Marvel Spotlight #14 – Warlock: Caballos de Troya #3

Marvel Spotlight #14Cuando una persona ve alterada drásticamente su vida, puede que sea capaz de superar dicha alteración. Pero si la alteración es causada por una Gema del Infinito, ¿Qué ocurriría?

#14 – Warlock: Caballos de Troya #3
Actos y Consecuencias – Medianoche en el Jardín

Por Tomás Sendarrubias


Fecha de publicación: Mes 18 – 10/99


Poder – Acto I-

Ahora.

El sol cae dulce sobre la Mansión de los Vengadores. Junto a la piscina, la Bruja Escarlata y la Avispa toman margaritas mientras disfrutan del sol; y a unos pasos de ellas, Ojo de Halcón, con shorts y camiseta de tirantes, arco en mano, dispara a una diana de mimbre, acertando por supuesto todos y cada uno de sus disparos.

-Esto me hacía falta. Hoy se me va mucho la cabeza-dice Jan, sonriente.

-¿Qué te pasa, Janet?-pregunta Wanda.

-Te lo diré, pero no se lo puedes contar a nadie.

-¿Qué ha pasado?

-Me he… llevado un susto.

-¿Estás bien?

-Ssssh-susurró Jan, pues Wanda había elevado un poco la voz, y Clint se había vuelto hacia ellas. La Avispa saludó con una sonrisa, antes de seguir hablando con su amiga, en voz muy baja-. Es que mi visita mensual se ha retrasado un poquito y creía que…bueno, ya sabes.

-¿Creíste que te habías quedado embarazada?

-¡Sssssh! ¡Eh, shhh! No lo estoy, sólo creía que lo estaba. Me asusté mucho porque eso es lo último que necesito. Con lo mal que me va todo ahora… eso es lo que necesita el mundo. Un Clint Barton enano correteando por ahí.

-¿Aún seguís viéndoos?

-Eso significaría que tendríamos conversaciones de adultos sobre nuestros sentimientos, lo que, sin duda, no es nuestro fuerte. Agh, ¿te lo puedes imaginas? ¿A mi con un crío? Como si un niño pudiera crecer normal en este entorno. Los Vengadores no deberían tener hijos. Los superhéroes no deberían tener hijos. Tendría que ser una regla. ¿Y tú creíste poder tener dos?

-¿Qué?

Jan cayó enseguida. Había metido la pata hasta el fondo, y apenas era capaz de organizar sus pensamientos.

-¿Qué?-fue lo único que atinó a decir, mientras Wanda se sentaba en su hamaca.

-¿Dos qué?

-¿Eh?-masculló finalmente Jan incorporándose-. Eh, nada, no. ¿Qué he dicho? Estoy un poco mareada. No hay que mezclar margaritas con el sol de Nueva York. Voy a hacer pis. ¿Y tú? Yo sí. Vuelvo ahora mismo.

Preguntándose si habría alguna forma de ponerse en contacto con el Doctor Muerte para que le prestara su máquina del tiempo y evitar aquel desliz, la Avispa se dirigió a la Mansión, sintiendo en todo momento la mirada de Wanda en su espalda.


Años atrás…

Los Siete de Salem habían amenazado a la Visión y la Bruja Escarlata por última vez. Era la hora de Wanda, la hora de su revancha, por la muerte de Agatha Harkness y por todo lo que había sufrido en manos de los malvados hijos de Nicholas Scratch. Era la noche de Sahmain, la noche de la magia, y la Visión y la Bruja Escarlata habían derrotado a los Siete de Salem. Y ahora, Wanda tenía en sus manos un poder inmenso, un poder incalculable, un poder que jamás había sentido, una fuerza pura, desatada, prístina…

-¿Y qué vas a hacer con todo ese poder, Wanda?

La Bruja Escarlata abrió los ojos, sorprendida al sentir que el flujo de energía se interrumpía bruscamente. Todo a su alrededor era luz, y a pocos pasos de ella, podía ver a un viejo conocido que no la hizo sentirse nada feliz.

-Coleccionista…-siseó ella, recordando los enfrentamientos de los Vengadores con aquel Primigenio del Universo.

-¿Has pensado en qué hacer con todo ese poder?

-¿Qué tal metértelo por el…?

-Tch, seguro que tienes mejores ideas. He oído que quieres ser madre, pero tengo serias dudas de que la Visión sea el padre adecuado. ¿Sigue siendo un syntozoide, no?

-No sé qué pretendes, Coleccionista, pero no va a funcionar…

-Quiero ayudarte, Bruja Escarlata.

Con una sonrisa torcida, el Coleccionista abrió una mano, y una gema de color rojo flotó hacia la Bruja Escarlata, que sintió como ésta se apoyaba en su pecho, y como de ella emanaba una sutil calidez. Y de pronto, la Bruja Escarlata volvió a sentir el poder mágico, el apoyo de la Visión tras ella mientras intentaba canalizarlo… y supo qué quería hacer con todo ese poder.


Ahora.

-Wanda…

La voz del Capitán América atrae la atención de la Bruja Escarlata, que está dando de comer a Tommy y Billy. Steve siempre ha sido un amigo…

-Wanda, por favor, deja que te ayude…

-¡Entonces vete!-exclama Tommy, enfadado.

-¡Te dije que deberíamos haberles castigado a todos!-aulla Billy.

-¡Para!-le grita Tommy a su hermano.

-Van a volver a separarnos-gime Billy.

-No-dice Tommy-. Él no lo hará. Él aprecia a mamá. Es de los buenos.

-Wanda, por favor-continua Steve, ignorando a los niños-. Nada de esto es real. Estos no son tus hijos. No tienes hijos. Nada de esto es real y lo sabes.

-¡Para!-grita Tommy.

-¿Lo ves?-llora Billy.

-¿Por qué estás haciendo esto?-pregunta Tommy.

-Y ellos no hablan-continúa Steve, quitándose la máscara-. Eres tú. Es tu voz. Yo te oigo. Quiero ayudarte.

-¡Cállate, idiota!-exclama Billy-. ¡Deja de decirme lo que debo hacer!

-Quiere a mamá-interviene Tommy.

-¡No!-ruge Billy.

-Wanda, hemos estado muy unidos-dice Steve, acercándose despacio-. ¿Verdad? Yo…

Las palabras del Capitán América se ven interrumpidas por la repentina aparición de Cráneo Rojo y una docena de soldados alemanes, ataviados con las ropas de la Segunda Guerra Mundial. Sólo sus reflejos al alzar el escudo y arrojarse por una de las ventanas evitan que Steve sea acribillado por estos.

-¡Mamá!-exclama Tommy-. No dejes que nos lleven.

-¡Mamá!-ahora es Billy quien habla-. No quiero que nos separen otra vez.

No. No volverá a ocurrir. No dejaré que me vuelvan a apartar de vosotros.


Años atrás.

-¿Qué está diciendo?-gritó el Hombre Maravilla, a quien Iron Man trataba de tranquilizar-. ¿Cómo que los chicos nunca han estado vivos?

-La magia no puede crear almas-respondió Agatha Harkness, acariciando a su gato negro, Ébano-. Por eso, Wanda tuvo que recurrir a lo que tenía a mano para dotar de vida a sus hijos, concebidos con el poder bruto de los Siete de Salem.

-Y lo que tomó fue parte del espíritu de Mefisto, que había sido disgregado por Estela Plateada-masculló USAgente, sentado en un sillón y sin poder creerse lo que estaba escuchando.

-Dios mío-sollozó Tigra desde un rincón.

-No he tenido más remedio que hacerlo-continuó Agatha-. Era la única forma de derrotar a Mefisto. Como todo lo que los poderes de Wanda crea, los niños estaban vinculados a su fuerza de voluntad, así que…

-¡Has borrado de la mente de Wanda a sus hijos!-exclamó el Hombre Maravilla, a punto de romper a llorar.

-Sí-declaró Agatha-. Lo he hecho.


Hoy.

-¡Deja de jugar con la Realidad!

El grito psíquico de Xavier arranca a Wanda de sus sueños, y ella siente como sus creaciones se desmoronan alrededor de ella como un cristal roto. Poco a poco, el sueño va cayendo sobre ella, un sueño inducido por Charles Xavier y Stephen Extraño. Pero ni siquiera los poderes de ambos pueden apagar el sentimiento de culpa de la Bruja Escarlata en los escasos momentos de lucidez en los que es consciente de sus actos.

¡He matado a mi marido! ¡He matado a mis amigos!-aúlla, crispando las manos sobre las sábanas y la almohada-. ¡Quiero morirme!

-Hay otras soluciones.

Wanda se incorpora sobresaltada. A los pies de su cama, iluminada por la luz del atardecer de Genosha, no está su padre, Magneto, a quien podría esperar ver, ni siquiera Xavier o Extraño.

Coleccionista-dice ella, y de inmediato, el recuerdo de la gema roja acude a su mente.

-Ven conmigo, Wanda Maximoff Lensherr-ordena él- Tenemos un largo camino por delante.


Alma -Acto 2-

No era nada.

Ni siquiera proyectaba una sombra en aquel paraíso verde.

Los habitantes de aquella tierra de paz no reparaban en él.

No era nada.

Creía que su plan era perfecto, pero la unión de los héroes de la Tierra liderados por ese cabrón de Thanos había hecho que finalmente fracasase. Aún así, había estado tan cerca de la omnipotencia… Sus propias manipulaciones habían hecho que los propios poderes del Universo bailasen a su antojo, siguieran el camino que él mismo había previsto, creando una situación de peligro tal utilizando los Cubos Cósmicos de varias realidades, que la única manera que había existido de detenerle había sido anular el veredicto de Eternidad y el Tribunal Supremo que impedía que las Gemas del Infinito actuasen al unísono. Y en ese momento, el Guantelete del Infinito ya estaba también en su poder.

Había sido derrotado con juego sucio, pues nunca la Gema de la Realidad estuvo en su poder, así que su omnipotencia había sido una ilusión.

Y ahora no era nada.


Sentado sobre una roca, Magus observaba el Paraíso. Había sido derrotado por Adam Warlock, que le había encerrado en el interior de la Gema del Alma. Pero Magus no tenía alma. No era más que una sombra, la manifestación de la oscuridad interior del propio Adam Warlock. Desconocía el tiempo que había transcurrido desde entonces, pues en Mundogema (como sus habitantes llamaban al paraíso existente en el interior de la Gema del Alma) no había pruebas de algo tan convencional como el paso del tiempo. A Magus le hubiera gustado convertirse en la serpiente de aquel paraíso, pero no había llegado a ser siquiera un gusano.

Y jamás ocurría nada, simplemente contemplaba el paraíso verde a su alrededor.

-Espero que lo estés pasando bien.

Magus ni siquiera alzó los ojos de la hierba cuando escuchó la voz. Los habitantes de Mundogema jamás se dirigían a él, jamás le hablaban, pues para ellos no existía, así que no había probabilidades de que fuera alguien que le hablara a él. Por eso le sorprendió tanto la siguiente palabra que escuchó.

-Magus.

Los ojos púrpura de Magus volaron hacia la persona que le hablaba, un hombre de aspecto anciano, con el cabello convertido en greñas plateadas, los ojos sin iris ni pupilas y la barbilla extrañamente arrugada. El ceño de Magus se frunció, conocía a aquel hombre, pero no tenía ni la menor idea de qué hacía allí.

-¿Qué quieres de mí, Coleccionista?-escupió Magus, incorporándose dispuesto a hacer frente al Primigenio si era necesario. Chispas escarlata y púrpuras saltaban entre sus dedos.

-No puedes hacerme daño, sombra-sonrió el anciano, y Magus sintió las palabras como si hubieran sido un golpe físico, pues sabía que era totalmente cierto. Allí, todo su poder no le servía absolutamente de nada.

-Si has venido a burlarte de mi….

-No es mi intención-explicó el Coleccionista, alzando las manos en son de paz-. No venido a cebarme en ti, Magus, sino a darte la oportunidad de volver a ser alguien.

Como si estuviera haciendo un truco de magia, el Coleccionista juntó ambas manos, y al separarlas, un resplandor verde deslumbró a Magus. Cuando volvió a abrir los ojos, vio como ante él, suspendida en el aire, se encontraba una gema ovalada, sin aristas y que ardía con un débil resplandor verde…

-La Gema del Alma…-masculló Magus-. Pero es imposible, estamos en el interior de Mundogema…

-Las paradojas de la lógica son un tema de discusión apasionante-le interrumpió el Coleccionista-. Pero para criaturas con un poder como el nuestro, lo que es posible y lo que no se mide a través de otros raseros. ¿Quieres volver a ser alguien? Acéptala.

Magus extendió su mano y tomó la Gema.

-Y ahora, disfrútala-dijo el Coleccionista, desapareciendo.

La Gema del Alma destellaba en la frente de Magus, que crujió sus nudillos mirando hacia el horizonte. Las sombras se acentuaron, y por primera vez en la historia, el cielo de Mundogema comenzó a oscurecerse…

El tiempo seguía sin tener sentido ni presencia. Podían haber pasado eones o sólo segundos, pero Mundogema había cambiado radicalmente. El fuego ardía por doquier, y un reguero de cadáveres señalaba el camino que Magus había seguido.

Ignoradme ahora!-gritó Magus, riendo a carcajadas-. ¡Decid que no soy nada!

Con un gesto de su mano, el suelo tembló, y grandes grietas se abrieron, lanzando al aire vapores ácidos, sulfurosos, que hubieran deshecho la carne de un hombre con sólo rozarla. El cielo se cubrió de nubes y relámpagos verdosos, y el estallido de un volcán cubrió el aire de pesadas cenizas.

Ven a detenerme, Adam! ¡Ven si te atreves!

-Warlock vendrá-dijo el Coleccionista, apareciendo junto a Magus, que ni siquiera se sobresaltó por la aparición-. Ven. Sólo tenemos que esperar.

Te sigo…


Epílogo – Warlock

La Gema del Alma cantaba para Adam con tal fuerza que no entendía cómo había podido ignorarla durante tanto tiempo. Pero ahora la Gema había sido alimentada de nuevo con un alma, y para Warlock, aquel canto era como un faro en mitad de la madre de las tempestades.

Realmente no sabía qué esperaba encontrar, no sabía qué esperaba ver, no tenía claro hacia donde se dirigía. Y cuando alcanzó su destino, sintió súbitamente que el aire abandonaba sus pulmones por la sorpresa. Aquello era el infierno, un infierno de cenizas, fuego y caos teñidos de verde. Pero Warlock no tenía duda de donde se encontraba. Conocía aquel lugar como se conocía a sí mismo. De hecho, durante mucho tiempo, había sido parte de él.

-¿Mundogema?-masculló Adam, atónito.

No pudo decir nada más, no tuvo tiempo antes de que la oscuridad cayera sobre él.


SECCION DE CORREO TROYANO

Bueno, aquí estamos, luchando contra la maldición de Warlock… A ver si es posible vencerla. La estructura de esta serie y los universos alternativos que presenta permiten un gran margen a la hora de plantearla, por eso en la primera parte, en la de la Bruja Escarlata, he tomado como punto de arranque los sucesos relacionados con Vengadores: Desunidos y Dinastía de M, dos eventos recientes en Marvel. Todo lo relacionado con la Bruja Escarlata en ese capítulo se basa en hechos de la antigua serie limitada sobre La Visión y la Bruja Escarlata, la colección de Nuevos Vengadores (la primera, la que contenía West Coast Avengers), Vengadores: Desunidos y New Excalibur.

Magus es un personaje íntimamente relacionado con Warlock, de hecho, originalmente, Magus era el propio Warlock en el futuro, convertido en el señor oscuro de la Iglesia Universal de la Verdad, pero el propio Adam borró ese futuro con la Gema Alma, y Magus se convirtió simplemente en uno de los aspectos de la personalidad de Warlock. Los sucesos a los que hace alusión en esta historia, tuvieron lugar durante la serie limitada La Guerra del Infinito…

Y nada más, me voy a poner enseguida con el último número, a ver si lo conseguimos…

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