Masacre #2

Masacre #02Buscando una cura para el cáncer que se desarrollaba en su cuerpo, el mercenario Wade Wilson se sometió al proyecto Arma-X. El resultado fue un éxito total, aunque le dejó completamente desfigurado, obligándole a esconderse para siempre bajo una máscara roja y una lengua imparable.

#2 – Un día inolvidable
Por Alex García


Fecha de publicación: Mes 19 – 11/99


Chicago.

La noche cae sobre la ciudad cubriéndola con su manto; a esta hora, la actividad criminal aumenta, convirtiendo sus calles en un lugar poco seguro.

A la joven que camina sola por dichas calles no parece importarle lo más mínimo. En realidad, lo que le preocupa es la reunión a la que acude, con un hombre al que hace tiempo que no ve y al que esperaba no volver a ver. Enfrascada en sus pensamientos, no se da cuenta que otro hombre, cuyo aspecto disimula con un sombrero y una gabardina, la sigue.

Al llegar al parque mira nerviosa a su alrededor; no hay nadie. Inquieta, se sienta en uno de los bancos y empieza a juguetear con uno de sus rizos pelirrojos.

¿Sabes? – dice una voz detrás suyo –, siempre supe que el rojo era tu color ideal.

La mujer se vuelve para enfrentarse a Wade Wilson, Masacre, que sostiene un ramo de rosas en su mano.

– ¿Por qué has vuelto, Wade? – pregunta la mujer, poniéndose en guardia. Sus rasgos empiezan a cambiar, su pelo se vuelve de color plateado, y su piel de color azul.

Oh, ya me conoces – replica el mercenario –, había oído que Tom Jones iba a actuar aquí en Chicago, y me dije: «Wade, ¿Ya que vas, por qué no haces una visita a tu querida ex-novia, Nessie?» – le tiende el ramo de flores – Para ti.

Vanessa Carlysle, Imitadora, ni siquiera mira el ramo que Masacre le tiende. Le mira fijamente, con furia, y de un manotazo tira el ramo al suelo.

– ¿A qué has venido? – pregunta ella – ¿Vienes a intentar matarme otra vez o a hacer las paces para volver más adelante a intentarlo?

Caray, Nessie, cómo te pones. ¿No te habré pillado con el período, verdad? – al ver que ella no contesta, sigue hablando –; por cierto, ¿Cómo está Gar? ¿Engrasándose las bisagras, como siempre?

– Estoy aquí – Garrison Kane, Arma X, sale de entre los arbustos, quitándose la gabardina que llevaba -; tienes mucho valor al volver por aquí, Wilson, pero te aseguro que no tendrás tanta suerte como la última vez – dice mientras corre hacia Masacre.

Vaya, hombre – dice Wade –, ahora tengo que volver a pelearme con el Inspector Gadget. ¿No podríamos ser amigos y darnos un besito en la mejilla? – se echa un lado para evitar el puñetazo de Kane, al tiempo que le golpea en el estómago con la rodilla y desenfunda una de sus katanas.

– Te voy a dar otra cosa en la mejilla – dice mientras para el golpe de la katana con su brazo derecho y golpea a Wade en la mandíbula con la izquierda; se oye un desagradable «crack». Masacre cae hacia atrás, sujetándose la mandíbula con las manos.

«Buy grafiofo» – dice con esfuerzo; a los pocos segundos su factor curativo ha resuelto el problema –, muy, pero que muy gracioso. Sabes cuánto odio que me peguen en la mandíbula – salta con una pirueta por encima de Garrison; cuando éste se vuelve, se encuentra con un puño que le golpea justo en la nariz.

Durante varios minutos, la pelea sigue sin que ninguno de los dos contendientes consiga ventaja sobre el otro. Entonces, sin previo aviso, Vanessa se interpone entre los dos.

– ¡Ya basta! – dice – ¡Siempre que os encontráis, lo mismo! – se vuelve hacia su novio – Y tú, Garrison, ¡No puedo creerme que me hayas seguido! ¿Tan poco confías en mí?

Alguien de aquí se ha metido en un lío… – canturrea Masacre.

– ¡TÚ CÁLLATE! – gritan los otros dos.

– Lo siento, Ness – murmura Garrison -, pero es que has estado muy preocupada desde que recibiste esa llamada – mira de reojo a Masacre -, así que pensé que podrías tener algún problema, y que tal vez necesitarías ayuda…

Eso es un hombre, y no lo que venden hoy en día por ahí – dice Masacre.

– No te dije nada – dice Vanessa, ignorando completamente a Wade -, porque sabía que pasaría exactamente esto. ¿Es que no sabéis hacer otra cosa que mataros a golpes cada vez que os veis?

Personalmente, preferiría una partida de Póker, pero Garrison hace trampas – dice Masacre – ¿Qué culpa tengo yo de que el chico se chute con vídeos de Stallone?

– Mira, Wade – dice Vanessa, con una de esas miradas que matarían si pudieran – , no estoy de humor para tus juegos. Dime a qué has venido, o márchate de aquí.

De acuerdo – dice Wade –, tiene que ver con la última vez que nos vimos.

– Oh – dice Kane con sarcasmo -, ¿no te referirás a cuando intentaste matarnos a Vanessa y a mí?

Mirad, chicos, no sé qué me ocurrió… a lo mejor me pasé bebiendo (algo difícil con mi factor curativo)… a lo mejor fue una insolación, o a lo mejor fue el último disco de los Backstreet Boys ¡Qué se yo!

– Esto es inútil – dice Vanessa mientras se da la vuelta y empieza a marcharse-. ¿Vamos, Gar?

– Sí, claro – se cogen de la mano y empiezan a alejarse.

¡No, esperad! – el tono desesperado en la voz de Wade les hace volverse – Sólo quería… pediros perdón. Sobre todo a ti, Nessie. Nunca me perdonaría si te hubiese hecho daño – cae de rodillas en el suelo.

Vanessa se arrodilla junto a Masacre.

– Ahora podemos empezar a hablar – dice.


En el interior del complejo de laboratorios que forman parte del enorme edificio de la fundación Éxodo, el Hombre Dragón escucha pacientemente el informe de uno de sus subordinados.

– … el modelo ha sido ya reparado en un 93.57% – dice el hombre, leyendo de unos informes -, confiamos en disponer de él a capacidad plena en menos de dos días. Debo decir, señor, que nuestro trabajo habría sido mucho más rápido y eficiente de no ser por la acumulación excesiva de salitre en los circuitos más delicados. Es más – prosigue -, me temo que debido a los daños, será difícil, por no decir imposible, conseguir que el modelo sea capaz de tomar resoluciones por sí mismo. Lo siento.

– No lo sienta – dice el gigante con su voz ronca -, en cierto modo es mejor así; es una variable menos a controlar. ¿Qué hay del proyecto de la doctora Weiss?

– ¿El proyecto…? Oh, se refiere usted al paciente de la doctora, el señor Flumm – echa un nuevo vistazo a sus informes -. De acuerdo con esto, el sujeto sigue en estado catatónico, señor; su estado no ha cambiado desde que nos hicimos cargo de él hace unos tres meses, aproximadamente. No obstante, según el informe de la Dra. seguimos pudiendo utilizar sus «habilidades» a un nivel óptimo, como usted bien sabe.

El Hombre Dragón sonríe. Ha tardado mucho tiempo en reunir las piezas, y a cada paso se acerca más a su objetivo. Y una de sus últimas piezas es Wade Wilson, el mercenario; si juega bien sus cartas, no dará uno, sino dos pasos más hacia su meta final.


En los 30 años que lleva trabajando de camarera, Freda ha visto todo tipo de clientes; altos, bajos, blancos, negros, feos, guapos, e incluso algún excéntrico que otro disfrazado de el Zorro. Por eso apenas se sorprende cuando por la puerta de su cafetería entra un hombre vestido de rojo y gris cargado de armas, acompañado por un hombre de brazos metálicos y una mujer joven de cabello plateado y piel azul. Actores o terroristas mutantes, sin duda. Bueno, mientras paguen…

– ¿Qué van a tomar? – pregunta, sacando un arrugado bloc de notas.

– Para mí un café solo – dice Kane.

– Yo tomaré lo mismo – dice Vanessa.

– Muy bien, dos cafés solos – apunta en su bloc y mira a Masacre, quien contempla fascinado la enorme verruga que la camarera tiene en el cuello -; ¿Y qué va a tomar su amigo disfrazado de Spiderman?

Por unos segundos Wade piensa en acabar con las miserias de la buena mujer con ayuda de un par de cuchillos, pero luego reflexiona y se da cuenta de que eso no le pondría en buena situación con sus acompañantes, así que lo deja pasar.

Tomaré una Budweisser, BUENA MUJER – dice, y mirando de nuevo a la verruga, añade – A propósito, ¿Cuándo sale de cuentas?

Freda, quien no entiende el chiste, sonríe y se retira para apuntar el pedido de otros clientes.

Dios mío, estoy seguro de que esa cosa está viva – dice –; como en «Alien», ¿sabéis? En cualquier momento se abrirá y saltará un bicho que…

La expresión de Imitadora y Arma-X sigue igual de seria; ninguno de los dos baja la guardia, esperando a que Masacre haga su movimiento. Wade suspira.

De acuerdo. Veréis, no sé por donde empezar. Sé que la última vez que nos vimos no os traté muy bien, pero…

– Intentaste matarnos1 – dice Vanessa, con un tono de voz cortante -; pensaba que todo había quedado claro, Wade. Que no volveríamos a pasar por eso; incluso casi morí por ti, pensando que habías cambiado, o que podías cambiar2.

Mirad, ya sé que lo que hice estuvo mal… supongo que al enterarme de que estábais juntos, perdí el control, pero…

– Siempre pierdes el control, Wade – replica Vanessa -; ¿recuerdas cuando trabajábamos para Tolliver y decidí romper contigo? Me pegaste con todas tus fuerzas, hasta dejarme inconsciente3.

Sí, pero…

– Y cuando pasé una temporada con mi amiga Tina Valentino, viniste detrás de mí, dispuesto a golpearme otra vez; y encima, Sluggo mató a Tina durante la pelea4.

¿Sabes? Acabaríamos antes si dejaras de interrumpirme cada vez que digo «pero» – dice Wade; mira a Garrison, que no ha abierto la boca todavía –; y tú ¿Qué? ¿No tienes nada que decir?

– Oh, no – responde, sonriendo -, se las apaña bien ella sola.

Mira, Ness… Vanessa. Sabes que eres muy importante para mí; te juro que no sé por qué hice lo que hice5; supongo que no podía soportar veros juntos, porque yo aún… – se interrumpe, le cuesta seguir –, porque aún me importas.

– Si tanto te importo – se interrumpe mientras la camarera sirve las bebidas; cuando se va, prosigue: -. Si tanto te importo, ¿Por qué intentaste matarme? – añade, en un tono glacial.

¿Matarte? – Wade parece confuso; levanta parcialmente su máscara y bebe un trago de cerveza; luego prosigue – Oh, ¿te refieres a cuando te arrojé la katana? ¡Por favor, Ness! ¡Creía que me conocías mejor!

– ¿Qué quieres decir? – pregunta ella. Kane se incorpora ligeramente.

Quiero decir, pitufita – responde –, que si hubiera querido matarte no estaríamos aquí sentados ahora. Tú no, por lo menos.

– Pero apuntaste al corazón – empieza a decir Kane, confuso.

«Apuntaste al corazón» – replica Wade, parodiando a Kane –; para decir esa chorrada podrías seguir callado. Si hubiera querido mataros, no habría estado jugando con vosotros. Bang y listo. No, no apuntaba al corazón, tipo listo, sino un poco más arriba. Le habría atravesado el hombro, nada más. Como dije aquella vez, sólo quería demostrar que Kane se preocuparía más por sí mismo que por ti, Nessie. Y si se lanzaba para salvarte, siempre podría haberle abierto la cabeza.

– ¡Ey!

Nada personal, por supuesto – dice Wade –, es sólo que estás con mi chica…

– Tu EX… – dice rápidamente Garrison.

Lo que sea. El caso es que es tentador abrirle el cráneo al tipo que sale con tu… tu antigua novia, ¿no crees?

– Aún así, creía que la violencia entre nosotros había acabado, Wade – dice Vanessa.

Lo sé. Mirad, he… he tenido un encuentro hace poco con alguien que me ha demostrado que el odio puede ser algo terrible6, sobre todo cuando la persona que te odia es alguien a quien am… a quien has amado. No quiero que me odies, Ness.

– ¿Qué es lo que quieres entonces? – su voz más suave, más calmada.

Quiero… quiero que me perdones, Vanessa. Y tú también, Garrison. A pesar de lo que ha pasado entre nosotros, siempre os he considerado mis amigos… y no quisiera perderos porque un día se me cruzasen los cables. Os juro que nunca volverá a pasar. ¿Podréis perdonarme alguna vez?

– Tal vez – dice Vanessa -, pero aún no. La confianza es algo frágil, Wade, y tú has roto la que teníamos en ti – Kane asiente -; si con el tiempo veo que has cambiado, yo misma iré a verte y te daré un abrazo… como amiga – se levanta, y Kane hace lo mismo. Éste pone su mano sobre el hombro de Masacre.

– Lo que ha dicho Vanessa es válido también para mí, excepto en lo del abrazo – sonríe -; pero estaré dispuesto a darte un apretón de manos. Has dado el primer paso, Wilson. No te apartes de ese camino.

Lo… lo intentaré. No os preocupéis por la cuenta, yo invito – Ambos asienten y se marchan, dejándole solo – En fin, podría haber sido peor.


Theresa Rourke pasea por las calles de Dublín, pensando en su futuro tras haber abandonado el grupo de mutantes conocido como Fuerza-X7, intentando dar un nuevo giro a su vida. La falta de consideración de Sam y Dani8, al tomar decisiones sin contar con ella, que se suponía era la co-líder del grupo, y el súbito interés de Jimmy9 por la misteriosa Riesgo, entre otras cosas, le llevaron a plantearse si realmente pertenecía a ese equipo, que durante tanto tiempo había considerado una familia.

Ensimismada en sus reflexiones acerca de los recientes acontecimientos de su vida, apenas se sobresalta al oír disparos procedentes de la acera contigua; alza la vista y ve a dos hombres, armados con sendas pistolas y enmascarados con pasamontañas, que salen corriendo de una joyería, llevando su botín en una bolsa de plástico.

– Bueno, parece que mi descanso no ha durado mucho – dice, mientras usa su grito sónico para elevarse por los aires, plantándose delante de los criminales -, vale, chicos, no estoy de humor, así que haced el favor de soltar las armas y comportaros como buenos ciudadanos.

– ¡Ey, Mac, mira, una tía que vuela! – dice uno de ellos, el más bajo.

– ¡No te quedes mirando, idiota! ¡Fríela! – empieza a alzar su pistola, pero el grito de Siryn, amortiguado para no romper ningún cristal, obliga a ambos a soltar las armas y taparse los oídos. Rápidamente, algunos de los espectadores se echan encima de los bandidos, inmovilizándolos.

– Le doy las gracias, señorita – dice un anciano, el dueño de la joyería -, por favor, acepte esto como pago – le tiende un medallón con cadena dorada.

– No puedo…

– Oh, por favor, insisto.

– Bien… gracias – y emprende el vuelo, alejándose de la escena, seguida de gritos como «¡Guapa!«, «¡Ojalá mi hija fuese así!«, y otros comentarios similares.

«Me pregunto si dirían lo mismo de saber que soy mutante«, piensa Terry mientras el viento acaricia su cara. «Probablemente no«; roza el medallón con sus dedos. Por un momento, ha olvidado sus problemas, sus preocupaciones. Entrar en acción, aunque fuese por un solo minuto, es algo que echaba de menos; pero es una jugadora de equipo, no le gusta trabajar sola, y no está dispuesta a volver con Fuerza-X tan pronto.

«Ya se me ocurrirá algo, supongo«, piensa mientras aumenta su velocidad, segura de que tarde o temprano, la oportunidad llamará a su puerta.

Si hay algo que se puede decir de los superhéroes mutantes, es que no permanecen inactivos mucho tiempo.


Wade sale a la calle y respira hondo. La cosa no ha salido como él esperaba, pero no puede quejarse.

El sonido de unas botas metálicas le hace volverse para encontrarse con un grupo de cinco hombres vestidos con trajes de combate de color escarlata y negro, con una gran «E» pintada en sus cascos, hombreras y sus armas.

– ¿Es usted Wade Wilson? – pregunta uno de ellos, el que tiene aspecto de líder.

No, soy Anna Kournikova – replica Wade –; ¿Qué pasa, conocéis a muchos mercenarios que vistan así? Ay que ver, ya no hacen a los matones de segunda como antes…

– Venga con nosotros sin oponer resistencia – dice el jefe del grupo.

Verás – dice mientras desenfunda una de sus katanas y saca a Suzi, su querida UZI -, es que me encaaanta oponer resistencia. Era el número uno en clase de Física. Cuando no me distraía mirando las piernas de Gina Stevens, claro.

– A por él – dice el jefe -, pero recordad que lo queremos vivo.

Vaya, vaya – Wade salta, esquivando los disparos y disparando a uno de los hombres en la pierna –, así que me queréis vivo, ¿eh? Eso es nuevo. Así que para que veáis que os lo agradezco – le da un rodillazo a uno de ellos en los testículos, cuando se agacha le remata golpeándole con el mango de la katana en la cara –, yo tampoco os voy a matar. Claro que no he dicho nada de lisiaros… – rueda por el suelo para esquivar los disparos de los dos que quedan; se incorpora y atraviesa a uno de ellos con su katana – Tranqui, chaval, que no te he atravesado ningún punto vital. Un par de puntos y como nuevo – retira su arma del cuerpo de su oponente y éste se desploma, inconsciente –. No es por nada, pero sois un poco mariquitas para ser matones a sueldo – se acerca hasta el que daba las órdenes –, así que estoy seguro de que cuando acabe contigo vas a cantar en mi bemol, si hace falta – enfunda la UZI y saca su segunda espada –, ¿O tengo que imitar al tío que anuncia los cuchillos ginsu?.

– Eso no será necesario, señor Wilson – un joven, vestido con traje de Armani, se acerca al mercenario con una tarjeta de visita en la mano -. Mi nombre es Kenneth Sanders, y trabajo para la Fundación Éxodo.

¿La Fundación Qué? ¿No seréis Testigos de Jehová, verdad? – mira la tarjeta – porque la última vez que vinieron a mi casa les hice tragarse su Biblia.

– No, señor Wilson – responde el joven, con una falsa sonrisa -, vengo a ofrecerle el trabajo de su vida.


1.- En Lobezno #88.

2.- En Masacre vol.1 #4

3.- En Fuerza-X #11

4.- En Fuerza-X #22-23

5.- Y ya puestos, yo tampoco. ¿Alguna teoría?

6.- En el número anterior.

7.- En Fuerza-X #63, por Carlos Manuel Díaz Correia

8.- Samuel Guthrie, alias Bala de Cañón y Danielle Moonstar.

9.- James Proudstar, Sendero de Guerra.


PROXIMO NÚMERO: Masacre tiene nuevo curro… y ayudante. ¡No te lo pierdas!


LA CHOZA DE WADE

Este mes, tenemos carta de Serandel. (La primera carta ¡Yupi!) Paso a contestarla:

¡Qué tal, Alex!
Muy bueno lo de Masacre, de lo que más me ha gustado de toda Marveltopía.

Vaya, muchas gracias, espero que este número y los siguientes no te defrauden.

Y después de todo el éxito del Kelly (a ver qué pasa con Priest) está muy bien que alguien recuerde también sus errores. Sí, la serie de Masacre está bastante bien, pero el mamón del Joe ha pasado de lo que le ha dado la gana, destrozando especialmente el trabajo de Waid en la segunda limitada del mercenario. Puestos a traer a personajes de su pasado con ganas de bronca Peyer era una muy buena opción, y pasó de ella. El final, con Wade secuestrando a Killbrew para que le ayudara con sus problemas de regeneración fue pisoteado vil e increíblemente. Claro que él lo hacía con un plan en mente, pero aún así el giro de ciento ochenta grados fue sencillamente vomitivo. Seguro que tú tendrás algo que decir de eso, ¿no?

Pues la verdad es que sí. Ante todo tengo que dejar muy claro que soy un gran fan del trabajo de Kelly en Masacre, pero es cierto que se saltó muchas cosas por la cara, como la cura de Wade (si tenía tanto miedo a lo que Killebrew pudiera hacerle, ¿por qué se lo llevó para que le curase?), y se olvidó de personajes como Peyer, que en mi opinión debería haber salido al menos una vez en toda la colección, sacando en su lugar enemigos como T-Ray (que ya verás su origen, ya. Yo lo llamo la Venganza de Kelly por echarlo de la colección por la cara) Pero lo que más me fastidió es que mutiló el factor curativo de Wade, haciendo que sea incapaz de regenerar miembros perdidos (Eso era parte de su encanto, un tipo que se lanza a la acción de cabeza porque no teme perder un ojo), aunque por lo que he visto, podría ser que Priest se lo devolviese a plena potencia… ya veremos.

Y hablando de personajes, ¿qué te ha parecido lo del Hombre Dragón?

Y espero que podamos ver asuntos más relacionados con el pasado del personaje, que Kelly también ha pasado mucho. Vanessa, Kane el arma X,

A Vanessa y Garrison los has visto en este número, y seguramente aparezcan más adelante. También aparecerán elementos de su pasado (especialmente en un cross-over con otro personaje de Marvel).

Zero,

Umm… en principio no aparecerá por aquí, pero, ¿quién sabe?

buenas broncas con Cable y Lobezno, etc, etc.

Je, je… de momento no voy a decir nada al respecto.

(Nota al resto de lectores: Sí, Masacre es un mutante y no, eso no significa que no se puedan hacer buenas historias, ¿eh?)

Si te digo la verdad, nunca he tenido muy claro que Wade sea un mutante o no, pero como tú mismo dices, eso no significa que sus historias no sean buenas. Es más, creo que hay más gente que no lo tiene muy claro (¿lo aclararon en algún sitio o no?) y aún así siguen las aventuras de Wade, lo que dice mucho a favor del personaje.

¿Piensas usar también alguno de los elementos nuevos creados para la regular? Lo de la Casa Infernal me hizo mucha gracia la primera vez que salió.

Buuuff… me temo que la colección arranca después de Onslaught, y como sabrás es política de la casa no usar personajes creados después de Onslaught, aunque tal vez haya alguna taberna rara donde los mercenarios se reúnan a tomar unas birras… ¿Qué opinas?

Y gracias a Dios, Wilson ya no es un mariquita. Tiros en la frente, mutilaciones, empalamientos. Joder, con dos huevos, que aquí no hay Code ni nada. 😉 ¡Si en la serie regular al único al que le metió dos tiros sin pensárselo fue al Hombre Inmortal! Para hacer semejante ridículo podía haberse ahorrado Kelly el detallito, ¿no crees?

Sé lo que quieres decir; lo que pasa es que como el argumento central de Kelly se basaba en que Masacre tenía que comportarse como un héroe, pues tenía que volverse blando (para mí que se olvidó del Castigador); para mí es un fallo, ya que como ya se vio en todas las apariciones de Wade, para él la violencia es algo instintivo, como los puñetazos o patadas para cualquier otro héroe. Me explico: no es que Masacre sea un psicópata que disfrute cargándose a la gente, (aunque algo de eso hay) sino que es un mercenario experimentado y mata por instinto y porque sabe que un enemigo vivo es un puñal más en las sombras. Para él es la única manera de seguir vivo en su trabajo. Vamos, así es cómo lo veo yo. Si alguien discrepa conmigo, que se sienta libre de escribirme para discutirlo (y de paso consigo cartas 😉 ) .

En fin, nada más que decir. ¡Espero que tu serie salga regularmente!

Se hará lo que se pueda, se hará lo que se pueda (¡Es que son muchas!).

P.D.: ¡Los chistes también son bastante buenos! 🙂

Seguramente este número te habrá parecido bastante flojo, pero es que tenía que intentar resolver el asunto de Arma-X e Imitadora. Pero el próximo número será más entretenido, te lo aseguro.

Y nada más, me despido hasta el próximo número. Recordad que para escribir a esta colección, debéis enviar vuestros mensajes a: alexmola@hotmail.com

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