Factor-X: Defensores de la Escuela de Xavier.

El futuro, tras la Rebelión Summers, en la que los humanos y mutantes se unieron para destruir a la amenaza de los Centinelas, se planteo el problema de quien velaría por la seguridad de ese mundo en ruinas y controlaría que los mutantes no se pasaban de la ralla.

Para ello se creó Los Defensores de la Escuela de Xavier, un grupo de mutantes entrenados para luchar y capturar a los de su propia especie. Su doctrina, la de la difunta Patrulla-X, luchar para conseguir la convivencia pacifica entre mutantes y humanos. Para ello debían eliminar a todos aquellos mutantes que supusieran un obstáculo.

Han pasado años.

Han pasado años y Random ha esquivado a la muerte en numerosas ocasiones. Sus poderes se lo han permitido, estos contrarrestan cualquier ataque contra él y le protegen de cualquier daño físico. Se podría decir que es afortunado. Pero no es así, solo hay una cosa de la que sus poderes no le protegen... La demencia.

Simplemente imaginad que vivís un siglo. Eso es mucho tiempo para cualquiera, demasiados recuerdos almacenados, demasiadas vivencias, la mente humana tiene un limite.

Por eso vaga por los sitios completamente perdido, sin rumbo, no recuerda quien es, ni que hace ahí. No le preocupa que alguien le ataque, ya se ocupara su poder de protegerle.

Nueva Falls Edge. Sede de la DEX.

Una joven de piel como el café con leche camina apresuradamente por el pasillo.

Aprieta un botón y entra en una sala. Automáticamente es atacada por tres robots asesinos. Esquiva al primero, salta, gira y dispara al tercero. Destruye su cabeza con un potente rayo. El segundo robot le intenta golpear, ella se anticipa y le destruye el tórax. Vuelve a girar y hace caer al primer robot al suelo. Junta las manos y lanza un rayo contra la cintura de este, partiendolo en dos.

- Tiempo.- Pregunta.

- 12'23, Shard, casi rompes el récord de tu hermano.-

- Mierda.-

Shard tenia un hermano mayor que ella, se llamaba Bishop y tenia la maldita manía de protegerla. Ella quería demostrar que era mejor que él. Pero eso no era cosa fácil, casi se podría decir que su hermano había nacido para ser oficial de las DEX. Por eso se esforzaba siempre al máximo. Por eso estaba amargada, por que no conseguía superarle.

Shard sale de la sala. Tenia una cita dentro de unos minutos con su novio Fitzroy. Eso era algo que le relajaba. Sonríe cuando piensa en ello, Fitz era posiblemente la persona que Bishop más odiaba en este mundo. Por eso ella salía con él.

Uups, llegaba un poco tarde. Bueno, ¿que más da? Que el bastardo espere un poco.

Shard sale a la calle. Por todas partes habían pordioseros sin oficio, algunos mutantes y otros humanos. Shard recuerda que durante su infancia ella también había sido una pordiosera, hasta que entró en las DEX, ahora había dejado el "pueblo llano" para formar parte de la elite mutante. Las calles eran peligrosas, pero no tenia ningún miedo en absoluto, su uniforme dejaba bien claro que formaba parte de la policía mutante y nadie se atrevería a atacarle.

Camina orgullosamente hasta la puerta de una casa abandonada, era extraño que Fitzroy la citara allí, posiblemente era para que los dos tuvieran algo de intimidad lejos de Nueva Falls Edge.

- ¿Eres tu?- Oye una voz a sus espaldas, seguramente era Fitzroy, se había retrasado.

Para su sorpresa no era Fitz...

- Si. Eres tu, mi amor... Te echaba de menos.- Continua. Shard lo examina cuidadosamente, tenia una pinta terrible, daba lastima, tenia un rostro pálido y flaco, como el resto de su cuerpo, apestaba.- Cariño, pensaba que te había perdido, pero estas aquí, viva... Te quierooo.-

Lo ultimo que necesitaba: un pordiosero amante. La verdad es que era patético, parecía como si el mundo se hubiera llenado de parias.

- Shard, te echaba de menos, todos estos años sin ti han sido un infierno.- ¿CONOCIA SU NOMBRE? Ah, claro, que tontería, ponía Shard en su placa de la DEX... El vagabundo lo debía haber leído ahí.- Te quiero Shardy, ahora que te he vuelto a encontrar podremos seguir juntos como en los viejos tiempos.-

Obviamente este paria le estaba confundiendo con alguna otra persona, algún amor perdido, era muy triste pero Shard no pensaba acogerle como un cachorro perdido, solo le faltaba eso en su vida: un vagabundo enamorado.

El extraño se le acerca e intenta abrazarle. Shard le empuja contra el suelo.

- ¿No me reconoces?- Murmura el extraño.- ¡Claro! Cuando yo te conocí en el pasado eras más mayor, adulta, ahora eres joven, aun no me conoces...-

- Perdone, pero no quiero saber nada de usted. Vayase a molestar a otra persona, he quedado y me esta molestando.-

- Así que no me reconoces.- Dice a la vez que se levanta.

- No, ahora dejeme en paz.-

El vagabundo parece muy triste ante su afirmación y se aleja pesadamente. A Shard le da un punto de pena y en un instante se siente tentada a llamar al extraño, solo para hacerle un poco más feliz. Era una verdadera lastima, tantas vidas destrozadas por la pobreza. Pero no era asunto de ella, ella no podía hacer nada.

Olvidate de eso, ahora a seguir esperando a Fitzroy.

Random se acurruca en un callejón.

No se acordaba de él. Shard, su amor, no se acordaba de él. Aun le tenían que pasar muchas cosas a su amada, le matarían, su psiquis seria trasladada a un proyector holografico, viajaría al pasado con su hermano Bishop, formaría parte de Factor-X y finalmente se conocerían. Aun recuerda como olía su suave piel.

Nada de esto aun había pasado en este futuro remoto, por lo que ella no le conocía.

Random llora silenciosamente, como siempre lo ha hecho en momentos de dolor, silenciosamente para que nadie se diera cuenta. Ahora ya no tenia ningún amigo vivo ante el que sentirse incomodo por llorar, su único amor estaba muerto... Ella no le reconocía.

Random se aguanta las tripas. Ojalá pudiera morirse en ese mismo instante, dejar de vivir, dejar de sufrir, pero su poder mutante no se lo permitía, su poder le mantendría vivo, su poder contrarrestaría cualquier intento de daño físico. Ya había intentado antes suicidarse y había fallado en su intento.

Tanto dolor...

Shard se estaba empezando a calentar, primero este vagabundo la asaltaba diciendole que era el amor de su vida y ahora Fitzroy se retrasaba... A lo mejor había llegado antes que ella y se había vuelto a ir.

Era posible.

Antes de que tenga tiempo a reaccionar un grupo de mutantes salta sobre ella. El primero con una especie de largas púas le araña toda la espalda, haciendo que pierda el equilibrio, el segundo hace una cosa extraña, tenia una especie de cuerpo multiforme y se extiende alrededor de Shard inmovilizandola. Shard intenta lanzarle un rayo pero no parece tener efecto, estaba completamente atrapada. Un tercer mutante aparece en escena.

- Mirad lo que tenemos aquí... Un oficial de nuestros amigos los policias mutantes. ¿Que hacemos con ella, chicos?- Dice a sus dos compañeros, estos se ríen como cerdos.

Shard sabe que lo tiene crudo, ya existían casos de oficiales de las DEX capturados por maleantes, habían grandes posibilidades de que la intentasen violar o torturar, estos mutantes formaban parte de la escoria, seguramente no tenían ningún tipo de escrúpulo.

Había algo en el cuerpo del mutante que la inmovilizaba, algún tipo de narcótico, sentía sueño...

Nadie ve como los tres maleantes raptan a Shard, nadie excepto el vagabundo conocido hace siglos por el nombre de Random.

Contempla como se llevan a su querida Shard. ¿Que debía hacer? Ella le dijo que no quería ningún lío con él, pero no podía permitir que le pasara algo.

Debía ayudarle, pero había una especie de neblina alrededor de su mente, no podía pensar con claridad. Como un zombi sigue a los secuestradores hasta su base.

Recuerda que él solía ser un excelente cazador de mutantes, era una de las cualidades por la que él y Shard se enamoraron, pero ahora no consigue recordar como lo hacia para atacar a sus presas. Empleaba algo como una pistola, pero no era exactamente una pistola, era otra cosa, una parte de él.

Bien... Random mira su brazo, poco a poco este va tomando una forma familiar, una forma de pistola lanzarayos. Ya tenia poder para destrozar a esa escoria mutante, lo mejor seria entrar en ese almacén y acabar con ellos.

De una patada abre la puerta, los tres mutantes estaban alrededor de Shard, junto a ellos también habían dos mutantes más. Random no se corta y dispara al que narcotizo a Shard, lo vuela en mil pedazos con un solo rayo.

- ¡¡Un intruso!! ¡¡Acabad con él!!- Grita el cabecilla.

El mutante con púas que cortaban le intenta partir en dos, pero el cuerpo maleable de Random se recompone al instante. Sin piedad Random le destroza con otro rayo. Otro de los mutantes le lanza un rayo, Random inconscientemente se lo devuelve matandolo. El penúltimo mutante le salta encima e intenta arrancarle la cabeza con increíble fuerza y velocidad, Random no se deja y acaba con el igualmente rápido. Solo quedaba un mutante.

- ¿Eres de las DEX?- Le pregunta este.

- No. Deja libre a la chica...- Random mira a Shard, le habían empezado a desabrochar el uniforme de las DEX.- Dejala libre y puedes huir como la rata que eres.-

- No entiendo, si no eres de las DEX ¿por que la rescatas?-

Random guarda silencio.

- Bueno.- Continua el malhechor.- Te haré yo a ti una propuesta... Te vas y te dejare vivir, mi poder mutante es un toque mortal, si te toco morirás al instante, tu cuerpo se marchitara y morirá.-

La esperanza. A lo mejor gracias a esto Random podía morir tranquilo por fin.

- ¿No me crees? Te haré una demostración...- El maleante coge a Shard por el pelo. Antes de que active su poder de muerte Random le empuja lejos de su amada.

- Si quieres matar a alguien, matame a mí.- Le dice. Random lo levanta y apunta a su estomago.

Instintivamente el mutante utiliza su toque de la muerte, cumpliendo el deseo de Random.

Siente como va perdiendo las fuerzas, como su cuerpo se vuelve débil. Su mente se nubla, toda su vida pasa ante sus ojos...

Antes de perder la consciencia le destroza las tripas al villano.

Por fin descansaría en paz.

Por fin.

Tres minutos y medio después Random despierta.

Su cuerpo estaba completamente recompuesto, se ve que su poder había contrarrestado de nuevo los efectos mortales del toque mutante.

De nuevo volvía a estar vivo.

Mira a su alrededor, todos los secuestradores estaban muertos. Shard estaba apartada de ellos durmiendo encima de un colchón viejo. La cremallera de su traje estaba desabrochada y enseñaba casi toda la parte superior de su cuerpo. Random cuidadosamente la viste y planta un beso en su frente. ¿Que habría pasado si él no llega a aparecer? Mejor no pensar en ello.

Habían unas tijeras viejas por el suelo, Random las recoge y corta un mechón del pelo de Shard. No puede evitar sentir un nudo en el estomago y huye de allí antes de ponerse de nuevo a llorar enfrente de Shard.

Media hora después Shard se despierta y mira a su alrededor. No puede evitar sentirse triste. Intenta comprender lo que ha pasado allí entre sus secuestradores pero ninguna explicación parece tener lógica.

Mas tarde en Nueva Falls Edge.

- ¿COMO SE TE OCURRIO QUEDAR EN UNA ZONA DESPROTEGIDA?- Le grita Bishop a su hermana.- Tuviste suerte, esos vagabundos se mataron entre ellos por una disputa, pero PODIAN HABERTE MATADO.-

- Bish, muy bien que seas mi hermano, pero vete a la mierda.- Le dice Shard y le deja solo.

En el pasillo se encuentra con Fitzroy. Ambos se abrazan.

- Shard, lo siento, no deberíamos haber quedado allí.-

- No importa Fitz.- Notando que su hermano les miraba, Shard se abraza más fuertemente a Fitzroy.

- Debería haber sabido que algo así te podía haber pasado.- En el fondo de su mente Fitzroy maldice la suerte de la joven Shard, tras preparar su muerte cuidadosamente ella había conseguido escaparse de sus garras.- Te quiero Shard y nunca más permitiré que nada te pase.-

Los años pasan y más tarde el mismo Fitzroy fue causante de la muerte de Shard, la única forma de salvar su psiquis fue trasmitiendole a un proyector holografico. Bishop viajo al pasado y llevo con sí a este proyector. En ese pasado Shard decide finalmente unirse a Factor-X. Acaba enamorandose de Random. El cual vive lo suficiente como para salvarle la vida en esta aventura.

Pero ¿Que pasa al final con Random?

Nadie lo sabe, se convierte en un vagabundo más, un loco que vaga por las calles sin ningún rumbo, desaparece en la ciudad sin ser jamas nada más que otro paria más en las calles de la pobreza.

Sin embargo algo le hace especial. En una pequeña bolsa, guardada cerca de su corazón guarda un mechón de la mujer que antaño amó.

Fin.

Próximo numero: Factor-X #151: Una sorpresa, lo explico al final de Factor-X#150 Omega, el desenlace

CARTAS A FALLS EDGE Correo del lector.

Extraña historia, influencia directa de Terminator, como una serpiente que se muerde la cola. Si os fijáis creo que no cometo ninguna incoherencia y se puede meter directamente en el futuro/pasado de Shard. No me gusta del todo el toque emotivo, no es suficientemente contundente, aun así me ha quedado una historia muy cuca, apañada, interesante, no es la gran caña pero creo que cumple con el nivel del #150 aniversario.

¿Os habéis quedado con ganas de más?

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Xumer.

xum00@hotmail.com