Power Pack #63

Power Pack #63Ellos son Alex, Julie, Jack y Katie. Forman la pandilla más poderosa de Marvel y juntos se enfrentan a la nueva era que amenaza con destruir su mundo actual.

#63 – Cambios
Por Emilio Castellar


Fecha de publicación: Mes 16 – 8/99


Cocina del infierno (Nueva York), uno de los lugares más problemáticos de Nueva York. Lugar, parque Collins.

– Así que, Blevins, me está diciendo que esos chicos estaban realizando ritos satánicos.

El teniente Rourke llego hace 10 minutos y todavía no podía creer la carnicería que tenia ante sus ojos y toda alrededor de un extraño pentagrama pintado en el suelo.

– Sí, señor Rourke, creemos que se reunieron a media noche para practicar esos ritos…

– …Y por lo que se ve tuvieron éxito.

Un respingo sacudió el cuerpo del teniente Rourke, ¿quién era? Pero desde que lo conocía siempre le había ocurrido lo mismo.

– Hola Jeff, llegas a tiempo para ver el espectáculo, ¿Qué me dices?

Jeff Aniston era oficiosamente el encargado de este tipo de sucesos paranormales, su palabra era ley.

– Te digo que fueran quienes fueran los que hicieron esto no tenían apenas idea de lo que hacían, pero consiguieron su objetivo y además sea lo que sea no está solo.

– ¿Entonces…?

– Entonces, tienes suelto un demonio por NY, ayudado por el que estaba en la quinta punta de la estrella, se necesitan 5 para el hechizo y sólo tenemos 4 cuerpos.

– Joder, Aniston, ¿donde están los Vengadores cuando los necesitamos?

– …Bueno, Rourke, siempre podemos llamar a Power Pack.


Alex llevaba media hora dando vueltas alrededor de la Torre 4 Libertades. Lleva cogido en sus manos un pequeño aparato perteneciente a los restos de su amada Viernes, cuyo núcleo de consciencia está en ese aparato. Viernes se destruyó en una lucha con los Nuevos Guerreros contra la reina de los fantasmas(1). Desde entonces han cambiado muchas cosas en su vida. Devolvió sus poderes a sus hermanos, ha dejado un poco de lado sus intentos de héroe, pero ahora su obsesión es intentar salvar a Viernes, de cuyo estado se siente culpable, necesita ayuda para salvarla y sabe quién se la puede dar, así que toma aire y entra en las 4 Libertades.

– Buenas tardes ¿En qué puedo ayudarle?

– Desearía poder ver al Dr. Richards. Soy Alex Power

– ¿Tiene cita?

– No.

– Entonces, lo siento, no puede verle.

– Pero…

– Alex… ¿Qué haces aquí? Franklin no se encuentra bien.

Alex pierde la respiración por un segundo ante la visión de la mujer más guapa del mundo, después de su madre, claro, y no puede evitar sentir envidia de la suerte del doctor Richards.

– No, quería ver al Dr. Richards, necesito su ayuda.

– ¿A Reed? Bueno, le preguntaré.

– ¿Reed?

– ¿Sí, cariño?

– Está aquí Alex Power. Dice que necesita tu ayuda.

– Bien, dile que pase.


Universidad de Columbia, lugar de trabajo del profesor e inventor James Power, quien está a punto de dar un giro interesante a su vida.

– Jim, Jim, espera un momento.

– Ah, Decano Rudd, encantado de verle.

– Hola, Jim, te estaba buscando.

– Ven, me gustaría presentarte a tu nuevo adjunto, Pietro Westendort, y a su hijo, Vlad.

Al doctor Power sólo le hace falta un instante para darse cuenta de que el fornido hombre que tiene delante es de Europa Oriental, alto, pelo blanco, parece cordial a primera vista. El hijo es distinto al padre, sobre todo por la mirada con la que observa todo. Se nota inteligente, debe ser de la edad de Alex.

– Bueno, Jim, me tengo que marchar. Os dejo para que empecéis a conoceros, Adiós.

– … En fin, Sr. Westendort, le habrán explicado cuál es el trabajo que quiero que realice aquí.

– Si, Sr. Power debo sustituirlo y ayudarlo en sus obligaciones docentes.

– Así es. Quiero dedicarme más a la investigación y a un proyecto en el que tengo muchas esperanzas.

– Espero poder serle de ayuda, Sr. Power.

– Llámeme Jim, por favor.

– De acuerdo, Jim.

Vlad ve como su padre y el Sr. Power se marchan, y no evita pensar en que su padre se ha vuelto a olvidar de él, se siente solo y está cansado de estar yendo de ciudad en ciudad desde que tiene uso de razón, o por lo menos hasta ahí recuerda, apenas conoció amigos y el hecho de ser un superdotado no le facilita, además, el conocerlos. En fin, ya pensará más tarde, ahora toca buscar a papá.


Una limusina cruza a toda velocidad por Nueva York. Si uno se fija más, verá como el conductor esta algo nervioso y sudoroso. No es para menos, su pasajera es la nueva presidenta de la empresa más de moda en tecnología e informática, la conoce y sabe que no le gustaría nada que llegara tarde. Dobla una esquina y por fin llega a su destino, la organización Próximo Paso. Mira el reloj y para en la puerta, un gran alivio se dibuja en su cara mientras abre la puerta a su jefa. Cuando la ve piensa que se enamoraría de ella si no la conociera, la reina de hielo, Cameron Walker.

Cameron procura que sus pasos estén medidos, que no parezca ansiosa, ni reticente. Aún está de luto por su padre. Sonríe internamente, observa a sus subordinados divertida, percibe su temor a ella y disfruta, «veo que ya han corrido rumores sobre mí» – piensa. Sin embargo, ello no evita que hoy se sienta feliz porque ha conseguido aquello por lo que ha estado soñando, la presidencia de Próximo Paso, conseguido sobre todo por el oportuno accidente de papá, entra en el despacho, lo observa y ríe…

9:14:59 AM. Suena el interfono.

– Dime, Herb

– Señorita Walker, el señor Power está aquí para la cita de las 9:15

– De acuerdo, Herb, hágalo pasar.

– Buenos días, señor Power.

– Buenos días, Srta. Walker. Siento lo de su padre.

– Gracias, señor Power, pero hablemos de lo que le ha traído aquí, señor Power.

– Jim, por favor.

– Bien, Jim, hablemos…


Mientras, Alex Power, con cara de sueño, intenta acompañar a Katie al colegio.

– Que me sueltes, Alex, que ya soy mayor para ir sola.

– Me da igual, Katie. Mamá me ha dicho… ¡¡AhhhHHHHH!! Me has mordido, Kat, me has mordido la mano.

– Kat, no corras. Kat, ven acá, recuerda que soy más rápido.

Al volver la esquina…

– ¡¡Umf!! Perdone… ¿¿¿¡¡¡¡¡Allison!!!!!???

– Hola, Alex.

– Pero tu sjflgfhutgh… digo… ¿no te habías ido? Según me habían dicho.

– Pero he vuelto

– Venga, Alex, vámonos, que llego tarde.

– ¿¿Sí?? Ahh, sí… Bueno, Allison, ahora nos vemos, ¡adiós!

– Adiós.

– Alex, ¿quieres un pañuelo para la baba?

– ¿Qué?

– Nada, nada, vámonos ya.


– Entonces, Jim, ¿me estás diciendo que este transbordador es capaz de igualar e incluso superar a un quinjet con un ahorro de más del 90 por ciento de combustible?

– Sí, sería una auténtica revolución, ya que no tenemos acceso a la tecnología de los grandes supergrupos y esto nos permitiría igualarlos e incluso superarlos.

– Pues bien, Jim, me encanta anunciarle que su proyecto ha sido aceptado. Usted puede darse por contratado. Mañana ya tiene cita con los de aeronáutica para comenzar a trabajar.

– Bien, pues entonces me marcho, Srta. Walker.

– Espere un momento, Jim. Los diseños del motor y la propulsión me recuerdan a un antiguo invento suyo, el conversor, ¿no?

– ¿Sí?… pues… no lo sabía.. no había caído en ello…

– ¿No? Qué raro que un inventor no se acuerde de sus propios inventos. Adiós, Sr. Power.

– Adiós.

– ¿Herb?

– ¿Sí, Srta. Walker?

– Llama a robótica, por favor.

Está contenta, sí, muy contenta. El plan comienza y está ansiosa de contarle los planes a su nuevo socio.


– Entonces, ¿tú qué estudias, Vlad?

– Nada, lo que me enseña mi padre. Como nos hemos movido tanto, no merecía la pena matricularme en un colegio. Aunque ahora me van a matricular en el de sus hijos. Aunque, sinceramente, creo que soy demasiado inteligente para el nivel escolar de ese centro.

La cara de los hermanos Power refleja el asombro que sienten ante la chulería del niño. Sin embargo, piensan, podía ser peor, como intentar acabar con Masacre o incluso una pelea con el Hombre Imposible.

Margaret Power está contenta, sus hijos se están comportando normalmente desde hace un tiempo, su marido ha conseguido un nuevo trabajo (motivo de la cena) a la que han invitado al adjunto de su marido y su hijo (un poco chulillo el niño), y a ella le acaban de ofrecer ilustrar un nuevo libro. Sí, por fin desde que llegaron a N.Y. las cosas salen como ella quiere.

– Niños, recoged la mesa e iros a vuestro cuarto.

– Ahora que estamos solos, Jim, me gustaría pedirte algo.

– Dime, Pietro.

– Quería pedirte el favor de que, si a mí me pasara algo, te hicieras cargo de Vlad.

– ¿Yo? ¿Por qué? Si apenas nos conocemos. ¿Estás en peligro?

– No, es sólo si me ocurre algo. Desde que salimos de Latveria…

– ¿Latveria? ¿Escapaste de Muerte? ¿Qué hiciste?

– No quiero hablar más, por favor, prométemelo.

– Prometido, Pietro.

BOOOOOOOMMMMMM

– ¿Qué es eso? Jim, la ventana… un robot gigantesco está en la plaza destrozándolo todo, va por la calle 47.

Durante la confusión Vlad observa como los Power salen silenciosamente de la casa.

– ¿Niños? ¿Niños? No salgáis de casa. ¿Niños? Ya han vuelto a desaparecer. Ya estamos otra vez.- Aunque piensa que han ido a mirar, no puede evitar un escalofrío interior como aviso que ya nada volverá a ser igual.

Los Power sienten la adrenalina en acción. Vuelven a luchar juntos, y eso les hace sentirse felices de nuevo. Se colocan enfrente del robot y en ese momento Jack….

– Detente, robot, los robots malos como tú no tienen futuro (Pero, pero, Jack…). Has destrozado propiedad privada (Jack, ¿qué dices?…) y en nombre de Luna te castigaré.

Ante el estupor general de lo que acaban de presenciar, sólo reacciona el robot, que aparta a Jack de un manotazo. Julie vuela hacia él, dejando su estela arco iris, y lo coge..

– Jack, ¿estás bien?

– Sííí, Julie, gracias. ¡Ay! ¿Qué haces, Julie?

– Darte una torta, ¿pero se puede saber qué estabas haciendo?

– Pues a las SailorMoon les funciona muy bien.

– Pero, pero…

BOOOOOOOOMMMMMM… Vamos a ver…

– Pero, Kat, ¿a dónde apuntas?

– Perdón, Alex, es que llevo mucho tiempo sin practicar…

– Hay que darse prisa, chicos, maniobra 3, ¿os acordáis? ¿Julie? ¿Jack? ¿Kat? ¿Ninguno?

BOOOOOOOOOOMMMMM

– Deprisa, Jack, un campo de partículas alrededor del robot para frenarlo.

– Ok, Alex.

El robot comienza a verse frenado en su avance. Comienzan a llegar la Policía, los curiosos y unos camiones de Próximo Paso.

– Julie, cógeme a mí y a Kat.

Julie levanta a G (perdón, los nombres de guerra) y a Energizadora.

– Rayo Iris, sobrevuela la cabeza del robot. Ahora, suéltanos, Iris.

G pone en marcha su poder. Ralentiza su caída hasta llegar a la cabeza, y en ese momento Kat desintegra la cabeza del robot, el cual cae enseguida. Kate suelta una bola de energía al cielo. Iris recoge a G y a Energizadora y los lleva al pie del robot caído.

– ¿Y qué hacemos con él?

– Pues no sé.

– Nosotros sí – responde un hombre atrás.

– ¿Y son?

– Somos de Próximo Paso, y nos lo llevaremos si queréis.

– No tenemos oferta mejor, así que llévenselo.

– Gracias, chicos.

Dicho y hecho. 10 minutos después no queda ni rastro del robot, sólo los Power y alguna que otra sombra amenazante escondida en las sombras. Una de ellas corresponde a una mujer a la que conocemos como Cameron Walker, hablando con una extraña figura…

– No son tan peligrosos como decías. Yo más bien los tomaría por torpes.

– Quizás- responde la figura, desapareciendo al instante.

Mientras los Power…

– ¿No se os ha quedado cara de tontos?

– Un poco. ¿De dónde salió el robot?

– ¿Qué hacía aquí Próximo Paso?

– No sé, Alex, supongo que ya nos enteraremos como siempre. ¿O no?

– Mientras, me parece a mí que tenemos que entrenar un poquito.

– Sí, pero vámonos a casa, Julie. Mamá debe estar preocupada.

Y al darse la vuelta, la última sombra hace su aparición.

– VLAD…

– Vosotros sois POWER PACK…


(1) Como se vio en Los Nuevos Guerreros #75.


EN LA GUARDERIA

Bienvenidos al correo de la nueva serie de los Power Pack. Espero que este primer episodio os haya gustado y os haya dejado con ganas de más, que sería para mí la mayor satisfacción. En cuanto a lo que vaya a ocurrir en los próximos episodios, digamos que vamos a asistir al retorno de viejos conocidos y al cierre de algunas tramas sueltas, antes de enfilar el nuevo camino de la serie, todo ello con las bendiciones de mis queridísimos editores.

En fin, para todos aquellos que queráis opinar, interesaros, criticar y dar ideas sobre los Power Pack os invito a escribirme a:

Hawkeye@mixmail.com

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