo un muro delante suya parando el golpe de Ultimus. Pero no lo detuvo, así que creo unas cadenas de energía para retenerle mientras le hacia entrar en razón.

– Ultimus, tranquilo, soy Quasar, nos conocimos hace algún tiempo12. Nosotros no te hemos atrapado aquí, sino hemos venido a ayudarte a escapar. ¿Me entiendes?

– Te… entiendo Quasar – dijo lentamente mientras dejaba de forcejear. – Y lamento mi vergonzoso comportamiento. Pero ya había sido atrapado antes13 y estaba furioso por haber sido atrapado otra vez. Ahora, salgamos de aquí y que el Coleccionista sufra la ira de Ultimus, el Druida Demonio, ultimo de los eternos Kree.

– Veras, no es tan sencillo… – comenzó a explicar Quasar.

Simultáneamente, fuera de la colección, la Fuerza Delta luchaba contra unos mecanoides del Tecnenium Turgentino. Mientras el líder, Kro, disparaba, pensaba: – Hay algo que me pone nervioso, y es que todos los operativos de esta misión tienen algún tipo de vinculo con alguien atrapado aquí: Karkas viene a rescatar a un amigo desviante, Avance Veloz y Starfox a sus amigos Makkari y Quasar, los Subterráneos a sus compañeros y yo a mis propios hijos. Esto podría ser un problema si el Coleccionista se da cuenta. Karkas luchaba salvajemente pese a su naturaleza pacifica.

Shatterax pensaba mientras lanzaba rayos. – Cuándo rescatemos a Ultimus, ¿seguiremos ayudando a los terrestres contra Tantalus o volveremos a patrullar el sector Kree?

Un robot perseguía a Gorrión por el aire, hasta que con un ágil movimiento le llevo a encontrarse con el nuevo brazo biónico de Mamut. – Maldito Lucian, siempre nos mete en sus problemas. Por si no tuviéramos bastantes, ahora hay que rescatarlo. – piensa Gorrión.

– Menudo líder soy, – piensa Mamut – cuando por fin nos enfrentamos a Tantalus, me lisia, Toxina nos abandona, Piedra de Toque pierde sus poderes y Viento Salvaje se vuelve loca al descubrir que es un androide.14 Y ahora capturan a Lucian y al skrull. Quizá sea hora de dejar el puesto.

– Mmm, nos vamos a enfrentar a un Primigenio del Universo, no esta mal para empezar la racha de aventuras. Lo malo es que mis poderes no sirven contra estos energúmenos, y no puedo hacer mas que esquivarlos. A Avance le va mejor, me pregunto como hace lo de vibrar a través de ellos. – piensa Starfox

– Avance, – grita Kro. – deja de luchar aquí y registra la base en busca del Coleccionista.

Dicho y hecho, Avance dejo de luchar y salió de la sala donde estaban (es fácil cuando se pueden hacer vibrar las moléculas de uno para atravesar objetos sólidos, mas que destrozar las paredes). Mientras pasaba habitación tras habitación esquivando medidas de seguridad, su mente empezaba a divagar. No recordaba nada desde que llego a esa carrera15, ni siquiera su nombre (le sonaba algo así como «Alienígena Enterrado» [NT: Buried Alien en ingles], pero sonaba algo tonto). Lo único que recordaba era la necesidad de correr. Y eso hizo durante un tiempo, en la carrera galáctica del Corredor, hasta que se retiro para que Makkari pudiera ganar.16 Desde entonces han estado en una doble búsqueda, el intentando recordar su pasado, y Mak buscando alguna manera de no ver el mundo como si estuviera congelado. La aventura era emocionante, y se sentía bien ayudando a un amigo… pero notaba que le faltaba algo. A veces, cuando dormía, recordaba a una mujer, pero no veía su rostro. Sabia que le estaba esperando en algún lugar, lejos de allí. Decidieron ir a la Tierra, a ver si alguno de los héroes y genios de allí podían ayudarles. Muchas cosas le parecieron familiares, pero llego a la conclusión de que no era su mundo. Antes de poder consultar sus problemas con un experto, Makkari desapareció17, y eso nos lleva aquí. Y aquí estaba Avance, que acababa de encontrar al Coleccionista después de haber dado un par de vueltas a la nave.

– Un par de individuos normales mas de este planeta para teleportar – decía el Coleccionista en voz alta, sin darse cuenta de la presencia del héroe – y destruiré la Tierra. ¿Usare bombas de antimateria, una plaga de Bubonicus…» Avance tenia que pensar rápido como liberar a Makkari y a los demás, o este chiflado cósmico destruiría la Tierra.

De vuelta a la colección:

El grupo de Quasar encontró a un guerrero que antes de que pudiera empezar una pelea, Quasar reconoció como Ransak el Rechazado. Resultaba que era un Desviante con aspecto de Eterno (o de humano, tanto da) y que por tanto había sido rechazado por su pueblo, que finalmente abandono. Ransak gruño, se unió al grupo y continuaron.

En el siguiente hábitat aparentemente no había nadie, pero si se hubieran fijado, habrían notado que algo o alguien subió a la plataforma que Quasar había creado para los que no podían volar.

Después encontraron a un humano que decía llamarse Hombre Cometa. A un ser verde con una capucha morada. A unos seres dorados que Quasar reconoció como los «Hombres-Oro». A ¿un huevo? Y así…

En cuanto avance se lanzo hacia la consola de mando del Coleccionista, este se percato de su existencia.

– Ah, un humano, y que rápido. Veamos que tal aguantas unos cuantos nanomisiles que busquen tu señal energética. En cuanto mas corras, mas te seguirán.

Al ver que era cierto, Avance se apresuro a atravesar una pared, dejando que los misiles chocaran contra ella.

– Veo que tienes recursos. A ver que tal te va contra un relámpago viviente de la Galaxia Negra. Ninguna sustancia en el universo le impide llegar a su presa. –

El relámpago surgió y fue detrás de Avance, que corrió intentando dejarlo atrás, pero el relámpago cada vez se acercaba mas, y el truco de vibrar a través de las paredes no funcionaba con el. – Tengo que correr mas que el relámpago… correr mas rápido de lo que nunca he corrido… todo depende de mi – Y se lanzo hacia el Coleccionista, a quien no le dio tiempo de bajar su escudo protector antes de que Avance le usara de escudo para el relámpago.

¡SHAK-BOOM!

Avance se levanto dolorido del suelo, le había alcanzado la onda expansiva de la explosión. La explosión, además de derribar al Coleccionista había destruido su panel de control… y al ser destruido, una reacción en cadena provoco que los capturados en el modulo donde estaban Quasar y su grupo fueran liberados y teleportados por toda la estación. Avance sin embargo estaba contento por otra cosa, pero su alegría duro poco, porque de la humareda surgió el Coleccionista, herido y visiblemente muy enfadado.

– ¡MALDITO HUMANO! ¡MUERE! – y una doble ración de energía cósmica surgió de él hacia Avance, quien no tuvo tiempo de reaccionar pese a sus reflejos acelerados.

-¡Nooo!

En cuanto Quasar se recupero de la teleportación, vio a Avance en el suelo y se dirigió hacia el.

– Oh, Dios mío. Ahora la recuerdo. Recuerdo a Iris. Tranquilo Makkari, estoy bien… argggg. – decía Avance, mas herido de lo que parecía darse cuenta, hablando aparentemente solo.

– ¿¡Avance!? ¿Estas bien? – dijo el Vengador Cósmico

– ¿Quasar? Así que os he logrado liberar. Me alegro de ver que estas bien.

– Si, pero ¿y tu? ¿Cómo estas, que te ha pasado? ¿Ha sido el Coleccionista?

– Me temo que es demasiado tarde para mi. Creo que tengo heridas internas. Pero me da igual, Quasar, por fin recuerdo quien soy… y si muero, habrá sido salvándoos. Lo único que lamento es no haber podido ayudar a Mak a ver las cosas mas despacio.

– ¿Makkari? Así que estabas hablando con el… ¡Un momento!, aquí no va a morir nadie si puedo impedirlo. – Quasar se dirigió hacia el Coleccionista, enfadado al ver sus especímenes liberados. – En toda esta nave seguro que tienes algo para curar a Avance.

– Tal vez, pero ¿por qué debería ayudarte?

– Coleccionista, no es tiempo para juegos, ayúdame a salvar a ese hombre o juro como Protector del Universo que destrozare esta base y tu preciosa colección pieza a pieza.

El Coleccionista lo penso unos segundos y contesto: – Te creo. Déjame buscar por ahí…

– Quasar, – gimió Avance, – déjalo, si tienes que hacer algo por mi, ungh, por favor, que sea llevarme a casa.

– Ni hablar haremos las dos cosas.

– Esto es lo mejor que he podido encontrar, un energizador que aumentara sus poderes, lo que quizá haga que su metabolismo ya acelerado cure sus heridas antes de que sean irreversibles.

Quasar cogió el aparato y lo apunto en dirección a su amigo, rezando no sabe exactamente a quien porque el Coleccionista estuviera jugando limpio y funcionara. – Coleccionista, ahora quiero que busques algo para enviar a Avance de vuelta a donde sea que provenga, ¿me has oído?

– ¿Acaso has creído que uno de los seres mas viejos del universo es tu criado?

– Por favor…

– Ya que lo pides así, buscare algo.

Avance no parecía haber mejorado, pero tampoco empeorado. Le dijo a Quasar: – Me recuerdas a un amigo que tenia, era muy buena persona, como tu, una de las mejores personas que conozco. – Y se giro hacia el otro lado, donde Quasar no veía que hubiera nadie. – Y tu, Makkari, me recuerdas a mi sobrino. Curioso, – cof – a pesar de que eres miles de años mas viejo que yo.

El Coleccionista volvió con un aparato, que al pulsarlo abrió una puerta brillante delante de ellos. Quasar y Makkari ayudaron al herido héroe a levantarse. Antes de marcharse le dio las gracias a Quasar y a Makkari, y también al Coleccionista. – Ya voy, Iris – fue lo ultimo que dijo antes de desaparecer.

A decir verdad – dijo el Coleccionista interrumpiendo el momento – con tan poco tiempo para analizar su procedencia, es posible no haber acertado con su lugar de origen concreto entre todas las posibilidades resonantes. Después de todo, hay un infinito multiverso de posibilidades…

El oír hablar así al Coleccionista fue la gota que colmo el vaso para Quasar. Había visto a ese ser exterminar pueblos por capricho, raptar gente por diversión, y ahora hablaba de la vida y la muerte de su amigo (al que el había estado a punto de matar, recuerda) como si fuera un juego. Era demasiado incluso para alguien tan tranquilo como Wendell.

– Mira Coleccionista, estoy harto de ti, ¿me oyes?, ¡harto! Así que o liberas ahora mismo a todos los seres inteligentes de este sitio o…

– ¿O si no que?, oh poderoso Protector del Universo. Soy inmortal, ¿recuerdas? La Muerte nos rechaza.

– Si, pero la ultima vez que nos encontramos tome una muestra de las energías que te dan poder.18 Entonces las use para reanimarte, pero las puedo usar para dejarte sin fuerzas. Y estaré encantado de hacerlo. Las miradas de ambos se cruzaron fríamente durante unos instantes, hasta que por fin…

– Se que lo harías. Pero no creo que liberar a todos los seres inteligentes fuera lo mas razonable. Estos que habéis liberado y has encontrado son los mas recientes que tengo. Pero los demás los he ido consiguiendo a lo largo de los eones, y tienen miles y millones de tus años. Sus familias los olvidaron y murieron, su cultura y civilización se perdió con el tiempo… algunos son incluso los últimos supervivientes de sus especies… y aun así, todos han perdido su lugar en el Universo, para servir algo mayor. Liberarlos ahora causaría un desequilibrio. Ya viste el caos que causo la Cofradía la ultima vez.

Quasar penso en las palabras del Coleccionista, y aunque le cueste admitirlo, tenia razón. Estaba tan enfadado que tenia que hacer algo, no podía dejar que el Coleccionista se saliera con la suya. Pero esto no podía ser. Así que Quasar penso y…

– Bien. Tienes razón. Pero quiero que liberes a todos los que estaban en el modulo conmigo, los capturados mas recientes. Y quiero que me des tu palabra de que no volverás a interferir con la Tierra, tratar de abducir a ninguno de sus habitantes, ni por supuesto, tratar de destruirla. ¿Me has entendido?

– Es un trato. Tienes mi palabra de Primigenio.

– Espero que sea suficiente. Porque como lo incumplas, te buscare y te veré destruido, aunque sea lo ultimo que haga. Y otra cosa, como me entere de que raptas a algún otro ser inteligente que tenga una vida en su planeta te las veras conmigo. Y ahora me iré fuera y creare una burbuja de energía, quiero que teleportes a todos los que he dicho dentro.

Quasar sabia que probablemente no podría cumplir la ultima amenaza, pero se sentía satisfecho por haber puesto a este peligro en su sitio… y también contento porque donde quiera que este, Avance Veloz haya encontrado la paz.

El Primigenio hizo como le había dicho. – Que humillación. Tengo que encontrar una manera de anular las bandas de ese presuntuoso terrestre. Ahora tendré que olvidarme de su planeta… al menos hasta que su patética y corta vida acabe, porque entonces ya no estaré ligado a mi palabra. Mmm, vaya, parece que la flota korbinita ya no esta en su sitio.19 Sigh, malditos incordios humanos. Bueno, me entretendré examinando mis últimos juguetes adquiridos20.

Quasar estaba fuera en una gigantesca burbuja de energía, cuando allí fuera fueron teleportadas varias docenas de seres. Eros se acercó a él y dijo:

– Bueno, hemos ganado, ¿no?

– Eso parece, además, en mas de un sentido.

– Pero creo que ahora tenemos otro problema.

– ¿¿Cuál??

– ¿Qué diablos vamos a hacer con toda esta gente? ¿Empaquetarlos?


PRÓXIMO NUMERO: Quasar trata de aclararse con tanta gente y de enviarlos a su casa… lo que no va a ser nada fácil.


1.- Un resumen de nuestro episodio anterior

2.- Durante la saga «La Obsesión por coleccionar«, Vengadores #334-339

3.- Desde que la Muerte los exilio de su reino en Vengadores Anual #16

4.- Un hipotético objeto en 4 dimensiones (lo que el cuadrado es para la 2ª dimensión y el cubo para la 3ª, el tesseract es a la 4ª) que es por dentro más grande que por fuera.

5.- En la saga «La Obsesión por coleccionar» otra vez

6.- Las bandas cuánticas actúan como traductor universal

7.- En Quasar #32

8.- Ver Starmasters #1-3

9.- La guerra contra los Fantasmas abarco prácticamente todo Rom #1-66

10.- En Blackwulf #8-10

11.- Al final de la serie de Rom

12.- En Quasar #35

13.- Ultimus estuvo atrapado durante miles de años por Lord Tantalus hasta que se libero en Thor #209

14.- En Blackwulf #9-10

15.- En Quasar #17

16.- En Quasar #58

17.- Ver episodio anterior

18.- «La Obsesión por coleccionar» por tercera vez

19.- ¿No me digas que te perdiste la saga de Poderes Cósmicos vol.2 #1-5

20.- ¿De que habla? Lo sabrás próximamente en Warlock: Caballos de Troya


ZONA QUANTICA

Hola a todos, y bienvenidos a este correo. No hemos recibido cartas esta vez, otra vez será. Espero que os haya gustado a todos este numero. Si os sentís perdidos con tanto personaje, no os preocupéis… en el próximo habrá muchos más. Pero tranquilos, probablemente pondré unas breves notas acerca de quien es quien para que se aclare todo el mundo. Agradecer también a Bergil la ayuda moral a la hora de hacer el numero (ya se la devuelvo en Poderes Cósmicos, que vuelvo a recomendar que leáis) Y nada mas. Para cualquier opinión, queja o duda, no dudéis en escribir a Zona Cuántica. Por favor, necesitamos saber lo que pensáis.

Nos vemos en el próximo numero, saludos cósmicos.

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