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A sueldo del gobierno de los Estados Unidos, son mutantes que luchan de lado de la ley por el sueño de Xavier... ¿o no? Día a día, su trabajo puede hacerse más peligroso, por que ellos están en la línea que separa el deber de la traición, el mercenario del héroe. En un mundo donde no existen soluciones fáciles, ¿qué será de.... Factor-X?
 
Factor-X

FACTOR-X #202
Crisis de Fe IV
El día del orgullo mutante

Guión: José A. Cano
Portada: Israel Huertas

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La historia actual continúa desde Patrulla-X #366.

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Siena Blaze ronca a pierna suelta, tumbada en una cama sin deshacer, con el uniforme y las gafas de esquiador todavía puestas, en su habitación del Nido de las Águilas. Son las seis y media de la tarde. Se da la vuelta y, entre sueños, se rasca la muñeca, bajo la pulsera anuladora que le impide. Alguien le sacude los hombros para que despierte.

- ¿Qué coj...?

Mística pone una mano en la boca de Siena. Convierte la otra en apenas un hilillo de carne y lo introduce en la ranura de la pulsera anuladora. Un chasquido, y la pulsera cae abierta al suelo. Mística se pone un dedo en los labios para ordenarle silencio a la otra mientras se retira.

- ¿Desde cuando puedes...? –Siena sonríe entusiasmada, incorporándose sobre el borde de la cama y ajustándose las gafas de esquiador

Mística vuelve a taparle la boca.

- Escucha lo que vas a hacer...

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El chico vestido con el traje de arlequín cuelga cabeza abajo del techo, dejando que su lengua de proporciones inhumanas se balancee como un péndulo hasta casi rozar el suelo. Junto a él, un apacible samoano de espaldas anchas adopta el tono grisáceo de las losetas que cubren el pasillo.

- Gordito, eso no me ha gustado nada...

Las zarpas de Espora se pasean por el cuello de su presa, una seminsconsciente Kitty Pryde a la que mantiene de rodillas y tira del pelo, provocando la aparición de un pequeño hilo de sangre.

- Si el suelo tiembla sólo un poco voy a tener que rajarla... Y sería una auténtica lástima...

- Eres idiota, tío –dice el nuevo Sapo.

- ¿Idiota? Todo está lleno de mis esp...

Una mano de acero lo obliga a soltar el pelo de Gatasombra. La otra lo agarra por la base de la nuca y lo estrella contra la pared más cercana.

- Ruso marica del demonio, te...

Espora se revuelve tratando de herir la forma blindada de Coloso, sin éxito. El otro se limita a dejarse arañar mientras vigila que Sapo recoge de un lengüetazo a su compañera caída. Luego, le propina un puñetazo en las costillas y otro en la mandíbula. Espora se dobla sobre si mismo en el suelo y escupe sangre. Piort se agacha junto a él.

- Hom-hombres, atjo, hombres-x hijos de...

- Siempre habrá más de nosotros de los que tú o tus jefes podáis manejar, zhopolisz.

Y lo remata con un golpe en la nuca.

- Siempre llena de babas... –se queja Kitty, a medio despertar, ayudada a mantener el equilibrio por Sapo.

- Era la forma más rápida de...

- Ya, ya, Archie –lo tranquiliza ella.

- Voy a buscar a Caído –dice Mondo.

- Yo puedo...

- No, Katya. Espora sabía que serías vulnerable a su enfermedad cuando tomases aliento. Yo esperaré a Mondo, tu ve con Sapo y esperad a Kurt.

El mutante samoano no espera a oír el resto de la discusión. Transmutado con el edificio, sube varias plantas, desde el sótano donde se encontraban hasta los despachos, donde espera encontrar al último de sus compañeros.

- ¿Caído?

Las persianas están bajadas. Nota el peso de los tres cuerpos sobre el suelo, como si le paseasen sobre la espalda. La piel de Caído1 es azul oscuro, salpicada de luminarias blancas, semejante a un cielo estrellado, y puede distinguirlo perfectamente, en el suelo, babeando. La persona que se interpone entre su compañero en coma y Mondo le resulta más que familiar.

- Es tu última oportunidad, Mondo, conviértete en peón blanco a mi lado.

Cordelia Frost2 tiene un ligero parecido con su hermana, aunque es bastante más joven y torpe. El traje de pseudoalfil blanco no ayuda mucho. Mondo la aparta con una de sus manazas y se dirige hacia Caído. Ella se le cuelga del brazo hecho de losetas, resbaladizo y frío.

- ¡Mondo! ¡Tengo poderes mentales!

- Cordelia, no me... ugh...

Las cuchillas psíquicas abandonan el cerebro de Mondo conforme cae al suelo en su forma humana. Damasco3 apoya el tacón alto de una de sus botas en la espalda del joven mutante.

- ¿Cuál es el siguiente?

- Pez. Ametralladora. Inclinación. Potencia –contesta Cordelia, completamente ida.

- ¿Qué?

Dos hombres surgen de las sombras a derecha e izquierda de Cordelia, jóvenes, de raza negra, uno rapado y el otro con rastas, con aire de familia.

- ¿Jugamos a cuantos mutantes más pueden salir de las sombras y sorprenderte, nena? –dice el del pelo largo–. Llámanos Confusión4.

- Vale ya, Media Docena –dice Dominó–. Mandadla a dormir.

- Exponencial... ¡Tablero! –grita Damasco antes de quedarse dormida, bajo la influencia de Jesse Confusión.

- ¿Puedes espabilarlo, Nate?

Cable se ha agachado junto a Mondo y le pone dos dedos en la frente.

- Un toquecito en este lóbulo... ¿Me oyes, chaval?

- ¿Abuela? La ola era muy grande, ¿tienes mis pastillas? –balbucea Mondo.

Cable le da un par de bofetadas.

- Espabila.

Terrence Confusión ha encendido la luz. La habitación es un almacén. En las paredes y los muebles puede verse el logo del XSE y el del gobierno federal. Pero de las paredes sólo cuelgan copias de Donald Pierce, unos con traje de Cosechador, otros con el de época típico del Club Fuego Infernal. Jesse Confusión descuelga una de las cabezas.

- Yo lo conocía, Cable.

- Vale ya... –dice el mercenario del ojo brillante–. Nuestro amigo ya se tiene en pie. Avisa a Tangerine y el gabacho, Dom.

Mondo se rasca la cabeza. Toma el pulso a Caído y a Cordelia, y mira a Damasco con estupor. Luego se dirige a su antigua jefa.

- ¿Dominó? Creo que necesitó alguna explicación.

La albina se presiona detrás de la oreja izquierda.

- ¿Luminosa? Transporte para seis, dos pisos más abajo...

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En la sala de recreo del Nido de las Águilas la única iluminación son los relámpagos de la tormenta que acaba de estallar sobre Dallas hace apenas unos minutos. AntílopeIntrépido ocupa la puerta, con Comando a su espalda, fuera de la habitación. Riesgo está parada junto a la mesa de billar, un taco en la mano. Ariel ocupa un sillón. Un duplicado de Madrox y Noche, el sofá. Ninguno se mueve.

A medio camino entre la puerta y el billar, Mística y Mole.

- Ya has desobedecido una orden. No te han castigado porque tus poderes son muy útiles. ¿Cuánto van a tardar en ponerte un collar o una pulsera?

- No tienes que convencerme –contesta Riesgo.

Mística asiente con la cabeza. La Mole sonríe. Un trueno hace temblar los cristales.

- Riesgo –Madrox se levanta muy despacio.

- Mejor si estamos todos tranquilos –dice AntílopeIntrépido.

Comando lo aparte de un empujón y dispara sobre Mística.

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- Me han "ascendido hacia abajo". Tengo un puesto en el que cobro el doble pero no puedo tomar decisiones.

- Me lo han contado Gyrich. Ahora mismo soy el enlace oficioso.

- Forja, me han anulado políticamente, estoy intentando... –dice Valerie Cooper.

Dos coches policías seguidos de una ambulancia pasan junto a la terraza del restaurante de Washington donde los líderes de Factor-X se han reunido para comer. Forja los sigue con la mirada hasta que desaparecen por una esquina. Los dos van de traje, los maletines en el suelo, apoyados en las patas de las sillas.

- ¿Cómo está Chevil?

Valerie tuerce la boca y se deja caer sobre el respaldo de su silla.

- Bien, está bien –mira los platos, que ninguno ha tocado, la copa de vino de Forja a la mitad y la suya intacta, el arreglo floral que ocupa el centro–. ¿Qué sabes de la sentencia?

- Guido me espera en el helipuerto con un Águila Dorada. El Gobierno se pone nervioso si no está el máximo de miembros de Facto-X cerca de la prisión.

- Esta mañana te has reunido con Gyrich y con Robert Kelly.

- ¿Te lo ha dicho él?

- Quiero saber por qué de repente soy una leprosa.

Forja mira a su alrededor. La gente dentro del restaurante. La calle. El camarero que desfila por la terraza atento a los gesto de los clientes. Se gira hacia Val. Se quita los gemelos del puño de la camisa, bajo la chaqueta, y los pone justo en el centro de la mesa, junto al adorno floral.

- Porque eres demasiado ambiciosa. Porque no se te puede chantajear.

- ¿Qué?

- La mujer muerta de Robert Kelly era una camarera del Club Fuego Infernal.

- Ya lo sé.

- A Gyrich lo drogaron5 para que firmase un traslado de materiales que no recuerda.

- ¿Lo drogaron?

- No sabemos con qué han chantajeado a Frank Leroy. Gyrich te ha quitado de en medio porque no has ido a confesar con qué te presiona Sebastian Shaw. Hay una investigación sobre Leroy, acabará destituido y dejando la imagen de los mutantes por los suelos.

- Empiezo a perderme.

- Pues es muy sencillo. Intentaste convertirnos en una fuerza policial tan implacable como simpática para el público, con equipos secretos y conspiraciones dentro de conspiraciones –Forja hace una seña al camarero, como si firmase en el aire, para que traiga la cuenta–. Shaw se dio cuenta, se sintió amenazado y decidió que nuestro propio tamaño nos anularía. Espió, extorsionó y ahora quiere ser el señor en la sombra de los mutantes. El paso que estará preparando ahora es anularme a mí o sustituirme por alguien manejable, para hacerse con el control del XSE.

Val se inclina sobre la mesa y lo agarra por la manga de la chaqueta.

- No es culpa mía...

- Intento arreglar lo que puedo –se inclina un poco más hacia ella, casi hablándole en el oído–. Shaw nos ha cogido porque quisiste que jugasemos a las conspiraciones, y sabe hacerlo mejor que nosotros.

- Es imposible hacer nuestro trabajo de otra manera... Si vais a arreglarlo, tenéis que contar conmigo.

Forja se suelta con suavidad.

- Lo veremos.

El camarero deja un platito con la factura sobre la mesa. Él saca varios billetes y los deja encima.

- Invito yo. Dale recuerdos a Chevil... y a Dominó, cuando la veas –Val lo mira más furiosa que sorprendida, aunque no dice nada–. Dile que he actualizado su ficha y la de Cable. Ah –señala el arreglo floral–, y puedes quedarte los gemelos.

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La figura de Ohum, el nuevo Vigilante, se recorta contra la Tierra, con su propia atalaya y las ruinas donde antes se asentó Attilan6 como marco. Apoyado en las cristaleras de Celebración, la antigua base de Dyscordia en la Luna, Caído contempla el cuadro casi sin aliento. Su propia piel estrellada se confunde con el cielo lunar.

- Sí, a mí también me acojonó la primera vez –dice Jesse Confusión.

Mondo los mira de reojo, más pendiente de la conversación en el centro de la sala que del paisaje.

- ¿A ti no te impresiona, grandullón? –dice una voz femenina casi a la altura de su hombro.

La que habla es una chica no mucho más joven que él, pelirroja, vestida de negro y con unas enormes gafas de sol.

- Perdona...

- Nada que perdonar... Llámame Tangerine, soy el número seis de la Media Docena... Ayudo al tipo duro con su telepatía...

El tipo duro conocido como Cable se sienta ahora frente a Gatasombra, y Coloso. Sapo II cuelga del techo de nuevo, y Terrence, Dominó y un tipo con gafas, bigotito, monóculo y una ametralladora sobre las rodillas.

- Luminosa, despliega el holograma.

Una pantalla surge en el centro de la mesa, entre los hombres-x y la media docena.

- ¿Tu ordenador se llama "Luminosa"? –arruga la nariz Kitty.

- No os quejéis, antes se llamaba Profesor –dice Dominó.

- Shaw ha sido durante años el principal constructor de Centinelas –empieza a explicar Cable.

El holograma despliega varios modelos de Centinelas, desde los más arcaicos de Trask, pasando por los modelos de Lang, Nimrod e incluso Falange y los Cosechadores.

- Sí, la trampa de Chicago7.

- El Proyecto Despertar, Operación: Tolerancia Cero... Todo le daba dinero... El proyecto Nimrod se le ocurrió tras vuestra batalla en Central Park8

El holograma muestra ahora a Leland, Coloso, Shaw y Tormenta peleando contra Nimrod, en presencia de Tessa, Selene y Gatasombra.

- Al Nimrod nuevo yo me lo he encontrado dos veces con dos grupos distintos.

El holograma muestra ahora la batalla del Nido de las Águilas entre Nimrod, Factor-X y la Resistencia Mutante9.

- La cuestión es que cada programa centinela nuevo eran nuevos contactos en el Gobierno. El material se mueve porque él lo quiere. Ha tenido siempre vigilado a Factor-X.

- El principal financiador de la actividades del Club Fuego Infernal era el Gobierno de los EEUU. Factor-X trabajaba para él, la Patrulla-X en su contra, pero los dos le seguían el juego.

- Valerie Cooper quiere usarnos a nosotros para descubrir hasta donde la han utilizado... –dice Cable– y para librarse...

- Pero aún así la Patrulla es víctima de sí misma...

- Nada permanece enterrado.

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Ryan descubrió sus poderes electromagnéticos cuando tenía 14 años, al dejar sin energía la Feria Estatal en plena hora punta, con la noria y los coches de choque en marcha, entre otros. Murieron 52 personas, entre afectados y equipos de rescate. Sus padres, en lugar de matricularlo en Xavier –cuya existencia desonocían–, lo internaron en un reformatorio "especial". De allí, ya con 17, los sacó Anzar10, uno de los Acólitos secretos de Magneto. Tras lo de Neo Avalon, Ryan se convirtió en Tempestad, miembro de una nueva Hermandad que desconfiaba de su antiguo líder. El mismo Magneto se ocupó de capturarlos11 y avaló su extradición de regreso a los EEUU.

Hasta hace unos minutos.

- Eres el puto Pyros... ¡Eres historia viva, tío!

Allerdyce St. Johns12, con su traje amarillo y rojo tradicional, algo más gordo de lo que nos tiene acostumbrado, contesta con impecable acento británico:

- Tranquilo, chico, gracias –señala a su espalda–. Esta son Ariel –la alienígena del psicodélico planeta Campo de Cocos mueve una mano mecánicamente a modo de saludo– y Mesmera –la hija del villano muerto guiña los ojos tras su gafas especiales.

- Hola.

- Hola –responde Tempestad, con un tono completamente neutro.

- ¿Le has pasado la localización? –Pyros se dirige a Mesmera mientras señala a Ariel.

- Hipnóticamente –contesta ella, sonriendo.

Allerdyce chasquea la lengua.

- Pues largo.

Ariel, como una zombie, camina hasta la puerta de una de las celdas y la abre. Mesmera y Tempestad la siguen y pasan delante de ella. Cuando cierran tras de sí, Allerdyce suspira. Luego empieza a calcular en voz alta.

- Pasillo 5, Holocausto y Caos13. Pasillo 7, Primal14. Pasillo 9, James Proudstar.

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- ¡¿Es que nunca puedo tomarme una birra en paz?!

El bar preferido de Caín Marko en Tulsa, Oklahoma15, está siendo arrasado por una pelea entre el equipo combinado de Shard y Lobezno contra Factor 3. Del lado de los héroes, aparte de los dos jefes, Pete Wisdom, Mente Maestra II, Cifra y Gámbito. Del de los villanos, Erik el Rojo, Sombra Temporal, Brazos, Ruleta II, el Desvanecedor, Unuscione, Fantazia y Ogro16.

- ¿Por qué ellos tienen tres teleportadores y nosotros ninguno? –se queja Wisdom, rodando bajo una mesa y lanzando varios dardos flamígeros que son desviados por Erik el Rojo.

Los últimos camareros ya huyen del bar, en el que sólo quedan los mutantes. Factor 3 se mueve como si fuese un equipo de zombis. Mente Maestra tiene que pelear a puñetazo limpio porque sus ilusiones no surten efecto.

- ¡Me cago en vuestro jefe y en toda su...!

Brazos la sujeta por el pelo y la levanta del suelo.

- Maldito hijo de...

Cifra sujeta por una de sus manos sobrante al villano Brazos y da dos pasos hacia atrás. Su holograma parpadea. Brazos trastabilla y aplasta a Ruleta, cuyas fichas se despiden rodando en todas direcciones, blancas y negras, repartidas al azar. Martinique cae de culo al suelo y bufa para apartarse un mechón de pelo de la cara.

- Siento decir que la pauta de poder de Erik me es totalmente desconocida...

Shard, en cuclillas sobre la barra, cierra los ojos y pega un codazo hacia atrás, golpeando en la nariz de Fantazia justo cuando acaba de teleportarse a su espalda.

- Estamos dando por sentado que es alguien a quien conocemos.

Snikt. La mano derecha de Martillo Ligero cae al suelo con el martillo todavía sujeto. Las garras de hueso de Lobezno gotean sangre, el muñón la echa a borbotones, pero aún así el villano, en trance, sigue tratando de golpearlo.

- Tengo su olor, niña.

El Desvanecedor agarra a Lobezno y se volatiliza con él.

- ¿No deberían hablar? –Gámbito sonríe mientras una mesa explota sobre Unuscione y Ogro– En el país del bayou nos gusta la buena conversación mientras peleamos.

- Eres un capullete irritante, Lebeau –dice Caín Marko, que no parece muy seguro de a quién golpear, mientras lo agarra por una solapa de la chaqueta.

- El tablero siempre es más complicado, larga vida a los peones – dice Erik el Rojo, mientras flota hasta colocarse junto al Juggernautt.

- Mira, marica con pintas, como me toques te voy a uuurgh...

Una estela de energía amarilla cubre a Marko. Un gesto del villano, y Gámbito es enviado al otro extremo del bar, cayendo entre las sillas derribas.

- Los juegos de azar no me interesan.

- A mí esa voz si me suena –Wisdom da un puntapié a Martillo Ligero para tratar de rematarlo.

Erik hace un gesto y el agente secreto cae al suelo balbuciendo.

- Pryde... no los sigas a la colina...

- No he venido a por él –el villano abre los brazos y atrae a Martinique y Cifra hacia él, envolviéndolos en el mismo haz de energía que al Juggernautt.

- En serio que no puedo analizar esto...

- No te enfades tanto, empollón muerto.

- Suelta a los críos, seas quien seas –Shard deja caer tras la barra a una Fantazia con la cara llena de moratones. Señala a Erik con el dedo– No hay nadie en casa, sabemos que manda el Amo del Juego.

En la puerta del bar aparece Lobezno, con el uniforme salpicado de sangre y cara de pocos amigos.

- Voy a hacer rodajas al anfitrión de todas formas.

- ¡El puto rey blaaaaaargh! –el Juggernautt se debate, casi inmovil, tratando de articular palabra.

Los ojos de Erik brillan. Lobezno cae hacia atrás, la boca abierta y los brazos en cruz.

- Debía pilotar yo... era yo...

Shard se encoge sobre sus rodillas, tapándose la cara con las manos.

- No quería hacerlo, Lucas, lo digo en serio...

- Soy un holograma, no puedes procesar mi mente porque sólo todo mente –dice Cifra, dirigiéndose a Erik el Rojo– Y ellos... –señala con los ojos a Martinique y Caín Marko.

- Me cansas, niño muerto –Erik cierra una mano y el proyector de Doug, situado a la altura de su "estómago" empieza a echar chispas.

- Odio cuando hacen esto –dice Cifra, antes de que el holograma se apague.

- ¡Apágame a mí, estúpido hijo de...! –grita Mente Maestra– ¡Soy inmune17! ¡Por eso usas los poderes de un anfitrión contra mí! ¡Y él también!

- Cy... tto... rak...

- ¡Soy un omnipata! ¡Ninguna mente se resiste a mi poder! ¡Soy el telépata definitivo!

- Entonces, ¿qué estoy pensando ahora mismo? –susurra Sebastian Shaw al oído del cuerpo del Sr. Informador, el anfitrión del Amo como Rey Blanco en el edificio El Cisne18.

El Amo del Juego, en su despacho del Círculo Interno, sentado sobre un sillón de orejas que mira hacia una cristalera enorme desde la que puede verse los rascacielos del Nueva York nocturno, intenta moverse y descubre que no puede.

- ¡Traición!

- No puedes esperar otra cosa si te unes al Club Fuego Infernal –contesta Shaw, casi relamiéndose.

Apoyada con las dos manos en la parte trasera del sillón, Tessa, la Reina Negra, cierra los ojos con cara de esfuerzo evidente. Algo apartada de la realeza, la cantante Reeva Payge, rubia y pelo corto, cuya voz produce un efecto similar al del LSD, murmura en tono muy bajo una melodía casi inaudible.

- ¿Cómo? ¿Cómo?

- Nadie es nunca tan poderoso como pretende –contesta Shaw, caminando delante del prisionero omnípata con aire teatral–. Entraste en mi organización asesinando a uno de mis mejores hombres, casi con amenazas. Conseguiste que tres de tus "puntos negros" se marchasen del Club. Si de verdad eras tan poderoso, tenías que morir. Si no, merecías que te castigase.

- ¿Cómo? –el cuerpo del Arreglador suda copiosamente.

Shaw se apoya en los brazos del sillón y se agacha hasta casi tocar la frente del otro con la suya.

- Yo siempre tengo un plan. Cuando ayudaste a Dwayne a destruir su contrapartida en el plano astral19, Tessa, Damasco, Reeva y el propio Dwayne sabían lo que tenían que hacer... y ahora, concentrado en eliminar tres de tus lagunas omniversales, la Reina Negra domina a Factor 3 a través de ti.

En Tulsa, Caín Marko y Martinique Wyngarde caen al suelo, liberados de la energía amarilla de Erik el Rojo. Lobezno, Wisdom y Shard salen de sus respectivos trances.

- Dime que no he vuelto a vivir precisamente ese día... –murmura la líder de Factor-X.

Lobezno escupe y se limpia la boca de espuma con el dorso de la mano.

- ¿Quién conduce ahora?

Erik el Rojo tiene una nueva actitud, ha cambiado de postura, parece más relajado y más tenso al mismo tiempo. La piel le ha cambiado de color. Sus nubes de color amarillo ya están haciendo desaparecer al resto de Factor 3.

- Espero que nos midamos pronto –flota hasta casi posar el suelo, colocándose junto a Mente Maestra–. Recuerda que el alfilato es tuyo por herencia –y le pasa una mano por el pelo.

- ¿Qué?

Erik se envuelve a si mismo en una nube y desaparece.

En Nueva York, Sebastian Shaw coloca una mano bajo la barbilla del cuerpo del Informador y otra en la coronilla.

- ¿Sabes cuantos reyes blancos he tenido?

- Tengo más anfitriones.

- No puedes salir de este cuerpo.

- No puedo morir, soy un acertijo envuelto con un misterio dentro de un enig...

El cuello hace un chasquido seco al quebrarse. La cabeza queda descolgada sobre el pecho del Informador, con un reguero de baba derramándose por la barbilla.

Tessa se deja caer de rodillas junto al sillón. Reeva deja de cantar.

Shaw se sacude las mangas de su levita de estilo colonial como si eliminase molestas motas de polvo.

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Empieza a sentir los primeros calambres en las piernas. Lleva casi seis horas sentada sobre ellas, concentrádose. Sabe que fuera empezó a llover hace un cuarto de hora. No puede oírlos, pero siente los truenos. También sabe que el campo anulador del edificio está diseñado especialmente para ella. Y que está empezando a vencerlo, porque ha vencido todos los sistemas que han tratado de apartarla de sus poderes desde que forma parte de la Patrulla-X, empezando por Nanny y terminando por Apocalipsis.

La puerta de la celda de Tormenta se desliza, haciéndola abrir los ojos. Mística da dos pasos hasta ella, le pone una mano en el hombro y la señala con el dedo.

- Me llevo a mi hija. Vosotros podéis iros o hacer lo que os apetezca.

- ¿Qué? –Ororo parpadea.

Raven la agarra por los hombros y prácticamente la arrastra fuera de la celda. Casi al atravesar la puerta, Tormenta se suelta de un empujón.

- ¡No voy a...!

En el pasillo, la Mole mantiene a Carter arrodillado en el suelo sujetándolo con una de sus manazas. En el suelo, inconsciente, Tat y Maxine. Junto a Mole, Riesgo, Pyros y Siena Blaze. Todos miran a Mística.

El cañón de uno de los brazos de Random se coloca a apenas milímetros de su cabeza.

- Dile que suelte a Carter. Y que la otra no salga de la celda.

- Ya lo habéis oído, vosotras dos –dice, mirando a Riesgo y Siena.

El brazo de Random se vuelve normal de golpe, haciéndolo gritar de dolor. Una explosión electromagnética de bajo nivel revienta los sesos del tipo duro de Factor-X, esparciéndolos por todo el pasillo.

- Rápido, reactiva su poder –ordena Mística.

El cerebro y el cráneo de Random empiezan a recomponerse rápidamente ante los ojos de los presentes. Tormenta sale al pasillo quitándose restos de los anteriores sesos del pelo, observando a los miembros de la Hermandad en completo silencio. Nota que alguien le toca el brazo. Es David Cassidy.

- Lanzallamas.

- ¿De parte de quién estamos? –pregunta el hijo de Tom el Negro.

Mística se ha acercado hasta Carter.

- Decide.

El cachorro tiene las manos apresadas por unas pulseras anuladores y un moratón en un ojo. Mira los cuerpos inconscientes de Tat y Maxine. Escupe a las botas Mística.

- Qué te den.

Mística hace una seña a Mole.

- Lo siento, chaval, me caes bien –dice el gordo, y lo deja grogui de una manotazo en la nuca.

Mística se gira ahora hacia la líder de la Patrulla-X.

- No venís con nosotros.

Un trueno estalla a sus espaldas, en la calle. Las pupilas de Tormenta han desaparecido.

- Mujer, si crees que dominas esta situación...

- ¿Sabes dónde están tus compañeros? ¿Los he liberado ya? ¿Estaban en otra cárcel?

Ororo frunce el ceño. Puede oírse perfectamente el aullar del viento de la tormenta que arrecia en el exterior de la prisión. Mística, con toda tranquilidad, camina hasta la puerta de la celda de Lanzallamas y cierra la puerta. Inmediatamente, alguien la abre desde dentro. El paisaje al otro lado no es precisamente una celda, puede verse el mar y un sol de justicia.

Raven señala a la chica que abrió la puerta.

- Esta es Ariel.

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- Se ha detenido de repente –dice Forja, aún de traje, apoyado contra el cristal del lado del copiloto, observando como se cuela un rayo de sol entre dos nubes negras, iluminando las calles empapadas de Dallas.

Él y Guido, a los mandos, se miran.

Un instante después, pueden ver la explosión en el edificio prisión mientras el Águila Dorada desciende sobre la terraza del Nido de las Águilas. Forja teclea un par de comando en la mano mecánica.

- Warlock no responde.

- ¿Ha sido... son...?

- Es Mística –dice Forja.

Por el hueco de la explosión sale volando la figura inconfundible de Arcángel, con alguien en brazos.

- Ni una alarma. Limpio –la boca de Forja es apenas una línea bajo su bigote. Las sienes completamente marcadas y en tensión.

Salta del Águila Dorada y se dirige hacia el ascensor. Guido baja las escaleras de la nave lentamente.

- ¿Se puede saber qué haces?

Fortachón se rasca el cráneo por detrás de su mechón blanco.

- Nos está haciendo un favor, tío.

Otra explosión sacude el edificio. Los dos miran una columna de humo ascendiendo desde la cara posterior de la prisión. Guido señala al horizonte.

- Helicópteros de la policía.

- Ese era Holocausto, no Alex.

Guido se muerde las mejillas. Se mete en el ascensor con Forja.

- ¿Y si sólo quedamos en pie nosotros?

- Llevo unas cuantas semanas deseando que alguien me pegue un tiro, ¿tú no?

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- Vamos, Cáliban, ¿qué decides?

El antiguo morlock agacha la cabeza.

- No.

Mística señala la puerta de dos celdas.

- ¿Vas a impedirmelo?

- No.

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- Quédate con ellos.

Guido se agacha junto a los cuerpos inconscientes de Maxine, Tat y Carter. Frente a ellos está el hueco de la pared por donde salió volando Arcángel. Ya se oye los helicópteros acercarse.

Forja camina hasta el hueco en la pared. Puede ver el logo de un canal de televisión en uno de los helicópteros. Si mira hacia abajo, verá a la multitud que lleva semanas congregada a las puertas del edificio retomando sus posiciones después del huracán de hacer unos minutos. Algunos de los pro-Patrulla pegan vítores y jalean, parecen haber comprendido muy bien la situación. Desde la altura se puede observar perfectamente como empieza un tumulto en uno de los extremos de la Plaza Eagle.

La puerta de una celda se abre y Mística, dejando a Ariel manteniendo la hoja entreabiera, se desliza hasta Forja.

- Raven...

Los helicópteros están casi encima, ya pueden oirse las aspas. Los coches de policía y sus sirenas empiezan a confluir en la Plaza Eagle.

Mística sonríe y le pone en la mano dos placas de metal idénticas. Luego le da una palmadita en la mejilla, le guiña un ojo y salta tras la puerta. Ariel cierra. Fortachón y Forja ni se han movido.

- Joder... Somos unos putos gilip...

- Cállate –Forja mira las placas con estupor–. Tenías razón, no ha hecho un favor.

Se acerca casi hasta el borde del hueco en la pared. Guido se incorpora lentamente.

- Forja...

El chamán se gira y le lanza las placas metálicas, que el otro recoge casi por inercia.

- ¿Qué son?

- Una cosa que diseñe para que mis inventos funcionen mal. Rómpelas.

- ¿Eres tonto?

- Mucho. También las diseñe para que sólo puedas romperlas tú.

Sin mucho esfuerzo, Guido dobla las placas por la mitad hasta que crujen y se quiebran en cuatro pedazos. Forja mueve la cabeza afirmativamente mientras se teclea en la mano mecánica.

- Warlock, ¿vuelves a estar activo?

- Mi era consciente pero no podía actuar.

- Empieza las reparaciones mientras me informas.

- Todos los reclusos han escapado. Designación: Holocausto ha...

Una red de hilos tecnorgánicos comienza a reparar la pared.

- Dime qué agentes de Factor-X permanecen en el cuartel.

- Desginación: Jamie Madrox, situación...

Mientras Warlock habla, Forja camina hacia los chicos. Fortachón se los ha cargado a los hombros.

- Creo que sólo están dormidos, pero me los llevo a la enfermería.

Forja le hace un gesto con la mano. El otro se marcha.

- Warlock, quiero un intercomunicador aquí ahora mismo.

La pared forma una pantalla que Forja divide con la mitad trazando una raya con el dedo en el aire. Se quita los gemelos que le quedaban en una de sus mangas y los pones bajo la pantalla. Luego pulsa los dos rectángulos resultantes de la división mientras indica:

- Senador Kelly. Henry Peter Gyrich.

Los dos rostros aparecen con cara de muy pocos amigos.

- Forja, ¿qué...?

- Me está llegando un informe que no...

- Mística se ha escapado. Con la mitad de mi equipo. Y ha dejado escapar a todos nuestros reclusos.

Kelly se queda completamente blanco, Gyrich, rojo. Suelta una retahila de insultos.

- Nos ha ayudado, a su manera –dice Forja.

Gyrich vuelve a escupir improperios. Kelly medita unos segundos.

- Maldita sea, tiene razón.

- ¿Pero qué están diciendo?

- Forja tiene razón, Henry... No sé que han hablado entre ustedes, pero piénselo.

- Tres fugas. Los Jinetes, que arrasaron Nueva York hace apenas unos meses y necesitaron que los Nuevos Guerreros y Factor-X uniesen fuerzas para deternerlos20, que sólo han sido capturados tras una complicadísima colaboración con Neo Avalon21

- La Hermandad de Mutantes, llena de desertores qué nos conocen demasiado bien, además de algunos de los terroristas que atacaron el Parlamento Europeo no hace ni un año22...

- Y la Patrulla-X... –Gyrich hace una pausa y respira–. Superhéroes.

- ¿Quién tendrá prioridad para la prensa? –dice Kelly.

- ¿Quién tiene prioridad para nosotros? –dice Forja.

- La atención desviada... Shaw confiado...

Los tonos de dos móviles sonando a la vez, más la alarma silenciosa de la mano de Forja, cortan la conversación.

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La cámara pasa de Trish Thilby a sus invitados. Bobby Drake. Scott Summers. Emma Frost. Charles Xavier. Trish parece indicar a su regidor que espera unos instantes. La imagen se centra en Xavier.

- Es mi deber ser tan valiente como mis alumnos, y, por fin, ser honesto con el público americano.

Hace una pausa.

- Me llamo Charles Francis Xavier. Soy Senador de los Estados Unidos. Soy un mutante con poderes telepáticos. Soy el fundador de la Patrulla-X.

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Crisis de Fe continua en Patrulla-X #367

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1.- Antiguo enemigo y aliado de Arcángel, si queréis saber más de él, leed la maxiserie de éste en Marveltopia, las saga Ilusiones malditas (#4-6) y Arcángel de la guarda (#7-10).

2.- Hermana pequeña de Emma Frost, fue la novia de Mondo hace eones y la razón por la que abandonó Samoa para unirse a Generación-X. Ver Cachorros #43 y #47 para algunos detalles adicionales. A diferencia de Emma, Cordelia no ha llegado a reformarse.

3.- Damasco era la Reina Negra del ramal británico del CFI, apareció en el Excálibur de Ellis justo pre-onslaught –aunque su debut real fue en la versión "apocalíptica" de este, X-Calibre–. Se unió al CFI de Shaw en X-Men #67 (Mtopia).

4.- Aunque en Marvel salieron algo más tarde en X-Force, los hermanos Confusión del X-Factor de la Era de Apocalipsis no tenían versiones Marveltópicas. He aquí su debut.

5.- Se descubrió en Factor-X #201, aunque el momento exacto fue algo antes, en Factor-X #19

6.- Ohum sustituye a Uatu por saltarse demasiadas veces su juramento desde Marveltopia #1000. Cable se trasladó a la Zona Azul en algún momento entre Cable #42 y Factor-X #198 (Mtopia).

7.- En Patrulla-X #364 (Mtopia).

8.- En el Unncanny X-Men #209, Patrulla-X #60 Forum.

9.- Factor-X #185-188 (Mtopia).

10.- Ver la miniserie de La Hermandad aquí en Marveltopia.

11.- Ver Neo Avalon: La Hermandad.

12.- Desde la Patrulla-X #346 no se le veía el pelo en Marveltopia.

13.- Capturados en X-Man #50. (Mtopia)

14.- Capturado en Factor-X #191. (Mtopia)

15.- Eh, que salió en X-Man #50 (Mtopia).

16.- En Factor-X #192-193 (mtopia) para más datos.

17.- Ver nota anterior.

18.- Ver X-Man #35 (Mtopia).

19.- Dwayne es Destructor Nocturno. Ver Nuevos Guerreros #83 (Mtopia).

20.- Nuevos Guerreros #79-81 Mtopia.

21.- X-Man #50 Mtopia de nuevo.

22.- Neo Avalon: La Hermandad, otra vez.

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CORREO GUBERNAMENTAL

Bienvenidos, amados lectores. Ya tenemos aquí el cuarto episodio del crossover. Esperamos vuestros comentarios.

Jose Cano, el Advenedizo.

 
 
   
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